12 de septiembre de 2013

De Trondheim a Alesund



El avión nos dejó en el aeropuerto de Trondheim. Se supone que es una de las escalas del crucero, pero a la hora de la verdad, las navieras escaquean a los pasajeros una de las siete previstas. Si el vuelo sale pronto y te da tiempo a ver la primera ciudad, ya sabes que el último día saldrás de los primeros y te quedarás sin ver la última. Y viceversa, claro. Como salimos a medio día, ya sabíamos que la visita a Trondheim estaba muy en el aire.
Si a eso añadimos que el avión salió muy tarde, según el Comandante "por discrepancias" (aquí emoticón de asombro porque es la primera vez que oigo que un vuelo se retrase por esta causa. Yo ya me imaginaba a piloto y copiloto a tortazo limpio por discrepancias en la ruta), y que cuando llegamos nos desembarcaron a los quinientos pasajeros por la misma puerta y tardamos la intemerata, pues................adios Trondheim.......adios.
Una vez más, la cabina garantizada nos salió bien y tuvimos una superior a la que habíamos comprado.
Tarde de descanso y de simulacro, con pérdida de marido incluida. Al final lo encontré entre todos los chalecos color naranja.
El barco, como ya lo conocíamos y además es muy pequeño, pues no lo recorrimos y nos dedicamos a descansar hasta la hora de la cena.


Antonio se levantó pronto para ver la llegada del amanecer camino de Alesund.
Es un puerto pesquero muy importante en Noruega, y entrada al fiordo de Geiranger, por lo cual es muy frecuentada por los turistas. Se halla sobre siete islas.
En 1904 se produjo un incendio que afectó a toda la ciudad y 10.000 familias se quedaron sin casa a merced del frío que hace en esas latitudes. Sólo murió una persona, y el resto pudo ser evacuado en pocos minutos.
El kaiser Guillermo II de Alemania, que veraneaba cerca de allí, al enterarse del incendio, mandó cuatro barcos con materiales para construir albergues y barracones, y más adelante se empezó su reconstrucción en piedra y ladrillo.
Toda la ciudad es de estilo Art Nouveau, y se reconoce fácilmente por sus torrecillas y agujas. Es una de las ciudades más bonitas que he visto.


Nos vamos acercando.



Empezamos a ver algo más. Arriba, en el monte, el mirador de Felljstua, desde donde haríamos más tarde algunas fotos.



Vamos llegando al puerto.



Paisajes idílicos, que luego comprobaríamos que eran la tónica general en todo el país.




El puerto está en el mismo centro de la ciudad, como puede verse.


Fuimos hacia el mirador en el trenecito, que como todos éramos españoles, pues no necesitamos ni el audio guía, ya que nos lo pusieron directamente. Muy recomendable este paseo.




Una vez que llegamos, bajamos quince minutos para hacer fotos. 




Posando con mi Antonio para la posteridad. A la izquierda de la foto se puede ver el barco.


Un poco más de cerca. ¿A que es precioso?


Al lado del puerto hay un canal que da lugar a un pequeño puerto con mucho encanto.
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Nos llamaron la atención las tapas de alcantarillas tan bonitas. Una compañera de viaje las fotografió y me contagió las ganas de coleccionarlas yo también. Pilar, esta te la dedico.


 A la derecha se puede ver el Ayuntamiento. Necesitábamos un café. ¿Aquí no hay cafeterías?


 Calles con edificios muy característico de aquí.


Como os podéis imaginar, había otras cosas en la ciudad además del puerto, pero yendo con el Capitán, todo lo demás huelga.


Otra vista bien bonita.


Aquí yo pensando dónde comprar el famoso queso de caramelo, que no lo encontraba por ningún lado.


 Para mi gusto, la parte más bonita del canal.


El Capi delante de barcos, como no podía ser de otra manera.


 Es reacio a las fotos, pero es que muchas veces parece que viajo sola. Otra.


Junto a las lanchas que recorren el fiordo. Los pantalanes son los sitios donde se le puede encontrar a mi Antonio más fácilmente. 
También había calles de tiendas, pero ¿Para qué? Si no hay agua entre acera y acera, no merece la pena. 
Yendo hacia el puerto, en una tienda de souvenirs muy grande, me desquité y le tuve allí casi ¡Diez minutos! 


Y después de la caminata, nada mejor que un aperitivo en la cubierta del barco antes de comer. Como se puede ver, el día era espléndido.


 Mi amiga Pilar colecciona fotos de tapas de alcantarillas, y yo colecciono fotos de fondos de mar, de ríos, de lagos...................Manías que tiene una.
Aquí os dejo un plano de Alesund. Como se puede ver, el tren sale del mismo puerto.


Mañana saldremos hacia Geiranger, una de las escalas más espectaculares.