8 de noviembre de 2015

Museo Cervantes en Esquivia


Hoy hemos pasado el día con unos buenos amigos, y nos han dado la sorpresa de llevarnos hasta el pueblo toledano de Esquivias, cuna de la mujer de Miguel de Cervantes, Catalina de Salazar y Palacios.
Allí existe un museo en la casona que habitó el matrimonio, y junto con la guía que nos ha acompañado y explicado todos los pormenores de las estancias y objetos que íbamos viendo, nos hemos ido enterando de muchas cosas, entre ellas, que varios de los personajes del Quijote eran de aquí, e incluso puede que el protagonista estuviera inspirado claramente  en Don Alonso Quijada de Salazar.



Esquivias es un pueblo cercano a Madrid, que se halla en la Ruta del Quijote.


Se encuentra el museo en la Plaza de Cervantes, como no podía ser de otra manera. Al llegar a la iglesia, se puede ver ya un indicador de color morado,  que nos encamina hacia allí perfectamente.


Lo primero que nos sorprende es la dimensión del patio y de la casa en general. Por todas partes vamos a ver tinajas que eran utilizadas para el vino, pues aquí se producía el mejor de la zona, siendo el preferido por la Casa Real.


Y para dejar constancia de nuestra visita, aquí estamos posando Cristina, Manolo, Antonio y yo.


Nos explica la guía que el pueblo tiene cuatro kilómetros de cuevas, que se utilizaban para guardar las cosechas y como despensa en general. Se comunican entre sí las de la vecindad, aunque actualmente, paredes de piedra separan las de cada casa. 
La reja que está abierta es por donde vamos a acceder a la perteneciente al museo. La de la derecha ya es de otra vivienda.
Pues bajamos.



Y nos encontramos con las famosas cuevas, que a mí, particularmente, me han parecido algo muy peculiar por lo misterioso y al mismo tiempo atrayente del lugar.


Este es el recibidor de la primera planta, con la cocina al fondo. Nos ha llamado la atención lo pequeño de los muebles, pero claro, en esa época la gente era más bajita.


Aquí tenían la biblioteca, y la ventana da directamente al patio, habiéndose podido inspirar aquí Cervantes en el episodio que narra cómo tiran los libros por la ventana para que Don Quijote no leyera más y no se volviera más loco de lo que ya estaba. Luego, en el patio los quemaron.


Sala de armas.


Armas y objetos de Don Quijote.


Cuarto de las mujeres. Aquí he notado a faltar el estrado, que apenas está iniciado debajo del mueble, aunque según la guía estaba por poner. Aquí se reunían las mujeres sentadas en cojines, y de ahí el dicho de "las mujeres con la pata quebrada y en casa", por la posición de las piernas. Si había algún hombre, se sentaba en una silla alrededor.


La cocina de la planta baja, cuya chimenea conecta con la del primer piso.


En la bodega, además de las tinajas de vino, existen multitud de aperos curiosos, al menos para mí, nada ducha en las cosas de campo.


La alcoba del matrimonio. Catalina se quedaba en la casa mientras él viajaba. Era una mujer joven cuando conoció a Cervantes, bastante mayor que ella, pero debió de sentirse atraída por las historias que le contara. Ya había estado en la Batalla de Lepanto y en la prisión de Argel.


En las estanterías de la recepción se agolpan gran cantidad de versiones del Quijote en muchísimos idiomas.



Acta de la boda de Miguel de Cervantes con Catalina de Palacios.


Personajes del Quijote tienen su origen en gente de este pueblo.


Edición original de La Galatea.


Más personajes conocidos de la novela de Cervantes.


Parece ser que esta persona, por sus características, fue el que inspiró a Cervantes su famosa novela, y que de hecho no fue publicada hasta su fallecimiento, por respeto. 


