16 de enero de 2012

Los pelos de punta

Sigo con gran interés todas las noticias del naufragio del Costa Concordia, porque me viene a la memoria los momentos tan buenos que hemos tenido mi Antonio y yo en los cruceros que hemos hecho, y aunque a veces te pasen por la cabeza que estas cosas pueden llegar a suceder, uno se autoconvence de que estos barcos disponen de todos los sistemas de seguridad para que todo transcurra felizmente, y para que si algún contratiempo hubiera, se pudiera solucionar.

Hay muchos puntos oscuros en este desastre, y lo principal es que hay seis personas que embarcaron llenas de ilusión, y que ahora están muertas.
¡Qué angustia más grande tienen que estar pasando sus familiares!
Recuerdo haber conocido a personas mayores cuyos hijos les habían regalado el viaje, jóvenes en su luna de miel, abuelos con sus nietos (frente a nosotros, ocupando dos camarotes, los abuelos maternos y paternos con los niños), personas que celebraban así su jubilación, viajes de fin de curso... una historia detrás de cada persona.
Cuántos preparativos, de las excursiones, de la ropa, de los papeleos... el viaje es la culminación de un tiempo en el que también se disfruta preparando las cosas.
Creo que de momento hay seis muertos y catorce desaparecidos. Conforme van pasando las horas, se complica más el poderlos encontrar. Lo peor es que el Concordia se está moviendo y se puede deslizar hacia aguas profundas, yéndose directamente al fondo.
El barco venía de Civitaveccia y se dirigía a Savona. Pasaba por delante de la isla de Giglio, y según costumbres, solían acercarse mucho al puerto para saludar a los habitantes de la isla con las sirenas sonando. Parece que esta vez se salió de su ruta y se metió en una zona demasiado próxima a la costa. Chocó con una roca y parece que el Capitán fue llevando la nave hasta un sitio menos profundo para facilitar el rescate de las personas. Al escorar tanto el barco, las labores de rescate fueron muy complicadas, ya que las barcas salvavidas de una de las bandas no se podían utilizar.
Dicen que el Capitán abandonó el barco antes de estar a salvo el pasaje, y eso le puede acarrear problemas penales. Ya se verá.
La compañía habla de "error humano".
Estos barcos llevan a bordo la última tecnología para que estos accidentes no pasen. Es raro que al acercarse a unas rocas no saltaran todas las alarmas... es raro.
También se habla de que el alcalde de la isla le envió rápidamente una carta al comandante dándole las gracias por la pasada que había dado por delante de la isla, que había agradado mucho a los turistas de la zona.
Hay que pensar en los pros y los contras de estas tontadas, que pueden traer estas consecuencias.
Mi condolencia a los familiares, y si alguien ha sido responsable, que lo pague.