Es un plan estupendo para pasar una mañana entretenida con los niños. Se encuentra en el km 5'8 de la carretera M600 entre Guadarrama y San Lorenzo del Escorial. El edificio era un antiguo hospital del Monte Abantos y los promotores de este museo lograron hacer de él un espacio donde poder estudiar una gran variedad de insectos, con sus respectivas características. No es un museo al uso, porque está pensado para disfrute y conocimiento de los que pasamos por allí, grandes o pequeños, ayudados por las divertidas charlas de Pedro Velasco y Paloma Delgado, que han dedicado muchos años al estudio de estos pequeños seres.
Al entrar nos encontramos con un pequeño jardín, con plantas autóctonas, que están allí precisamente para que sirvan de alimento a las mariposas y, nos explican la importancia de la polinización. Estos insectos son los principales protagonistas de este lugar.
Los pequeños delante de una mantis religiosa gigante.La primera sala se llama "Veo veo" y están los insectos que se mimetizan con el entorno.
Insecto hoja
Hay un criadero de mariposas "isabelinas", propia de la zona. Vive solo una semana. y es la mariposa nocturna más bella de Europa.
En la segunda sala encontramos una clasificación de mariposas por comunidades autónomas.
Hay muchos paneles interactivos.
Panel de las mariposas monarca. Las viajeras por excelencia. Recorren casi 4.000 km desde Canadá y Estados Unidos, a Méjico.
Diorama de mariposas morpho. No son metalizadas aunque lo parezcan. Tienen una escamas que reflejan la luz y les da ese aspecto iridiscente. Son propias de América Central y del Sur.
En esta sala encontramos unos insectos muy curiosos en su aspecto. Unos parecen terribles y otros candorosos, pero no hay que fiarse. Este escarabajo pelotero es tenaz a tope. Siempre con la bola arriba y abajo.
Estos escarabajos, peloteros también, son muy diferentes de aspecto.
Escarabajos joya.
La sala de los artrópodos es quizás la más espeluznante por los bichos a los que generalmente tememos, entre otros, las tarántulas.
Aquí una pequeña amiga. Da respeto verlas, incluso a través del cristal.
Bueno, pues nuestros peques lo han pasado muy bien y han aprendido muchas cosas de los insectos y, sobre todo, a respetarlos.