Esta mañana he visto por primera vez el desembarco de los legionarios en el puerto de Málaga, para acompañar al Cristo de Mena, y tengo que decir que me he emocionado. Este tipo de ceremonias me remueven sentimientos a veces demasiado dormidos, pero basta una simple chispa para que afloren nuevamente.
Creer o no creer...