Este aperitivo aparte de estar rico, resulta de lo más simpático. Un grupo de pingüinos que aparecen en formación. En la foto ya no estaban tan formados, porque algunos desesperaos cogieron los que estaban en primer térmio.
Muy fáciles de hacer, pero requiere paciencia.
Ingredientes:
Zanahorias
Queso filadelfia
Aceitunas negras deshuesadas, que sean gorditas.
Preparación:
Hervimos un poco las zanahorias, sólo para poder cortar las rodajas con facilidad.
Como ya he dicho, las hacemos rodajitas (en la foto se ve más o menos el grosor).
A cada una de ellas, le quitamos un trocito, que lo guardaremos para los picos.
Para los cuerpos, cortamos las aceitunas por la mitad, mejor todas de una vez, para una vez que empecemos con el queso, las manchemos lo mínimo.
Con el rabito de una cucharilla pequeña, vamos tomando porciones de queso, y con la aceituna en la mano izquierda, ahuecamos un poco el corte y lo introducimos. A lo mejor la dos o tres primeras no os salen muy bien, pero en cuanto se les coge el tranquillo, van ya como churros.
Preparamos las cabezas metiendo en el hueco del hueso, el trocito de zanahoria que hemos reservado de las rodajas.
Por último, cogemos un palillo y atravesamos cabeza, cuerpo y pies.
Lógicamente, la cabeza con el agujero hacia delante, y el cuerpo con el agujero hacia abajo.
Es mucho más fácil de hacer que de explicar, y además en la foto se ve perfectamente.
La idea fue de BellaBlanca.