24 de febrero de 2023

Mijas

 


Es un municipio andaluz de la provincia de Málaga, que se divide en tres zonas. En este caso, fuimos a Mijas pueblo. Es el tercero en cuanto a densidad de población, por detrás de Málaga y Marbella. Un pueblo muy cuidado, muy atractivo y muy lleno de gente por todas partes. Dedicado casi en su totalidad al turismo, las tiendas de souvenirs, bares y restaurantes, abundan.

Ermita de la Virgen de la Peña y Mirador del Compás. Fue  excavada en la roca por un monje Carmelita, en la segunda mitad del siglo XVII.

Entrada a la ermita.

En su interior se encuentra la imagen de la Virgen de la Peña, patrona de Mijas que, según la leyenda,  fue descubierta en 1586 por dos niños pastores, que fueron guiados hasta el lugar por una paloma.

Los devotos traen aquí sus rosarios y echan sus peticiones en la urna.

Tienda de recuerdos junto a la ermita.

Muy cerca se encuentra la parada de burrotaxis. Esta costumbre aparece a finales de los años 50, a raíz de que algunos trabajadores de las canteras que regresaban a sus casas en burro, fueran requeridos por los turistas para fotografiarse o dar una vuelta. Yo no me subí, porque recordaba el olorcillo a los mulos de Santorini, y preferí abstenerme.

Hay 61 burros. 13 son de carro y 48 de silla. Están en la Avenida del Compás. También hay caballos tirando de carros.


Ermita de los Remedios.

Puesto de almendras  garrapiñadas.

Ermita de San Sebastián.




Muchas calles no son aptas para personas con movilidad reducida.




Mijas desde uno de los miradores.



Es un pueblo muy fotogénico y cuesta dejar quieta la cámara.




Hay un museo digno de ver, que es el de miniaturas "El Carromato de Max". Recoge una colección de artículos en miniatura, procedentes de todo el mundo, con un total de 360 piezas. Juan Elegido Millán o el Profesor Max, como se le conoció, estudió periodismo y medicina, pero llevó una vida bohemia y aventurera. Fue un hipnotizador de  gran éxito y en 1972 decidió instalarse en Mijas.

Corrida de toros en una lenteja.

Cabeza de un hombre blanco reducida por los jíbaros.

Las Meninas de Velázquez en tamaño 8 por 5cm.

Las Siete Maravillas del Mundo, talladas en un palillo de dientes. 

Hay tantas cosas curiosas en este museo, que es tarea casi imposible ponerlas. Desde un retrato de Lincoln pintado en una cabeza de alfiler, a un Padrenuestro escrito en el canto de una tarjeta de visita, pasando por pulgas disecadas y vestidas. Merece la pena verlo.








Un pueblo para pasearlo tranquilamente y admirar la decoración de sus calles con las casas encaladas y sus flores.

Museo de carácter etnográfico donde se recogen los antiguos oficios y tradiciones de la villa. Se pueden ver las recreaciones de dos molinos de aceite, una bodega de vino, una panadería, o una casa tradicional.











En este museo es tan bonito el contenido como el continente.








No creo que tengáis problemas a la hora de encontrar regalitos para la familia o llevaros un recuerdo de aquí.

La Plaza de Toros no desentona nada con el resto de los edificios.

Es curiosa por su forma ovalada.

Lo de los burros resulta muy pintoresco.

Estos van más cómodos.






Los burros tienen su número también, algo así como su matrícula.

Museo del Molino, que lo encontramos cerrado.

Plaza de la Constitución.

Lo hemos pasado muy bien y nos llevamos en la retina el recuerdo de estos animales tan bonitos y tan bien adornados. Y sobre todo... tan pacientes.