Es una solución para las personas que, bien por alergia o por ser veganos, no pueden comer huevos.
Se forma el merengue a partir del líquido de cocer garbanzos o alubias y se monta igual que las claras.
La aquafaba, que así se llama ese líquido, es mejor que sea la de los tarros que vienen ya preparados, puesto que la concentración es la indicada y si lo hacemos de forma casera, no podremos ser tan precisos.
Se añade azucar al igual que se hace con las claras, y para que no se baje, podemos añadir un estabilizante. De hecho, las claras también lo necesitan cuando las utilizamos en crudo. Como el cremor tártaro es más dificil de encontrar, lo más fácil es echar un sobrecito blanco de los litines de toda la vida, que los venden en cualquier parte.
El merengue que se obtiene puede incluso hornearse.
En cuanto al sabor, yo no le noto mucho sabor a legumbre. Con azúcar, chocolate o alguna esencia, queda perfecto.
