Hacía un día espléndido y decidimos tomar el tren para visitar Aveiro, la llamada "Venecia de Portugal". Y yo digo lo de siempre: estoy cansada de oír que tal ciudad es la Venecia de tal sitio. Que tenga algún canal, no significa que se parezca y, por lo tanto, lo vamos a dejar en una ciudad muy bonita con unos edificios modernistas y otros antiguos, a la que los canales y los barcos tan típicos de la zona, le dan un plus de belleza.
Está declarada Ciudad-Museo Modernismo de Portugal y es, además, miembro de la Réseau Art Nouveau Network junto a ciudades como Bruselas, Budapest, Glasgow, Barcelona, La Habana o Helsinki.
Escultura de María da Fonte, una mujer revolucionaria natural de Aveiro. Está en el Cais de la Fonte, cerca del monumento a los huevos moles, un dulce de yema protegido por una hostia. Significa huevos blandos.
Plazas y casas con mucho encanto
Los barcos que navegan por el canal principal se llaman moliceiros y los colores, imágenes e historias que llevan dibujados, dan un aire multicolor a la ciudad.
Casa do Ovos Moles, Museo de la República y el edificio de la Cooperativa Agrícola
Casa do Major Pessoa
Casa do Rossío.
Cogemos aquí un autobús para ir a Costa Nova
Las casas típicas de Costa Nova. Muy originales y de colores refrescantes.
Volvemos a Aveiro para coger el tren que nos devuelva a Oporto, pero antes...
Vamos a entrar a esta pastelería para comprar algunos huevos moles.
La excursión ha sido preciosa y los dos sitios que hemos visitado han merecido mucho la pena. Y nos llevamos cientos de fotos para recordarlos.