Fue fundado en 1924 por el Marqués de la Vega Inclán y Flaquer. Quería dar a conocer la manera en la que vivieron sus padres y sus abuelos en la etapa del Romanticismo y, para ello, donó al Estado una importante colección de cuadros, muebles y objetos.
A lo largo de los años la colección fue creciendo gracias a donaciones y depósitos de otras entidades.
Este palacio fue propiedad del Marqués de Matallana. En 1921, el Marqués de la Vega Inclán instaló en él la Comisaría Regia de Turismo y, en 1927, el Estado se hizo con él y lo convirtió en sede del Museo Romántico, inaugurado tres años antes.
Ha sufrido varias remodelaciones y, en 2009, abrió sus puertas como Museo del Romanticismo, movimiento que en España se dio entre 1833 y 1868, en pleno reinado de Isabel II.
A través de sus salas se puede hacer un recorrido histórico y político, así como otro desde el punto de vista del costumbrismo y el arte de esa época.
Durante la Guerra Civil fue su director Rafael Alberti.
El Romanticismo fue un movimiento cultural y político que se originó en Europa a finales del siglo XVIII, como una reacción al racionalismo de la Ilustración y el Neoclasicismo, dándole más importancia a los sentimientos.
El Museo Romántico contiene una cantidad importante de obras de Madrazo, Esquivel y Gutierrez de la Vega, así como un impresionante Goya.
Puerta que da al jardín.
Escalera. En la planta baja hay unos retratos de Isabel II y de su marido Francisco de Asís.
Francisco de Asís.
El vestíbulo. Sala dedicada a la minoría de edad de Isabel II. Retratada a los tres años, en el centro, como si fuera mucho mayor, entre sus padres, Cristina de Borbón y Fernando VII.
Escultura en bronce, que representa a Isabel II con su hija Isabel, popularmente conocida como "La Chata".
Techo de la antecámara procedente del Casino de la Reina. Encontraremos aquí otros que fueron trasladados hasta aquí desde mismo sitio. Este representa un kiosko.
Antesalón I. Dedicado a los orígenes del Romanticismo.
Temática en los cuadro de la Guerra de la Independencia.
Retrato del Marqués de la Romana, con cuello rojo. Piano de madera de palosanto y marquetería, premiado con una medalla de oro en la Exposición de París en 1844.
Retrato de Godoy.
Salón de baile. Era la estancia de mayor ostentación. Sillería de estilo isabelino, realizada en caoba y borne central haciendo juego con la tapicería. y cortinas.
En las paredes, retratos muy importantes, como el que se puede ver de Isabel II, de Madrazo, a la izquierda de la puerta, y a la derecha, la Duquesa de Osuna, que recuerda a la pincelada de Goya.
Duquesa de Rivas
Otra parte del salón. A la izquierda de la puerta, la familia de Gaspar Soliveres, y a la derecha, retrato de Isabel II joven.
En el retrato de la familia hay un detalle curioso: la niña de negro había fallecido ya cuando se pintó el cuadro, pero era costumbre en la época incluir a los fallecidos en los retratos de familia.
Piano en el salón de baile, con el escudo real, de la casa Pleyel de París, hecho expresamente para Isabel II.
Antesalón II. Creado para reuniones sociales más informales.
Temática de las guerras carlistas y de África.
Retrato del General Prim, de Esquivel.
Piano-forte. Cuadro de un conspirador carlista.
Piano jirafa. Sillas volantes, que se pueden trasladar, y que fueron propiedad de Juan Ramón Jiménez.
Salas de costumbristas andaluces. Eran espacios más íntimos y privados. Escuela andaluza influenciada por Murillo. Cuadros de bandoleros, juegos de cartas, toreros y contrabandistas.
Obsérvese el tipo de construcción en "enfilada": se ve todas las puertas en línea.
A la izquierda "Nodriza pasiega".
Cuadro del torero Francisco Montes "Paquiro". A él se debe el nombre del sombrero que usan en la actualidad los torero, y las primeras reglas del arte taurino.
Sala de costumbristas madrileños. Más rudo que el andaluz. Decorado con "randas". Cuadros de estilo goyesco, con temática de la Inquisición y calles de Madrid.
La Saleta. Empieza a darse protagonismo al cuarto de estar, donde se reunía la familia. La pintura es paisajista.
Cuadro que representa la traída de aguas del Lozoya, en la fuente de la calle San Bernardo.