Yo, cada vez que miro a mi marido, lo encuentro más parecido a Cervantes. jajajaja. No sé por qué razón a la pobre Catalina la han puesto tan bajita. Debido a un error de posicionamiento de mi cabeza, que parecía nacer de un cuello en el hombro izquierdo, ha habido que hacer unos retoques y  así me hallo, tiesa, con una melena al estilo de la época, admirando a mi Señor. Jajajajaja


Ahora dejo aquí información más completa sobre este museo, procedente de la página de turismo.

Esquivias ha conservado a lo largo del tiempo esta ilustre mansión en la que se mantiene intactas todas las características de las casonas de labradores acomodados del siglo XVI.
Es una típica casona de dos plantas con patio empedrado al que se accede por un portalón y que conserva perfectamente la estructura de los techos, de vigas vistas, así como las puertas con los herrajes y las rejas de las ventanas.
En 1971 fue declarada Monumento Histórico-Artístico. Posteriormente, en 1990 la Fundación Ramón Areces concede al Ayuntamiento de Esquivias el importe económico necesario para la adquisición del inmueble, con el plácet de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, hasta entonces de propiedad particular. En 1991 comienzan las obras de restauración y finalmente la Casa Museo de Cervantes fue inaugurada el 12 de Diciembre de 1994, coincidiendo con la celebración del aniversario del matrimonio entre Catalina de Palacios y Miguel de Cervantes.
Todos los rincones de la mansión nos provocan imaginar cómo era el tipo de vida de las gentes del siglo XVI, las cocinas, las alacenas, los patios empedrados, el cuarto de costura, la cuadra, el lagar, los pozos, las paredes de tapial y la bodega, donde las enormes tinajas conservaban el buen vino que se hacía en Esquivias. El vino llegó a ser muy famoso, lo que queda demostrado por un decreto Real de 1530, según el cual el vino de Esquivias estaba reservado para la casa real, la nobleza española y para enfermos y parturientas con receta médica.
Concretamente, Cervantes se refiere a la calidad de los vinos esquivianos en el prólogo de "Persiles y Segismunda" y en un fragmento de "El coloquio de los Perros".
Al igual que la mayoría de las casas antiguas de Esquivias, la Casa de Cervantes aún conserva su cueva, destinada principalmente como despensa donde reposa el vino.
La casa perteneció, como consta en el escudo de su fachada principal, al hidalgo Don Alonso Quijada de Salazar, miembro de la familia de los Quijadas, ricos terratenientes esquivianos.
Gran número de biógrafos cervantinos, como Rodríguez Marín y Astrana Marín, consideran que este hidalgo constituyó el primer boceto, para la creación del universalmente famoso personaje "Don Quijote de la Mancha".
Don Alonso, que era una persona muy dada a la lectura de libros de caballerías y terminó profesando como fraile en el convento de San Agustín de Toledo, era pariente lejano de Catalina de Palacios, mujer de Cervantes.
El 12 de diciembre de 1584 contraen matrimonio en la Iglesia Parroquial de Esquivias, Miguel de Cervantes Saavedra y Catalina de Palacios, hidalga de Esquivias.
Durante su estancia en esta villa, Cervantes comienza a fraguar el núcleo del "El Quijote", ya que aquí conoce a algunos personajes que luego le servirían para escribir su obra universal.
En las vitrinas del museo se exponen varias ediciones de la obra inmortal de Cervantes, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, traducidas en diferentes lenguas, la más antigua de todas ellas una edición inglesa del siglo XVII. La Exposición también atesora varias copias de documentos del siglo XVI pertenecientes a los libros parroquiales que demuestran la existencia de algunos personajes de “El Quijote”, que vivían en Esquivias en la misma época en la que Cervantes era vecino del lugar, como es el caso de Diego Ricote, El Bachiller Sansón Carrasco, El Vizcaíno, Juana Gutierrez, Mari Gutierrez y Teresa Cascajo, pero en el famoso libro también aparecen reflejados algunos rincones de esa casa, como la ventana de la biblioteca a través de la cual son arrojados al fuego del corral los libros expurgados de la biblioteca de Don Quijote.

Y  hasta aquí lo que ha dado de sí esta excursión que nos ha sorprendido por inesperada e interesante.