A una hora y media de La Coruña se encuentra la Playa de Aguas Santas, más conocida como Playa de las Catedrales, por su parecido en cuanto a los contrafuertes de estos edificios religiosos. Está ubicada en la Mariña lucense, a 9 km de Ribadeo.
Las rocas son pizarras y cuarcitas, que tuvieron su origen hace unos 500 millones de años. Desde entonces, han soportado los embates del mar Cantábrico, movimientos tectónicos, inundaciones y agentes erosivos. Todo esto ha contribuido a dotarla de formas sorprendentes en los acantilados, creando pasadizos, arcos y cuevas.
La playa es de arena fina, siempre húmeda porque se inunda dos veces al día, y tiene una longitud de 1.400 m. Hay que tener en cuenta el horario de las mareas para ir a visitarla.
Fuimos con nuestros amigos Pepe y Pepa y lo pasamos muy bien.
Había una pareja de novios haciéndose fotos.
Vimos varias cetáreas, que eran viveros comunicados con el mar, donde se criaba marisco separados por muros según la especie. La palabra cetárea viene del latín cetaria, que significa lugar de crecimiento.