Foto de Lope de Vega con la Cruz de Malta.
Félix Lope de Vega y Carpio nació en Madrid el 25 de noviembre de 1562, hijo del bordador Félix de Vega y de Francisca Fernández Flores.
Niño precoz, a los cinco años era capaz de leer en castellano y latín, además de componer versos. A los trece ya escribía comedias.
El llamado por Cervantes Monstruo de la Naturaleza, fue uno de los dramaturgos más importantes del Siglo de Oro español.
Vivió un tiempo en Sevilla y luego se trasladó a Madrid donde estudió cuatro años con los jesuitas en la Universidad de Alcalá, sin lograr ningún título.
Aventurero por naturaleza, en 1583 se enroló en la Marina con Dn. Álvaro de Bazán, Marqués de Santacruz.
Tuvo amores con Elena Osorio y, debido a unos libelos que publicó sobre su familia, fue desterrado de la corte ocho años. Al parecer, su padre le buscó otra persona con quien casarla, y ella aceptó. Entonces escribió:
Una dama se vende a quien la quiera.
En almoneda está. ¿Quieren comprarla?
Su padre es quien la vende, que aunque calle,
su madre le sirvió de pregonera.
Recordará a Elena Osorio en "La Dorotea", pero ya estaba en amores con Isabel de Urbina, a quien raptó, y con quien se casó por poderes el 10 de marzo de 1588. En sus versos la llamará "Belisa", anagrama de Isabel.
Se enroló en la Armada Invencible, y tras la derrota volvió, se instaló en Valencia y luego en Toledo, como secretario del Marqués de Malpica.
A finales de 1594 murió su esposa de sobreparto, y en 1595 fue indultado del destierro, volviendo a Madrid, pero fue procesado por amancebamiento con Antonia Trillo.
En 1598 se casó con Juana Guardo, hija de un carnicero, mujer inculta y vulgar, dando lugar a la maledicencia de sus amigos escritores, mientras en Toledo mantenía una relación con la actriz Micaela Luján, de la que tuvo cinco hijos, entre ellos Carlos Félix y Marcela.
A estas alturas ya era dueño de la escena española y había compuesto más de 200 obras.
En 1612 su hijo Carlos Félix murió de fiebres, y su mujer, a menudo enferma, falleció al año siguiente al dar a luz a Feliciana. Estas desgracias le hicieron reflexionar y tomó los hábitos el 24 de mayo de 1614, pero en 1616 conoció a Marta de Nevares, de veintiséis años, con quien compartió sus últimos años. Marta se quedó ciega y enloqueció, muriendo a la edad de 41 años.
De todos sus hijos solo le sobrevivieron Feliciana y Marcela, que se hizo monja Trinitaria.
Lope de Vega murió en agosto de 1635. El día 24 se levantó muy temprano, dijo misa, cuidó de su jardín como hacía cada día y se encerró en su estudio a trabajar. Por la tarde salió de casa para asistir, en el Seminario de los Escoceses, a unas conclusiones de Medicina y Filosofía, y durante la ceremonia sufrió un desmayo. Un médico amigo le atendió y se ocupó de que lo llevaran a su casa, donde se le practicó una sangría. Al día siguiente, que todavía escribió un soneto y un poema, le dieron los sacramentos.
El domingo, 26 de agosto, hizo testamento nombrando heredera a su hija Feliciana y murió al día siguiente. Las honras fúnebres duraron nueve días y fue enterrado en la Iglesia de San Sebastián.
Por deseo expreso de su hija Marcela, el entierro pasó por delante del Convento de las Trinitarias.
A mediados del siglo XVII sus restos pasaron a la fosa común.
Escribió 1500 obras dramáticas, 3 novelas, 4 cuentos largos, 9 epopeyas, 3 poemas didácticos y 3000 sonetos.
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Desde la Universidad Popular Miguel Delibes se programó una visita a la casa del autor, y en esta foto se puede ver uno de los grupos, ya que solo podíamos entrar un máximo de diez personas, debido a las reducidas dimensiones de algunas estancias.
La casa fue comprada por Lope de Vega al precio de 9.000 reales y vino a vivir a ella en 1610. Aquí vivió su hijo, sus hijas y su nieto y más tarde fue vendida a otra familia, hasta que la RAE se hizo cargo de ella, para dedicarla a la memoria del escritor.
Se encuentra en la calle Cervantes, en pleno Barrio de las Letras.
Entrada de la casa, con el patio al fondo. Sobre la puerta hay una inscripción en latín. Traducido, es algo así: Lo mucho, si es ajeno, nos parece poco, y lo poco, si es nuestro, nos parece mucho.
Placa en la fachada
En el zaguán hay un escudo con la dedicatoria que le dedicó la RAE.
Un detalle de la cocina.
Cuadro "Guirnalda de brujería", cedido por el Museo del Prado.
Al otro lado del despacho, un rincón donde Lope de Vega compartía tertulias con sus amigos.
Aquí se encuentra también un retrato de su hija Marcela, monja en el Convento de las Trinitarias. Fue también una gran escritora.
La habitación siguiente es un estrado, una estancia de reducidas dimensiones, donde las mujeres se sentaban a coser, a bordar o simplemente a charlar, sentadas con las piernas cruzadas sobre cojines. De ahí vino luego el dicho "la mujer en casa con la pata quebrada".
desde donde Lope de Vega podía seguir la misa en la capilla.
En la segunda planta nos encontramos con la habitación del Capitán Contreras y su maleta de viaje. Se cree que las aventuras de Alatriste están inspiradas en este personaje.
Desde una de las ventanas se ve el huerto, que nombró en muchas de sus obras.
Cuadro de Ignacio Suárez, donde se ve el entierro de Lope de Vega, pasando por delante del Convento de las Trinitarias, como pidió su hija Marcela.