17 de abril de 2017
Cómo hemos cambiado
Recuerdos mis primeros años escribiendo aquí mis pensamientos, mis cariños, mis desafectos también... el día a día de una persona normal como otras miles. De esa etapa tengo buenos y malos recuerdos; comentarios de gente que no entendía muchas veces mi forma de pensar y, luego otros, que opinaban como yo o que simplemente respetaban mi forma de ser y de escribir.
Pero un día me cansé de tener que dar explicaciones a personas que se atrevían a juzgarme sin saber nada de mí, y eliminé la posibilidad de comentar mis entradas. Lo sentí, porque era una manera de entrar en contacto con gente que no conocía, y eso siempre enriquece, pero también me dio la tranquilidad para hacer el blog más propio, sin tener en cuenta si a los demás les gustaba o no las cosas que ponía.
Y llegó el Facebook.
Los escritos donde dejaba al descubierto mis afectos, mis cabreos o la parida del día, los trasladé aquí, donde la respuesta es inmediata, donde sé con quién tengo que discutir y con quién no y donde me siento cerca de gente que aprecio. El Facebook es el culpable de que mis entradas al blog hayan cambiado de temática. Se ha convertido básicamente en una web de viajes, de cocina y de historia de Madrid. Y estoy contenta con el cambio porque aquí sigue estando mucha parte de mi vida, que son los recuerdos y, en el Facebook, tengo el presente en todos los amigos con los que me encuentro cada día a desayunar, a merendar, a reírme o a desahogarme.
Buenos y nevados días a todos los que os paséis por aquí.