Milagro porque está muy lejos de los tiempos que precisa la elaboración del pan "normal", pero con un resultado muy bueno.
La primera hogaza está cocinada sin levar, y la segunda con un levado de una hora. Las dos están buenas, pero para mi gusto, si se tiene tiempo, la miga queda más suelta en la que lleva el levado.
Aunque serán muchas las veces que haga la primera, porque me cuesta menos trabajo que bajar a la panadería y está muy rico.
Ingredientes:
310 gr de harina
175 gr de agua
20 gr de aceite de oliva virgen extra
15 gr de levadura prensada (la de cubos)
una cucharadita de sal
Elaboración:
Ponemos la harina en un bol y desmenuzamos por encima la levadura. Agregamos la mitad del agua y revolvemos. Añadimos el aceite y el resto del agua y vamos mezclando bien. Por último añadir la sal.
Sacamos la masa y la trabajamos unos diez minutos hasta que se nos quede fina y algo elástica. Formamos con ella una bola.
Pincelamos con aceite una fuente de Pírex que tenga tapadera y ponemos allí nuestra bola de masa. La pincelamos con aceite y espolvoreamos de harina. Le hacemos unos cortes, tapamos la fuente y la metemos al horno que estará FRIO. Lo encendemos a 220º C con calor arriba y abajo. Lo tenemos de 45 minutos a una hora, dependiendo de cómo nos guste. Se saca y se pone en una rejilla hasta que enfríe.
El proceso de la masa se puede hacer en la Thermomix, pero es que es tan simple, que no merece la pena.
Si queremos la masa con levado, cuando tengamos nuestra bola en el Pírex, no la pincelaremos de aceite, pero la espolvorearemos de harina y la taparemos con un paño para que repose una hora. Cuando haya doblado su volumen, le haremos los cortes y la meteremos al horno, pero esta vez ya precalentado a 220º C durante unos 40 minutos.
Vigilad los tiempos porque cada horno es un mundo.
Este corte es sin levado.
Y este con una hora de levado.
Naturalmente a este pan se le puede agregar lo que se quiera : pipas de girasol o calabaza, copos de avena, semillas de amapola, sésamo...