Y por fin llegamos a Mirambel, "la bella del Maestrazgo". Aparcamos al comienzo del pueblo y nos fuimos a comer a uno de los dos restaurantes que encontramos.
Es un pueblo de poco más de cien habitantes, que perteneció a la bailía de Cantavieja. Es uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de Aragón. En 1980 fue declarado Bien de Interés Cultural por ser villa cargada de historia, conservando en su totalidad el recinto amurallado y las notables construcciones, sin alterar la imagen y el ambiente medieval.
En la Tasca las Tejas repusimos fuerzas, y nos dispusimos a disfrutar de las calles y el patrimonio de Mirambel.
Se encuentra a 900 m de altitud sobre el nivel del mar y su origen se remonta al siglo XIII. Al igual que Cantavieja y otros pueblos vecinos, fue ocupada por Templarios, Sanjuanistas y Carlistas, encontrándose en el límite de las provincias de Teruel y Castellón. La circunda casi en su totalidad la muralla del siglo XIII, de origen templario, con cinco accesos y conserva tres torres. Parte de la muralla queda oculta entre las casas adosadas.
La parte sur de la villa, donde las viviendas se han acoplado a los paramentos de la muralla. En el centro, la Puerta de San Roque, llamada así por estar enfrente de la ermita de este Santo.
Otra de las puertas, que da acceso a la Plaza de la Iglesia. Es la Puerta de la Fuente, frente al lavadero público y la Fuente Alta. Sobresale el campanario de la Iglesia de Santa Margarita.
Este rincón me gustó mucho. En la Calle de San Roque se encuentra la casa señorial de los Pastor de Cabezos, con su escudo sobre la puerta.
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El escudo de la casa anterior. En la banda pone: Armas de la Casa Infanzona de Pastor del Cabezo.
Callejuelas estrechas y empedradas.
Otro rincón de este pueblo, digno de ser fotografiado. Está prohibido construir extramuros, y el conjunto histórico se conserva, salvo restauraciones, como era hace siglos.
Los aleros de las casas son una constante.
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Abundan los edificios renacentistas aragoneses. En la Calle Mayor, Casa de los Julianes, con una portada de grandes dovelas, y una anotación referente a su pasado como alojamiento de tropas carlistas.
Anotación referente al destino y la capacidad de la vivienda.
En la última restauración del pueblo se soterraron los cables y se dejó como estaba en la antigüedad. El empedrado de las calles es asombroso, aunque recomiendo a los que vayan a Mirambel, llevar zapato muy cómodo.
Muchas casas no han sido todavía restauradas y seguramente serán futuras viviendas de vecinos, ya que como he comentado antes, no se permite edificar extramuros.
Convento de las Agustinas Ermitañas, construido por Felipe II en 1564. Las monjas lo ocuparon hasta 1980, y actualmente se ubica aquí la Oficina de Turismo.
Portal de las Monjas, junto al convento y la iglesia de las agustinas. La Calle Mayor o de Agustín Pastor va de la Puerta del Estudio hasta aquí. Es la única entrada por la que pueden pasar los coches.
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El Portal de las Monjas es la imagen más conocida de Mirambel. Las celosías de barro y yeso son extraordinarias y corresponden a las dependencias de la superiora. Esta orden religiosa era de clausura, y así podían ver el exterior sin ser vistas.
Estaba cerrado y no pudimos entrar, pero en Turismo Aragón encontré esta foto, donde se aprecia la belleza de las celosías.
La cerradura en la puerta del convento.
Portal de las Monjas desde el exterior, adosado a una de las torres y lienzo de la muralla.
Otra perspectiva de la muralla.
En la muralla figura el nombre Paseo de Pío Baroja. El escritor vasco vivió aquí en 1930 y escribió la novela "La venta de Mirambel".
La nevera, junto al Portal del las Monjas, en el camino que baja hacia el río. La autoridad obligaba a los vecinos a recolectar nieve y traerla hasta aquí.
Nos dirigimos a la Plaza Nicolás Ferrer, donde se encuentran los palacios renacentistas más importantes de Mirambel. En la imagen, un lateral de Casa Castellot, con este precioso balcón bajo un arco de medio punto.
Fachada principal de la Casa Castellot, con mi Antonio fotografiando las aldabas.
Casa Aliaga del siglo XVI, actualmente en venta. Al igual que la Casa Castellot, sigue el patrón de los palacios aragoneses, con doble alero y la galería superior de arquillos.
Otra vista de la plaza.
Casas en la plaza Aliaga.
Buzones muy originales
Entrada al Portal del Estudio.
Interior del Portal del Estudio. A la derecha, la Casa de la Sota, actualmente una bodega de vinos. Sobre la puerta, la Ermita de la Virgen de la Natividad.
Portal de Valero, al nordeste de la villa, junto a una de las torres.
En la muralla, frente al lavadero, se encuentra la Casa del Pastor o del Cura. En el siglo XIX, José Gazulla Escorihuela, volvió de Guinea Ecuatorial y compró esta casa, que la decoró con pinturas y dibujos de la antigua colonia española.
Entramos ahora por el Portal de la Fuente para llegar a la Plaza de la Iglesia. Al fondo se ve parte de la fachada principal del centro.
Iglesia de Santa Margarita del siglo XVII a la derecha y el Ayuntamiento de Mirambel a la izquierda.
Bordeamos la torre del campanario y vamos hacia el castillo de los templarios.
Frente al castillo, el antiguo horno, hoy convertido en la única tienda de Mirambel. Otro pañito de ganchillo en la ventana. Puede ser que se haya hecho alguna actividad en el pueblo y esta sea una forma de exponerlos.
Servía de lavadero, abrevadero y fuente.
Portal de San Roque.
Interior Puerta de San Roque con la ermita al fondo.
Nos dirigimos hacia la ermita. En 1648 una epidemia de peste asoló el pueblo, y los habitantes ofrecieron erigir una ermita al Santo si los libraba de este mal.
Ermita de San Roque.
Vamos volviendo a la Calle de las Eras, donde hemos dejado el coche, y de paso vemos una antigua escuela.
