Bienvenidos a El mirlo de papel

Soy Varech y ando por la Red desde hace un tiempo, lo cual me produce a veces quebraderos de cabeza aunque la mayoría de las ocasiones me satisface.

31 de julio de 2010

Paguí, Paguí, Paguí



La luna llena sobre París............................................ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

ha transformado en hombre a Denis...........................ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh


Y yo, que soy cáncer y por lo tanto medio mujer-lobo y lunática perdida, he decidido irme a Paris una semanita, a conocer esta ciudad que siempre me ha atraido muchísimo y a ver al natural todos los edificios, monumentos, calles, esculturas y cuadros que sólo conozco por el papel y la tele.

Subiré a la Torre Eiffel, pasearé por Montmartre, cenaré en el Bateau Mouche, visitaré El Louvre y el Centro Pompidou, que es de las cosas que más me atraen, me fotografiaré en Notre Dame, quiero ir al Moulin Rouge..............................quiero, quiero, quiero hacer tantas cosas y aprovechar tanto el tiempo, que lo estoy planeando todo al máximo para poder verlo todo.

Otras cosa tendré también que verlas por necesidades de grupo, como son Eurodisney o el Palacio de Versalles. El primero, porque no sé qué voy a hacer allí todo el día, aunque lo mismo me desmeleno, me monto en todo y me lo paso pipa. Y el segundo, porque visto un palacio de Borbones, vistos todos.

Y por supuesto, me haré un viajecito por el metro, que es una manía mía, visitar los de las ciudades que no conozco.

Me voy con mi hermana y sin maridos. ¡Qué gustazo! No es que nos estorben, pero de vez en cuando una salida sin ellos es aconsejable. No sé por qué pero las mujeres solas nos desinhibimos más que cuando estamos con nuestras parejas.

En fin, que ando de preparativos, pero todavía me quedan 15 dias para marcharme.

De momento, tengo que volver el lunes a Madrid, que las vacaciones ya se me han acabado.

Mi sueño es hacer como las familias reales: irse de vacaciones, para descansar de las vacaciones. Se pasan la vida descansando de lo cansado que es descansar.

Nos vemos en Madrid.

30 de julio de 2010

Me comí al tigre




Las vacaciones van tocando a su fin, y lo que amenazaba con ser una carnicería mosquiteril en mis brazos y piernas, debido a los bocados que sin piedad me daban los tigres, se ha convertido en paz y tranquilidad, por obra y arte de la pura casualidad.
Como ya me tenían tan acobardada, que me estaban estropeando las vacaciones, que hasta me daba corte ponerme pantalones cortos, me traje del super y de la farmacia todo lo que encontré para combatirlos, asegurándome siempre el vendedor, que el producto que compraba acabaría con ellos.
Aquí me toca reirme un rato largo: jajajajajajajajaj...jejejejejejejjeje...jijijijijijijijijijiji...jooojjjoooo..jujujujujuju...como se rieron ellos de mí (los tigres) cada vez que asomaba la cabeza por la terraza con un antimosquitos nuevo.
Las pastillas que se ponen en los enchufes...para los tigres no valen
El enchufe de la arena, que vale para noche y día...pues lo mismo, aunque en el envase diga que es efectivo.
El otro eléctrico líquido...ná de ná.
El spray...no les molesta el olor, porque no se van.
La vela citronela... permítame usted que me vuelva a reir. jijijijiji...
Los parches... a lo mejor es que me los tenía que poner todos a le vez, porque tampoco me han hecho nada.
El humo...para los indios, porque a los tigres ni fu ni fa.
Un espray natural y ecológico...lástima de 8 euros.
La pulsera antimosquitos...lástima de 14 euros que pagué porque hasta se me posaban en ella.
Dos lámparas de ultravioletas...unos se estrellaban, pero otros me picaban.
El Aután...era eficaz, pero se me metía en la garganta cada vez que me ponía.
Los enchufes antibichos...2 puestos para nada.
Y así de desesperada andaba yo por la vida vacacional, cuando se me ocurrió ponerme un poco de crema hidratante porque tenía la piel seca.
¡Y SE OBRÓ EL MILAGRO!
Ya no me pican. Todos los días me embadurno cuando me levanto, y me puedo permitir salir a tomar el sol en la terraza con el bañador, que no se me acerca ni uno. Los veo, pero les hago un corte de manga visual y ahora soy yo la que se rie de ellos.
De la forma más tonta he descubierto un antimosquitos ideal, porque no solo no es malo para la piel, sino que se te pone fantásticamente, y es bueno para los niños y todo.
Si pudiera, pondría un letrero en la calle anunciando que la plaga de tigres tienen solución.
Me da pena pensar en la cantidad de gente que pueda estar agobiada como yo lo estaba, siendo la solución tan fácil.
Pues nada, amigos. Si conocéis a alguien a punto de suicidarse de tanto rascar y rascar, dadle mi solución, que seguro que os lo agradecerá.




