Estoy hasta los cojones de tener que aguantar tanta intolerancia y falta de respeto de aquellos que tienen por bandera, por supuesto en exclusiva, la tolerancia y la libertad.
27 de marzo de 2012
¡¡¡A TRABAJARRRRRRRRRRRRR!!!!!!
Estoy hablando de los sindicatos. ¿Cómo se puede permitir que unas personas a las que les importa un pimiento los trabajadores (aunque algunos de ellos todavía no se hayan dado cuenta), vengan con la que está cayendo a dar la puntilla a la economía española?
Callados como zorrones mientras Zapatero hundía la nación. Como a este el concepto le parecía discutido y discutible, pues no paró hasta dejarla como la ha dejado. Pero sigamos con las bayetas que le limpiaban el suelo por donde pasaba, un día sí y otro también: si de verdad les importara el trabajador, tendrían que haber convocado esta huelga cuando se contabilizaban ya tres millones de parados, pero claro, si se movían no salían en la foto, y la foto lleva detrás la mamandurria correspondiente. Lo que le montaron a Zapatero fue una huelga támpax: que no se note, que no traspase, que no moleste... ¡Indignante para cualquier persona con sentido común, independientemente de los colores políticos!
Si a lo mejor hubieran salido entonces, quizás no estaríamos ahora así.
Pero la saca es la saca.
Respeto el derecho a la huelga de las personas que la quieran seguir, pero ¡EXIJO! el mismo respeto para los que quieran trabajar. Uy, uy, uyyyyyyyyy, qué intolerante me he vuelto. Así no vamos bien. ¿Me mandarán un piquete-exprés, última moda on line de presión sindicalista?
Tal cual. Hay un teléfono para pedirlo. ¿Podré pedir entonces un contra-piquete? Lo siento, pero ha vuelto a salir mi conocida intolerancia. No tengo remedio.
Ya están avisando de que la jornada será muy violenta contra esos trabajadores que creyéndose lo del respeto y la tolerancia, vayan a trabajar el jueves.
Parece que teman no tener unos resultados muy buenos y muy en contra del Gobierno, si no ponen todos los piquetes en el asador para impedir la libertad de los ciudadanos a elegir lo que les dé la real gana, y para que eso no ocurra, vulnerarán los derechos de los trabajadores que con toda la razón del mundo, piensen que estos sindicatos no les representan.
¿Todo lo que destrocen lo pagarán con el dinero de sus arcas que están bien llenas?
Creo que Rajoy fue muy débil no quitándole la subvención a esta panda de sinvergüenzas que viven anclados en la comodidad a costa precisamente de los trabajadores a los que dicen defender (ya se ha visto cómo los han defendido en todo este tiempo). Los sindicatos se deberían de financiar con el dinero de sus afiliados, o poniéndoles una casilla en la declaración de la renta, pero no teniendo una descomunal partida de los presupuestos destinada a subvencionar a mucha gente que no hace nada. Bueno, algunos hacen declaraciones exaltadas contra la derecha, mientras les llega todos los meses al banco un verdadero dineral.
Antes, uno aspiraba a ser funcionario. Ahora, sindicalista. Antes, los niños querían ser Mario Conde. Ahora quieren ser Cándido, Toxo, o la legión de liberados que les rodean.
No tengo nada en contra de que existan los sindicatos, pero no los quiero con esta gente.
Ahora la montan porque toca y nada más. Saben de sobra que la reforma laboral no hay más remedio que hacerla porque gracia a ellos, entre otros, tenemos el desastre que tenemos. Pero es lo que menos les importa, aun siendo conscientes de que esa decisión puede ser catastrófica para la economía del país y para los trabajadores, entre los cuales, ellos, desde luego no se encuentran.
Y el jueves...
¡¡¡¡A TRABAJARRRRRRRRRRRRRRRRRRR!!!!!!!!!