14 de abril de 2010

Epílogo de La Cagonlaleche


Antes de dar por finalizada esta historia, quería contaros algunos de los pormenores que surgieron durante su publicación en La Taberna del Puerto:
Yo, por aquel entonces, había intervenido escasamente en foros, chats, y cualquier cosa que tuviera relación con internet. Leía lo que otros escribían, pero poco más.
Un día me comentó Antonio el cachondeo que se traían en la taberna, al haber comenzado Iñigo una historia, y haberle pasado el testigo para que la siguiera. Poco a poco me fui enterando del comienzo de La Cagonlaleche y me hizo mucha gracia cómo estaba surgiendo toda esta trama.
Se me ocurrió, puesto que nadie me iba a identificar, entrar como Cagoleta y pasármelo en grande escuchando los comentarios de unos y otros, que no tenían ni la más remota idea de que pudiera ser yo.
A veces en mi casa se organizaban reuniones de marinos y mientras yo hacía otras cosas, les oía comentar: "Quien sea, nos conoce", "Seguro que es un hombre, porque una mujer no tiene la lengua que tiene Cagoleta" "¿Antonio, no será tu mujer?" "Qué va, si la pobre no sabe meterse en internet".
Y así, un día tras otro, mi marido me comentaba cómo iba el asunto, y me hacía sentarme ante el ordenador para que leyera lo que escribía esa individua o individuo.
Todos los personajes que salen en la historia son Capitanes.
Del primero que hablo es de Jacar, un amigo entrañable que se fue antes de tiempo, pero que conociéndole, no habría querido que por ello lo sacara de la historia.
Iñigo, amigo de navegadas, al que su mujer le sorprendió un día escribiéndose una carta de amor a sí mismo, y tuvo que dar muchas explicaciones, terminando todo, como es normal, en cachondeo. En la historia, es una de las cartas que le escribe Luccía.
Rapper es el Tabernero, o sea el administrador de La Taberna del Puerto, y dueño de un barco, al que se le conocía después de todo ésto, como la Cagonlaleche.
El otro Capitán, Altair, es mi marido, al que por supuesto conozco bastante, y cuya bolsa roja es la envidia de todo navegante, por poder encontrar en ella cualquier cosa que se necesite.
N'Guebo es un gran amigo, que además de escribir magníficamente, es una persona admirable.
Vicavihe tambien es otro Capitán al que conocemos y que en la vida real es tal cual lo describo.
Todo iba más o menos bien hasta que aparecí yo, y entonces empezaron como a retraerse, porque no estaban seguros del terreno que pisaban. Todo eran especulaciones, pero la cosa siguió así.
Ya digo que no tenía ni casi idea de entrar en los foros, por lo que un día, se me ocurrió meter el personaje de Gina, pero al ir tan justita de conocimientos, metí la pata y aunque lo quise rectificar a tiempo, alguno ya se dio cuenta de que éramos la misma persona.
Después de meter en este lío a Gina, apareció Isi el marino, que es un amigo nuestro, y por aquí vino lo de acabar con la historia.
Un día me dijo mi marido: "He hablado con Isi y dice que se ha enamorado realmente de Gina y que le va a tirar los tejos" A lo que yo le pregunté: "¿Ý tú que le has aconsejado?" "Pues le he dicho que adelante, puesto que ahora está libre, que hace bien en probar suerte con esta chica"
Lo senté cómodamente y le expliqué que éso no podía ser, porque Gina era yo. Puso los ojos como platos y dijo "¿Si eres Gina, también eres........?" "Sí, hijo, sí. Soy Cagoleta"
Tardó en reaccionar, pero luego se partía de risa.
Mientras, al correo me había llegado un mensaje de Isi en el que me explicaba dónde vivía, cómo era él físicamente y que deseaba conocerme.
Naturalmente, le saqué de su error, pero creo que no me lo perdonó, porque yo terminé la historia, como lo he hecho aquí, sin embargo, él siguió y me abandonó en una isla. Jajajajaj.......
Y ésto es todo. Si ha servido para distraeros un rato, me doy por satisfecha, y sobre todo, decir que el mérito lo tienen los que empezaron la historia y todos los que de un modo u otro se unieron a ella.
Y un recuerdo especialísimo para Jaime, Capitán Jacar.