24 de julio de 2010

Mousse de chocolate


Es la mejor mousse de chocolate que he probado, y la receta es de Carlos Valencia.
Ingredientes:
300 grs de chocolate de cobertura o negro.
1 litro de nata
1 cucharada de azúcar
2 claras de huevo
7 grs de gelatina (yo he puesto hojas)
Preparación:
Se pone a remojar la gelatina en unas cucharadas de nata caliente.
Se monta el resto de la nata.
Se montan las claras a punto de nieve, con la cucharada de azúcar.
Se derrite el chocolate en una cazuela poco a poco y cuando esté, añadimos la gelatina.
Se añade la nata poco a poco, incorporándola bien.
Se ponen luego las claras montadas a punto de nieve, y con unas varillas, se procura que la mezcla quede homogénea.
Poner en copas y meter al frigorífico unas horas.
Yo la he hecho para llevar a casa de unos amigos, y como no iba a irme con las copas en el coche, pues me la he llevado en un cacharrito y allí la he puesto a cucharadas en estos boles, pero queda mejor presentada si dejamos que cuaje ya en el sitio donde la vamos a servir.

21 de julio de 2010

Cómo cambiaron las cosas...

Cómo han pasado los años...
Cómo cambiaron las cosas...
Esta canción se la oía cantar a Rocío Dúrcal, y siempre me gustó. Ahora viene a cuento de que he cumplido 38 años de vida en común con la misma persona e inevitablemente echo la vista atrás, a nuestro primer encuentro de inocente adolescencia, lleno de tabues, pero también lleno de ilusiones y espectativas. Seis años de noviazgo al uso, de caricias y besos robados en oscuros rincones, testigos de nuestro despertar a las pasiones de unos cuerpos jóvenes y en plenitud de facultades.
Entonces apenas se hablaba de relaciones sexuales, porque se daba por hecho que eso pertenecería a otra fase de nuestra vida, ya como marido y mujer, y algún que otro familiar nos decía: "El matrimonio es un arca cerrada, y hasta que no se abre, no se sabe lo que hay dentro".
Y esperábamos con ilusión que llegara el momento de abrir ese arca tan misteriosa.
Nos casamos un 15 de julio a las cinco de la tarde (qué calor), y tantas ganas tenía mi Antonio de verme de novia, que me recogió antes de hora y llegamos los primeros a la iglesia, teniendo que esperar en la puerta a los invitados.
Nos marchamos a pasar la noche de bodas al hotel La Zenia, porque hasta el día siguiente no salía el avión para Mallorca, y fue realmente una noche mágica, en la que varias veces pedimos al servicio de habitaciones que nos subieran champán.
Ya en Mallorca, nos sucedió una anécdota: yo por aquel entonces estaba de muy buen ver y me fui a meter al agua, en la playa de Illetas. Antonio se quedó en la sombrilla cuidando de las cosas que llevábamos.
De pronto, noté que alguien me abrazó por la cintura, y al darme la vuelta vi a mi flamante marido a puñetazo limpio con el que me estaba abrazando, y con los amigos, que salieron despavoridos del agua, ante la lluvia de guantazos que les estaba cayendo. El pobre llevaba los dedos sangrando y yo me sentí muy orgullosa de él.
Han pasado los años, unos más fáciles que otros, pero aquí estamos. Tenemos tres hijas maravillosas y cuatro nietos que son nuestra felicidad, ahora ya con la calma y la templanza suficiente para disfrutar de las pequeñas cosas, y de vivir plenemente cada día sin grandes metas por lograr, porque afortunadamente nuestros sueños de juventud se cumplieron.
Y cambiaron las cosas...
Claro que cambiaron. Mis hijas, como todos los de su generación, han tenido mucho más fáciles las relaciones con sus parejas, han ido y venido por donde les ha dado la gana, y las arcas cerradas las tiraron al fondo del mar. Todo es más limpio, más claro, sin tapujos, pero... yo no cambiaría mi inocente adolescencia por la permisividad de estos tiempos.
La foto es del día de mi petición de mano.
Cómo han pasado los años...
Las vueltas que dio la vida...

