Empezaba nuestro cuarto día en París y teníamos programado ir por la mañana a Montmartre y por la tarde al Barrio Latino.
Nos bajamos en la estación de metro de Anvers y fuimos al Sacre Coeur. Personalmente no me gusta mucho esta basílica porque me recuerda a un souflée.
Luego nos dirigimos a la Plaza del Teatro para ver a los pintores y vivir el ambiente bohemio de esta zona, aunque, como siempre, el turismo se come todos los tópicos.
No tengo más remedio que hacer un inciso en esta foto. Me parece de las mejores que ha hecho Antonio.
En esta tampoco me he podido resistir. ¿Alguien se imagina una cafetería que tuviera las sillas como la bandera de España? No quiero ni imaginarme todo lo que le podría pasar por tremendo disparate.
Había muchos músicos y gente, digamos pintoresca.
Vista desde la basílica. A la derecha, el cementerio de Montmartre.
Bueno, pues ya nos bajamos. Yo, junto al tiovivo de Amelie.
Como es hora de comer, nos vamos al apartamento a tomar algo y a dormir la siesta, porque esta tarde queremos pasarla en el Barrio Latino.
Vamos bordeando el Sena, viendo las tiendas de líbros típicas de esta zona. Son unas aletas metálicas que luego cierran con candados. Pasamos por el puente d'Arcole a la Isla de la Ciudad, donde se encuentra Notre Dame.
El Palacio de Justicia.
Detalle de la puerta.
La Basílica de Notre Dame.
Interior de Notre Dame.
Lateral de Notre Dame.
La parte trasera
Me parece imponente y majestuosa.
Vista de la Basílica desde el puente de los candados.
Uno de los muchos barcos-restaurante que hay por el Sena.
Yo iba buscando esta librería y la encontramos nada más cruzar al Barrio Latino.
Aspecto del interior.
Por dentro. Se respira un ambiente especial, entre tanto libro usado.
Luego me senté en esas sillas y estuve viendo los libros que había en esa maleta vieja.
Bonita foto de mi Antonio.
Los precios en este barrio, son bastante más baratos que en otros barrios de París.
Iglesia de San Severín.
Vista de la misma iglesia.
Museo de Cluny. Es el Museo Nacional de la Edad Media.
La Sorbone y el Museo Cluny están frente a frente. El museo me gustó especialmente.
Está ubicado en una mansión medieval y se llama así porque desde el siglo XIII fue la sede del hospicio-residencia de los Abades de Cluny.
Durante la Revolución Francesa, el edificio fue confiscado por la República y en treinta años ha ido cambiando de propietario. Uno de ellos, médico, utilizó la capilla del piso superior como sala de operaciones.
En 1832 Alexander Sommerand instaló allí su magnífica colección de arte medieval y del Renacimiento. Después de su muerte, en 1842, la colección fue adquirida por el Estado, que lo abrió como museo en 1843.
La Sorbone. A este barrio se le llama "latino", porque los estudiantes que venían a esta Universidad, estudiaban latín.
El edificio del museo impone bastante. Nos transporta a otros tiempos.
Vamos volviendo a la Catedral.
Ya se empezaba a esconder el sol, así que fuimos paseando por el Sena y luego a cenar a un bistrot.
Nuestro cuarto día en París ha dado mucho de sí y estamos cansados, pero ha sido un placer subir a la plaza de los pintores y recorrer esta tarde el Barrio Latino.
Mañana nos espera el Branly, que tanto Antonio como yo tenemos muchas ganas de conocerlo.