Bienvenidos a El mirlo de papel

Soy Varech y ando por la Red desde hace un tiempo, lo cual me produce a veces quebraderos de cabeza aunque la mayoría de las ocasiones me satisface.

29 de diciembre de 2012

Luis Miranda Podadera

Como soy de libros viejos, hoy he estado ojeando el Miranda Podadera que rescaté de la casa de mis tías. Una de ellas estaba casada con un maestro de escuela, que se ayudaría, como otros profesores de la época, de este tratado de ortografía a la hora de impartir sus clases.
Es una séptima edición, que corresponde aproximadamente a 1930.

27 de diciembre de 2012

Ponga un enochorra en su vida

Se nos ha llenado España de estos especímenes, que disfrutan oliendo y removiendo el vino en la copa.
Hay algunos que cuando se ponen a hablar de vinos, se transfiguran: las aletas de la nariz se les expanden, agarran el cuerpo de la copa como si agarraran un queso de tetilla y cierran los ojos para que nada les distraiga a la hora de valorar el preciado líquido, que huelen una y otra vez como perro en una esquina. Hay que verles la cara, a punto de entrar en un éxtasis enológico, mientras disfrutan de su minuto de gloria frente a los humildes mortales que no saben apreciar lo que tiene entre las manos.
Una, a lo largo de su vida, ha conocido gente que verdaderamente sabía de vinos, pero ahora, ligada a los adosados y a las barbacoas, ha surgido una generación que quieren entender de vino por encima de todo, y que da la tabarra a todo el que se le acerque en las comidas, explicándoles las excelencias del caldo en cuestión.
A esos son a los que yo les llamo enochorras. Eso sí, cuando vas a un restaurante piden "el de la casa", con lo cual se curan en salud. Yo no entiendo de vinos, ni quiero entender, porque no me gusta. Es más, soy el terror de los enochorras porque por muy caro que sea, lo mezclo con casera, lo que provoca espasmos faciales en el resto de comensales.
Hoy he comido con un nosequé tondonia. Ni idea. Con gaseosa no estaba mal.

25 de diciembre de 2012

Soneto para vosotros



Hace años que emprendí un viaje
acompañada de gente querida.
En sus hombros pude apoyar mi vida
y ellos conformaron mi bagaje.

Mas algunos cogiendo su equipaje
se bajaron cansados de la ida,
y dando su batalla por perdida
hundieron en la tierra su coraje.

Seres queridos que son mi amuleto,
sombra que a mi alrededor gravita,
callados están en su mundo quieto.

Hoy, que a la gente se felicita,
les mando desde el alma este soneto
que en voz baja mi corazón recita.


carmen canales

24 de diciembre de 2012

Sopa de almendras

Vivo cuarenta años en Madrid y nunca he hecho esta sopa, pero como nunca es tarde, esta noche la probaremos. Más que sopa he hecho pudin porque no me atrevo yo con caldo de postre. No puedo decir cómo está, ya que no la he probado.
Hay cosas de Madrid, típicas de Nochebuena que no me gustan, como el besugo o la lombarda. Esperemos que este plato esté rico.

Gambones kadaif

Simplemente colas de gambones ensartadas en una brocheta y envueltas en pasta kadaif. Al horno un poquito, y ya está.
Mucho ojo con la pasta. Fui al Club Gourmet del Corte Inglés, y cogí la última que quedaba, pero sorpresa, estaba seca y la he tenido que hidratar, con lo cual se han roto las hebras y no los he podido envolver bien. ¡Un fastidio! Después de ir expresamente por la pasta, me encuentro con esto. Ganas me han dado de presentarme allí con el paquete, pero no tengo tiempo, así que hoy irán tal cual están en la foto.
Si están bien envueltos se pueden freir.

Tronco de turrón

Lo he hecho para comerlo mañana, y ha salido tan requetebueno que lo pongo aquí por si alguien lo quiere hacer. Además es muy fácil.
Está hecho en tres pasos.
Paso 1º
Plancha de bizcocho genovés con tres huevos, tres cucharadas de harina y tres de azúcar, además del sobrecito de levadura química.
Se separan las claras de las yemas y se baten estas a punto de nieve, añadiendo luego poco a poco el azúcar, luego las yemas, y ya sin batir, se echa la harina tamizada y mezclada con la levadura. Con una cuchara, y en movimientos envolventes, se une todo bien y se pone en una plancha de silicona bien extendida la masa, y sobre la bandeja del horno, que ya tendremos precalentado a 180ºC. Se tarda más en explicarlo que en hacerlo. A mí me ha llevado cinco minutos la elaboración de la plancha de bizcocho.
Paso 2º
Hacer el ganache de cobertura con 200cc de nata de montar y  chocolate Nestlé postres de 250 gr.
Se calienta la nata y se disuelve en ella el chocolate hasta que esté todo fundido.
Se reserva hasta que esté bien fría.
En el mismo recipiente se monta con unas varillas.
Paso 3º
Mousse de turrón con una tableta del blando, 200 cc de nata, dos yemas, 100 grs de azúcar y 1/2 vaso de agua.
Con el azúcar y el agua hacemos un almíbar clarito, y ahí echaremos el turrón en trozos y las dos yemas. Batiremos a fuego suave con las varillas, enfriaremos e incorporaremos por último la nata montada.