15 de julio de 2010

¡Ay, que me come el tigre!


Inesperádamente, como todas las cosas de mi Antonio, salimos el domingo para pasar unos días de "descanso", y el módem que llevo para estas ocasiones no estaba bien, por lo que no me he podido conectar hasta tener otro.

Bueno, pues he llevado tres días de palizón entre cambio de muebles de una habitación, que ahora con tanto niño hay que reestructurar, limpieza, poda, ataque masivo a cucarachas y cochinillas, y ya parece que puedo por fin empezar a disfrutar del descanso, que me lo tengo merecidísimo.

Pero ¡AY! Los puñeteros mosquitos tigre me tienen enfilada y parezco una participante de Supervivientes.

El jardín, donde antes pasaba la mayor parte del tiempo, ahora ni lo cato porque me están esperando en la puerta, desde donde no se atreven a pasar, porque en la casa tengo puesto en el enchufe un insecticida. Me están jo........robando las vacaciones los hijos de su madre, y lo peor es que no sé cómo asesinarlos. Se admiten sugerencias, aparte del Aután.

Mi Antonio me ha comprado una mosquitera tipo dosel, de tul blanca, que cuando me meto en la cama, tipo crisálida, parezco de la película "Los otros", pero da confianza y tranquilidad, estar ahí encerradita.

El domingo llegamos pronto para poder ver el partido de la final, y nos fuimos al Club Náutico, donde habían montado una pantalla grande y sillas para los socios, y allí estuvimos sufriendo como está mandado. Mi Antonio me traía cafeses y zumo de tomate para distraerme de vez en cuando y salvarme del infarto, que la cosa no fue para menos. Yo, de vez en cuando dejaba de mirar porque oye, todavía hago falta en mi casa, y a mí no me pagaban los 600.000 euros que les pagaron a ellos.

Cuando acabó, quisimos salir con el coche, pero vano intento, ya que la calle era una marea humana con banderas y ganas de juerga. La policía regaba al personal y a punto estuvimos de irnos a casa calados, cosa que tampoco nos habría importado demasiado, dada la euforia del momento.

Hemos bajado a la playa dos días, y el mar estaba perfecto. Nos solemos poner en las rocas, alejados del bullicio general, pero este año los niños han invadido la zona, pertrechados con sus cazamariposas, cual ejército arrasador, cazando los incautos cangrejillos que asoman la cabeza. Qué matanza más inútil.

Si es que no van a dejar ni uno, total para echarlos en un cubito y que se mueran al otro día.

Sólo vi a un padre sensato, cogiendo un animalillo y después de enseñárselo en la mano y de que lo tocaran, para que no tuvieran miedo, lo arrojó otra vez al agua. Ante la extrañeza de los chavales, su padre les dijo que él como quería a los animales, deseaba que el cangrejillo siguiera viviendo, y los niños estaban encantados.

En fin, que yo creo que son los mismo padres quienes les compran los cazacangrejos para que les dejen tranquilos. Sólo me queda el consuelo, y no es por mala leche, de que algunos de ellos se caen unos culazos cum laude, al resbalarse por allí.

En cuanto a la gente, yo no noto que haya menos que otros años. La playa está a tope y los bares siguen llenos. Si acaso, menos extranjeros, pero vamos, que la crisis no se nota mucho.

Me voy a la farmacia por algo para las picaduras.