Colección de abanicos y litofanías. unas placas de porcelana con dibujos, que al ponerle una luz destacaban los claroscuros. La iluminación de la sala no me permitió sacar mejor la fotografía.
En el pasillo nos encontramos con este mueble, que no es otra cosa que un retrete, en concreto el de Fernando VII, que se encontraba en el Museo del Prado y que fue donado al Museo Romántico.
Corsé de Isabel II, en el que se aprecia el agujero que hizo la cuchillada propinada por el Cura Merino.
Comedor. Preciosa porcelana parisina.
Lámpara de cristal de La Granja y cuadro de antepasados del Marqués "La familia de Jorge Flaquer".
El comedor se utilizaba para comidas de etiqueta.
Oratorio. Es el original del palacio.
Cuadro de San Gregorio Magno, de Goya.
El reclinatorio es de Isabel II.
Cuadros del Oratorio. Doña Mariana de Austria, de Carreño de Miranda.
Sala de Juegos. Cochecito infantil.
A la izquierda, "La niña Concepción Solá Garrido con su perrito", de Esquivel.
Vitrina de muñecas. Arriba, "Retrato de Niña", de Madrazo.
Soldados de plomo.
Muñeca, abanicos, álbum de cromos y rompecabezas.
"Alfredito Romea", de Esquivel.
Escultura de niña muerta. Hecha a la hija de Isabel II, María Cristina, que murió a los tres días de nacer.
El Boudoir. Pieza de la casa casi exclusiva de las mujeres.
Cuadro de los niños Luis y Alejandro Ferrant Fishermans.
Teresa Orsini, princesa Doria, sobre costurero oriental.
Mueble polivalente: juego de ajedrez, escritorio y costurero.
Alcoba femenina. Cama tipo góndola con dosel, y cuna.
Cuadros. A la izquierda, "La familia de Cayetano Fuentes". En el centro, más grande, "Cecilia Rodríguez Prieto y su hija Margarita de la Sotilla". A la derecha, "Familia de Juan Manuel de la Pezuela".
En la pared de la derecha, una boda.
Otra vista de la alcoba femenina con reclinatorio.
Gabinete de Larra. Aquí empiezan los espacios masculinos de la casa.
Cuadro de Bécquer en su lecho de muerte. Otros de Alenza sobre suicidios, tema muy recurrente en el Romanticismo.
Retrato de Mariano José de Larra, por José Gutiérrez de la Vega.
Sala de Literatura y Teatro. Aquí hay muebles femeninos y masculinos y ya se empieza a reconocer el trabajo de escritoras y actrices.
El piano fue donado por Juan Ramón Jiménez.
Cuadro de Esquivel que representa a Ventura de la Vega leyendo en el Teatro del Príncipe.
En el centro, Teodora Lamadrid y a su izquierda Manuela Romea, hermana de Julián Romea, en la parte superior.
Cómoda de Carolina Coronado.
El retrato se puso de moda y en esta sala hay una gran representación de escritores, actores y músicos. Ellas y ellos tienen aquí su sitio. En el centro, Adelardo López de Ayala, junto a Bernarda Albacete
El Gabinete. Era el salón de recibir. autorretrato de Esquivel con sus hijos Carlos y Vicente.
A la izquierda de la puerta, retrato de Winnefred Cogham, de Madrazo; y a la derecha Autorretrato de Rafael Montesinos.
Retratos de José Manuel Fernández Cuadrado, José Gutiérrez de la Vega, Autorretrato de Esquivel, Pablo Gonzalvo...
Sillón confidente, o como se llama en España, "vis a vis".
Dormitorio masculino. Aquí también hay una buena colección de retratos, como el del Marino Sánchez.
Despacho. Retratos del Marqués de Remisa y de Santiago Alonso Cordero, representantes de la burguesía adinerada.
Mesa de caoba propiedad del Marqués de Remisa.
Sobre esta cómoda del despacho, un aritmómetro.
Salón de Billar. Era un juego de hombres en esa época, aunque todos los retratos fueran femeninos. Retrato de Dama, Señora de Vargas Machuca, Duquesa de Ahumada, Luisa Fernanda de Borbón, Retrato de Dama, Filomena Sánchez, Duquesa de Osuna y María Bosch de la Presilla.
La visita finaliza con una serie de hologramas muy divertidos.
¡Oh, cuál te adoro! Con la luz del día
su nombre invoco apasionada y triste
cuando el cielo en sombras se reviste
aún te llama, exaltada, el alma mía.
¡Oh, cuál te adoro!
Carolina Coronado 1845