24 de febrero de 2014

Tarta tanque sin fondant


Ja, ja, ja... no me he podido contener... Bueno, aquí debajo está la tarta.



Porque de haberla hecho con fondant, esto habría sido un camino de rosas, pero como no nos gusta porque lo encontramos demasiado dulce, me he limitado a ponerlo en detalles concretos. Lo demás, es una tarta riquísima de chocolate rellena de nata.
La receta del bizcocho la he cogido del blog de Canelona, y como siempre, no me ha defraudado.

Ingredientes para el bizcocho:

320 grs. de harina
320 "" de chocolate en polvo
280 "" de azúcar
380 "" de leche
250 "" de aceite
4 sobres de gasificante (cuatro de cada color)
4 huevos grandes
1 barquillo de chocolate

Preparación:
Calentar el horno a 180ºC
Pesamos la harina y el chocolate y lo tamizamos juntos en la thermomix 15" velocidad 6. Reservar. Si no tenemos thermomix, pues lo pasamos por un colador.
Azúcar y huevos al vaso, 3' temperatura 37ºC velocidad 3 1/2. Luego, lo mismo sin temperatura. Si no hay thermo, simplemente batir bien los huevos con el azúcar. Añadir el aceite y la leche y mezclar bien, en la máquina o a mano.
Incorporar la harina con el chocolate, que tenemos tamizada, y los sobres de gasificante.
En thermomix, 7 toques de turbo. A mano, batir enérgicamente hasta que la mezcla sea homogénea.
Se forra un molde con papel de horno y se unta el fondo con mantequilla para que no se mueva.
Se vierte la mezcla.
Meter al horno de 35 a 45 minutos, según horno. Pinchar con una aguja para ver si está seco y reservar.
Esta cantidad es para un molde rectangular de 30 por cuarenta centímetros, aproximadamente.

Yo hice el bizcocho el día anterior, para poder trabajarlo más cómodamente. El resultado es una textura húmeda, tipo brawnie, que estaba buenísimo.

Puse primero una capa con las medidas del tanque y lo abrí para rellenarlo de nata. Luego puse la otra capa superior para darle la forma, a la que le hice el agujero para la escotilla. Las ruedas son la base de unos bollos rellenos de chocolate que venden en el metadona (sí, ahí, pero es que no me pagan), pegadas con chocolate, y pasadas con un palillo de aperitivo de esos de plástico.
El camuflaje está conseguido con un sobre de cobertura bicolor de la marca dr. Oetker, que fui repartiendo.
Todo lo demás, es a gusto de cada cual, y por supuesto dependiendo del tiempo que una quiera o pueda dedicarle. Lo último que puse fue el cañón y el muñeco, que era un play móvil.
La fui montando ya en la bandeja para no tener que moverla, y cuando ya estuvo terminada le puse por alrededor galleta molida, simulando la arena del desierto.

Lo más importante de todo fue la cara de felicidad de mi nieto cuando la vio y apagó las cuatro velas.