9 de julio de 2010

Me quiero reencarnar en perro

Lo tengo clarísimo.
Antes, a un perro se le cuidaba, se le protegía, se le educaba, se jugaba con él, y el animalito nos daba a cambio su cariño en forma de lametones. Pero era un animal. Muy querido, pero un animal.
Yo, que siempre he tenido perros y los he querido a rabiar, no he tenido nunca remordimientos de haberlos tratado de forma inadecuada ni les he visto sufrir. Estaban siempre alegres y dispuestos a jugar y a correr.
Pero lo de ahora es que roza ya la estupidez, y yo me incluyo, estúpida de mí, por mi comportamiento con el último perro que tuve.
Todo ésto viene a cuento porque esta mañana, al ir a hacer la compra, he visto a una señora, tan ufana ella, llevando en un carrito como el de la foto a dos perritos. Del carro colgaba el bolso neceser, imagino con todas las pijotadas del mundo, como si de un niño se tratase.
Mi último perro fue un cocker, más loco que una cabra, pero a quien yo adoraba, a pesar de hacer hasta su muerte, a los doce años, una trastada detrás de otra.
Pues bien. Describo una consulta con un veterinario de urgencia, porque se le había metido en el oído una espiga.

Una vez que se la sacó, le hizo un reconocimiento general.
V._ Señora, con qué champú le lava el pelo a su perro?
Yo._ Pues con Timotei, el mismo que utilizo para mis hijas.
V._ No se ha fijado que tiene caspa? (Separándole los mechones de pelo)
Yo._ Pues no me había dado cuenta.
V._ A partir de ahora, lávele el pelo con un champú anticaspa, fortificante.
Yo._ Bueno, está bien.
V._ Este perro está muy gordo. ¿Qué comida le da?
Yo._ Pues le doy pienso, y a veces come de lo nuestro, que le gusta mucho.
V._ Tiene que darle comida senior, porque el perro está ya mayor y necesita alimentos libres de grasa y con extra de vitaminas. Y por supuesto nada de comida casera.
Yo._ Vale. (Un poco hartita ya)
V._ ¿Se ha fijado que un ojo lo tiene para fuera y otro para dentro?
Aquí la que tenía los ojos saltones era yo, porque no le veía nada.
V._ No se ha percatado de que tiene un testículo más gordo que otro? (Aquí ya me cagué en el veterinario) Y encima lo tiene más negro. ¿Cómo no se ha dado cuenta?
Yo._ Mire, yo no me dedico a tocarle los huevos a mi perro.
V._ Ha notado que le huele el aliento? (Dios mío, ya no sabía a estas alturas si había llevado un perro o una piltrafa). Tiene que hacerle una limpieza dental.
Total, que me sacó el tío un pastón por la visita, y naturalmente yo seguí dándole a mi perro su comida casera porque le encantaba, lavándole con Timotei y lo lo que sí hice fue más tarde pedir cita para la limpieza de boca en mi veterinario de siempre (a todo ésto, yo tenía cita en el dentista para lo mismo).
Cuando pagué las ¡¡¡¡¡¡¡8.000 pesetas!!!!!! que me llevó, me tuve que quedar yo sin la limpieza de boca mía, se dice pronto, por habérsela hecho al perro. Más me tenía que haber pasado.
Es que estamos en el mundo al revés: yo voy al seguro, y no me salgo ni loca, porque no me lo puedo permitir. Sin embargo pagué revisiones, analíticas, electros, operaciones, radiografías... todo particular. El perro de paga y yo al seguro.
Al ver al perro en el carrito, he pensado que a veces procuramos más el bienestar de los animales que el de las personas.
Por eso yo quiero reencarnarme en perro. De ellos es el futuro .

