16 de mayo de 2016

Crucero Barcelona-Estocolmo. Amsterdam



Llegamos sobre las ocho de la mañana a puerto, aunque estuvimos entrando por el canal desde el amanecer. Hacía un día estupendo y nos disponíamos a disfrutarlo sin prisas.



Desde la cubierta superior se podía ver la estación y la Iglesia de San Nicolás, en pleno Barrio Rojo.


Había muchos barcos que hacían rutas fluviales, y después de ver más de cerca algunos, confieso que me entró el gusanillo de hacer alguno en otra ocasión.


Frente a la terminal hay un cebtro de ocio y de ciencia, con una estructura muy original.


Como la terminal está cerca de la Estación Central, no merece la pene tomar el tranvía y decidimos llegar hasta allí dando un agradable paseo.


La Estación Central, un edificio magnífico del mismo estilo que el Rijksmuseum


Empezamos nuestro recorrido subiendo por Damrak.


Tuve algún problema con las fotos, como puede verse, pero las pongo a pesar de ello
El antiguo edificio de la Bolsa (Beurs van Berlage), la más antigua del mundo. El arquitecto, del que lleva el nombre el edificio, utilizó para su construcción nueve millones de ladrillos.
Actualmente es un centro para celebraciones de eventos, conciertos y exposiciones.
En las esquinas, esculturas de héroes de la ciudad.
Aquí se casaron por lo civil los reyes Guillermo y Máxima en 2002.


En esta calle hay varias tiendas de quesos.


Mi queso favorito. Es el queso más rico del mundo. Cuando lo vi tan grande me dio un subidón.



Se nota que me gusta este queso, ¿no?


Esta última de queso se la dedico a mis tías, quienes me compraban siempre uno entero. En los tiempos en que se traían de Andorra, ellas lo encargaban para que no me faltara el Gouda Holandés.


El famoso Centro Comercial De Bijenkorf, que hace esquina en la plaza.


El Palacio Real, antiguo Ayuntamiento, en la Plaza Dam, frente al monumento.


Monumento en la Plaza Dam, corazón de la ciudad. Cada 4 de mayo, en este lugar se celebra la solemne ceremonia de conmemoración del Día de las Víctimas de la II Guerra Mundial.
Aquí fue construido el primer dique (dam en holandés) en el siglo XIII, sobre el canal del Amstel.


El monumento más de cerca.


Frente al monumento, la otra parte de la plaza. De frente el Ayuntamiento y a la derecha la Nieuwe Kerk, antiguo templo, dedicado ahora a conciertos y exposiciones.
Es el lugar de enterramiento de los héroes navales. En este templo se casaron Guillermo y Máxima y fue también escenario de la coronación de Guillermo en el 2013.


El Capitán frente al Museo de Cera más famoso del mundo, en una esquina de la plaza, al comienzo de Rokin.


La esquina del Madame Tussaud.


Seguimos por la calle Rokin hasta Muntplein, donde está la Munttoren o Torre de la Moneda, que fue parte de una puerta de la muralla medieval.
Se llama de la moneda porque a finales del XVII aquí se acuñó moneda.


Y llegamos al mercado de flores, en el canal Singel, donde los puestos flotantes eran muy atrayentes y donde compré bulbos de tulipanes de todos los colores y tipos. ¿Que si salieron luego? Pues sí, pero como hemos tenido una primavera adelantada, salieron antes de tiempo y luego se helaron, pero en la tierra están para el año que viene.





Este mercado fue una de las cosas que más me gustó de Amsterdam,


El Singel


Estatua ecuestre de Guillermina de Holanda, en Rokin. No sé lo que le pasaba a mi máquina que hacía unas fotos rarísimas. Parece que tienen pespuntes.


Escuela Ilustre, precursora de la Universidad de Amsterdam.


De camino al Barrio Rojo.





Sin comentarios. Podéis elegir.


El escudo de la ciudad está presente en edificios y en todo tipo de objetos.
Tres cruces de San Andrés con dos leones y la corona imperial austriaca.





Volvemos a la Plaza de la Estación.


Cientos de bicicletas.


Iglesia de San Nicolás junto al Barrio Rojo.


Vamos a coger un paseo por los canales.


Nos montamos aquí y no fue la mejor elección.


















Esta foto me gusta especialmente.
Terminamos el recorrido en barco donde mismo lo empezamos, y el caradura del capitán (con minúscula) pretendía que le diéramos propina. Nos aseguró que las explicaciones se darían también en español, cuando solo lo hicieron en inglés. 


De nuevo en tierra y nos encaminamos al puerto de barcos antiguos.




Otra casa flotante. Vimos muchas.


Vista del Centro de Ciencia Nemo, el más grande de Holanda.


Museo Marítimo.


Este señor me suena.


Había muchos barcos con quillas laterales.


Subida al Nemo.


Más barcos. Mi Capitán no se dejó ni uno sin fotografiar, pero yo resumo.


Volvemos otra vez a la Estación Central para tomar el camino a nuestro barco.


Como no ande uno listo, te atropellan las bicicletas o los tranvías.


De aquí salen los cruceros por los canales.


Por allí andaba Google.


Ya llegamos a la terminal.
Comimos en el barco y a primera hora de la tarde salimos, esta vez con rumbo norte. Pero primero teníamos que pasar la esclusa.





Aquí se ve mejor la situación.


El práctico nos dejó en franquía y nuestro barco se dirigió hacia el norte. Para llegar a Copenhague tendremos que rodear la península de Jutlandia, y necesitaremos hacerlo en dos días. Hay que preparar lectura.
Somos conscientes de todo lo que nos ha faltado por ver, pero hemos elegido esta forma de viajar y sabemos que el tiempo es limitado. Podíamos haber corrido más e ir al Rijskmuseum, a la Casa de Ana Frank, al Van Gogh... pero decidimos pasear y disfrutar de la ciudad.