19 de mayo de 2013
¡Viva el arte!
Acabo de conocer la "Obra", con mayúscula, que nos representará este año en la Bienal de Venecia, y un ¡¡¡¡¡¡OHHHHHHHH!!!!!! de admiración ha salido de mi garganta. Qué cosa tan bonita, tan expresiva, tan colorista, tan del pueblo llano, hemos llevado este año al certamen.
Lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido, que la artista habría querido representar con estos montones de escombros la situación actual de España, pero parece ser que no.
Si Ferrá Adriá nos sorprendió con las deconstrucciones de los platos más populares de la cocina española, la artista Lara Almacegui se apunta ahora a la deconstrucción de los edificios. Una serie de montañas con los materiales que se utilizaron para construirlos, y 500 metros cúbicos de escombros que serían el resultado si se demoliera.
Según el comisario de la exposición, la obra representa los problemas del mundo en que vivimos. (si usted no lo entiende, es porque no está puesto en arte)
Voy a parar un poco porque no puedo con la vida. ¿Esto qué es? ¿Una tomadura de pelo? Juro que me encanta el arte moderno, pero esta escombrera la considero una verdadera merde y siento vergüenza ajena de que nuestro país mande semejante bodrio. Pero lo que más me fastidia es que salgan los artechorras diciendo que es una obra de arte magnífica, llena de mensaje..... Si tuviera dinero la compraría para regalársela a la señora Almacegui y que la pusiera en el salón de su casa. Dice esta mujer que le encantan los descampados y que se inspira en ellos para hacer sus obras. No es la primera vez que llena galerías de arte con algesones, como dirían en mi pueblo.
Han tenido que reforzar el suelo con cemento para poder colocarla sin que se hundiera.
Y lo mejor de todo es lo barata que nos ha salido: 400.000 euros os contemplan. Repóngase usted del susto, pensando que ha costado la mitad de lo que costó la del año pasado, que también tenía tela, pero no tanta como esta.
He escuchado por ahí que hay que tener cara dura para cobrar semejante cantidad por ese montón de basura, pero yo digo que mientras hayan tontos que se lo paguen, por pedir que no quede.
Han colaborado: la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional para Iberoamérica, el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Yo voy a regalar este año para las Navidades trozos de esta obra de arte: voy a buscar ladrillos viejos y cascotes y los envolveré en papel celofán, poniendo una etiqueta con la foto de la obra completa. Eso sí, los regalos personalizados: me enteraré primero de los materiales con los que están hechas sus casas, y les pondré un surtidito en cada bolsa. A lo mejor ponen la misma cara que he puesto yo cuando he visto la escombrera, pero habrá una gran diferencia, y será que el coste será únicamente de mi cartera, no de las arcas públicas.
Ver, no para creer, sino para no creerse lo que se está viendo.