8 de julio de 2010

El trabajo de adelgazar


Realmente lo es porque si quieres perder algún kilo, has de luchar contra toda la industria de alimentación, que se encarga de poner en los productos cosas raras que no son aptas para la mayoría de los regímenes dietéticos.
Por qué el chorizo, el jamón, el bacon o las salchichas tienen que llevar azúcar? Y las latas de tomate frito, la mayonesa, el foie, muchísimas conservas.......................es una verdadera tortura hacer una compra teniéndo que leer todas las etiquetas, porque donde menos te lo esperes....¡ZAS! Ahí está agazapada.
¿Y los almidones? ?Para qué le hace falta a un jamón de york , si verdaderamente lo es el almidón? Por poner un ejemplo.
Y si hablamos de las "osas" ya es para desesperarse: dextrosa, maltosa, jarabe de glucosa...........
Cuando llega esta época procuro quitarme algún kilito, porque el verano es muy traicionero y los michelines florecen, pero me da una pereza horrorosa por el tema de la compra de los alimentos.
Suelo hacer una dieta baja en carbohidratos (Montignac), que me da buenos resultados, pero cuya peregrinación por las distintas grandes superficies para encontrar los productos, disuaden al más voluntarioso de los mortales.
Ayer estuve en tres de ellas para conseguir productos libres de montikkas, y os juro que me entraron ganas de mandar la dieta a tomar viento, pero no lo hice, me armé de paciencia y me repasé los ingredientes de todos los sobres de fiambre (porque si lo compro al corte no me entero), lo cual me llevó un buen tiempo, porque además, la letra es de juzgado de guardia, que yo creo que la ponen tan pequeña para que pasemos de leerlos, pero al final logré traerme a casa algunas cosas que me servían.
En la mayonesa de la foto pone "sin conservantes". ¡Pues lleva azúcar!
Aquí os dejo una página por si os queréis calentar la cabeza un ratito.

5 de julio de 2010

Tarta helada celestial

Es una tarta que saqué del foro de mundorecetas, pero se hizo famosa y ya no sé quién fue su autora.

Ingredientes:

8 claras de huevo
700 gr. de nata para montar
250 gr. de leche condensada
Una pizca de sal
Unas gotas de limón
Praliné del que venden hecho (vahiné). Es que hacerlo lo veo un poco tonto por el trabajo, y porque el resultado es prácticamente el mismo.

Para la base:

200 gr. de galletas
2 brazos (los industriales valen), rellenos preferiblemente de trufa. Yo no encontré y lo puse de nata. Es que se ve más bonita con el de trufa.

Preparación:

Pulverizar las galletas en thermomix o a mano y reservar.
Montar las claras con unas gotas de limón y una pizca de sal. Reservar.
Montar la nata en un recipiente grande y cuando ya esté hacer un hueco en el centro y echar la leche condensada. Después las claras, mezclando con cuidado con la espátula con movimientos envolventes.
Utilizarlo de inmediato para que no se baje.
Preparar un molde desmontable o mejor un aro.
Se pone la base de galletas y las paredes se forran con rodajas del brazo de gitano.
Se pone la mitad de la mezcla.
Se cubre con el praliné.
Se termina con la otra mitad de la mezcla.
Meter al congelador.
Una vez fría, se decora como queramos. En este caso, yo le he puesto el mismo praliné.
Hay que tener en cuenta que no lleva gelatina, y por lo tanto no cuaja al estar descongelada.
Es una tarta helada y sacándola antes de comer, es suficiente para que esté buena para el postre.
Está realmente..................celestial.





4 de julio de 2010

Ahora, a ganar a los alemanes


Ya vuelvo a la normalidad con internet ¡Gracias a Dios! Qué mono tenía.
Acabo de ver el partido España-Paraguay, y he gritado, me he emocionado, me he cabreado, me he levantado de la silla acordándome de la madre del árbitro que nos ha hecho repetir el penalty y en definitiva me lo he pasado bien.
En el descanso he preparado unos buenos bocatas, y ¡Hala, a sufrir, otro poco! Que mira que sufro yo cuando juega España, que incluso a veces me voy a hacer cosas para no estar delante del televisor y sufrir menos.
Y todo lleno de banderas por las calles y fachadas, orgullosísimos de nuestro equipo.
Me asalta una duda: ¿Por qué razón si salgo ahora con una bandera a la calle, se ve normal, y si se me ocurriera ponerla en el balcón en tiempo de no fútbol, seguro que algún gilí me llamaría fascista?
La bandera española viene de la época de Carlos III y está muy por encima de todas las idioteces que se dicen y se piensan a su sombra. Para mí es la bandera de mi país, y tengo derecho a ponérmela en plan capa con fútbol o sin fútbol, o hacerme un traje con ella.
¿O es que sólo nos sentimos orgullosos de ser españoles cuando los resultados deportivos nos son favorables?
Por favor, no seamos tan cortos de entendederas.
A POR ELLOS........OÉÉÉÉÉÉÉÉÉ´.....
A POR ELLOS.................................OÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