Génova también la conocíamos, por lo que en esta escala fuimos a sitios que nos quedaron por ver la vez anterior.
En la calle Dante tomamos un autobús y nos fuimos a Bocadasse, pueblecito marinero a pocos kilómetros de Génova. Los colores de La Liguria nos enamoraron y pasamos un buen rato admirando sus paisajes.
Se dice que lo fundaron unos pescadores españoles que, yendo al puerto de Génova, fueron sorprendidos por una tempestad y tuvieron que refugiarse en esta bahía.
El Capitán Altair disfrutó muchísimo en este pueblo tan fotogénico.
Desde el mirador de Santa Catalina hay unas vistas estupendas.
La playa es de piedras negras.
Después de disfrutar de esta belleza de pueblo, es hora de volver a Génova.
En la calle Dante nos dejo el autobús.
Desde Ferrari llegamos a la puerta del ascensor del Castelleto, un fantástico mirador desde el que se ve todo Génova. En el centro de la foto, en el chaflán, está la puerta.
Nos metemos en el túnel.
Ya vamos llegando al ascensor. Hay que sacar un ticket.
Una vez arriba en la explanada, vimos algo que nos llamó muchísimo la atención: desde aquí los habitantes de las casas, entran a las mismas por las azoteas. El desnivel es enorme y les trae más cuenta hacerlo así.
A la izquierda se ve el ascensor.
Desde el mirador se pueden ver los palacios de la calle Garibaldi.
Bajamos por Garibaldi, aunque esta vez no pondré nada sobre esta calle, porque ya lo hice aquí
En esta entrada se puede ampliar la información sobre Génova.
El palacio de arriba es donde se encuentra el Deutsche Bank, y entramos a ver el hall.
Al salir de Garibaldi nos encontramos con el Palacio Grimaldi de la Meridiana.
Plaza de la Anunciación. Piazza della Anunziata del Vastato. Se ve la iglesia y el edificio de Flotta Lauro, naviera de transporte marítimo, petroleros y cruceros como el Achille Lauro.
Palacio Belimbau en la Piazza della Anunciata.
La Universidad de Génova en la Vía Balbi.
Interior de la Universidad.
Palacio Real, en la Vía Balbi.
Porta de Vacca
Ya salimos al Paseo Marítimo. Al fondo, el Museo del Mar.
Volvemos a la Estación Marítima para embarcar y poner rumbo a... ¡Roma!