Sobre la placa de bizcocho poner la crema de turrón, enrollar y cubrir con el ganache. La decoración es a gusto del consumidor. Como el ganache es bastante espeso, la textura del tronco no hay prácticamente que tocarla.
Felices fiestas.

21 de diciembre de 2012

No sé si despedirme

Pues eso. Que no sé si nos vamos o no, y ando indecisa sobre las cosas que pueda hacer o no en el día de hoy.
Porque a ver: a mí que me lo digan clarito lo del fin del mundo para saber a qué atenerme, que estoy en un mar de dudas.
Como no sé la hora, tengo la comida el alto. Sacaré algo del congelador por si la cosa fuera por la tarde y nos pillara aquí la hora de comer, porque esperando esperando, lo mismo nos entra hambre, y ya que nos tenemos que ir, que al menos nos vayamos ya comidos, que quién sabe lo que nos espera.
Desde luego, hoy no limpio. ¡Que le den a la casa! Sería de tontos limpiar por limpiar, y entre lo poco que me gusta y la inutilidad, lo dicho: que hoy paso. Total, si alguna vez nos encuentran estará todo lleno de polvo...
Tengo que llamar al gas para que no vengan a revisar la caldera. Ya me da lo mismo que explote.
Y en cuanto al menú de Navidad, hasta mañana no pienso calentarme la cabeza.
Mirándolo bien, hay que ver las cosas positivas que puede tener el fin del mundo.
De momento son las cuatro de la madrugada y no veo yo mucho movimiento, así que no espero más y me voy a la cama.
Dejaré en el blog la fotografía de un bellísimo amanecer entre las islas que rodean Estocolmo, como regalo a un mundo, que según los mayas, mañana hará ¡PUM!
Y si ya no nos volvemos a ver, pues ha sido un placer haber pasado por aquí.
Que explotéis a gusto.

Almendrados


La estrella de los pastelillos de Navidad.
Ingredientes:
1 kilo de almendra molida
1/2 kilo de azúcar
5 yemas y 3 huevos enteros (de los normales, que no sean muy gordos)
3/4 de kilo de cabello de ángel
Canela
Raspadura de limón.
Obleas

Preparación:
Se amasan juntos el azúcar, la almendra, la raspadura de limón, las yemas y los huevos.
Se forman bolas a las que se les hace un agujero para rellenarlas con el cabello de ángel y se cierran bien por abajo para que no se salga.
Se rebozan en azúcar y canela y se ponen sobre las obleas, con el cierre hacia abajo.
Precalentar el horno a 180ºC (mejor con aire) y hornear hasta que los empecemos a ver dorados.
Se pueden rellenar también con dulce de yema, o de boniato. Eso va en gustos.
La foto me ha salido bastante mal, y aseguro que el color al natural es bastante más apetecible.

Leche asada




Mi madre solía hacer mucho este postre porque nos gustaba a todos y además porque era tan sencilla su elaboración, que no daba pereza ponerse a ello.
La leche asada, tiene diferentes recetas según las regiones, pero la que hacemos por Alicante es esta, que está para chuparse los dedos.

Ingredientes:
Azúcar para caramelizar el molde
1 litro de leche entera
8 huevos
8 cucharadas de azúcar
Canela molida
Soletillas

Preparación:
Caramelizar un molde apto para horno.
Batir los huevos con el azúcar e incorporar la leche. Mezclar bien.
Colar sobre el caramelo.
Repartir por encima las soletillas, teniendo cuidado de que se remojen bien. No echarlas todas de una vez porque al mojarse aumentan de tamaño y está más rico el postre si no es demasiado compacto. Procurar que toda la bandeja esté cubierta con estos bizcochos.
Por último echar por encima bastante canela molida.
Precalentar el horno a 200ºC y cocer una media hora aproximadamente. De todas formas pinchar con una aguja y cuando salga seca, pues ya estará listo el postre. 
Aviso que es adictivo, y que ya con el olor que desprenderá mientras se hace, los jugos gástricos se os irán poniendo a tono.

20 de diciembre de 2012

Una historia detrás de cada foto



Al hilo de lo que una buena amiga comentó no hace mucho en facebook sobre las fotos antiguas, me vino a la memoria la sensación tan deprimente que tuve en una de mis visitas al Rastro. Me atrae lo viejo, qué le vamos a hacer, y disfruto revolviendo en los montones de objetos polvorientos por el paso del tiempo.
En esas andaba cuando me topé con un álbum de boda. Él, vestido de militar con su espada y todo, y ella con su velo sujeto por una diadema calada casi hasta las cejas, ambos con rostro felicísimo por el momento que estaban viviendo. Juro que me entraron ganas de traérmelo a casa, simplemente por la rabia que sentí al pensar que para sus familiares no tenía ningún valor, y que les importó un bledo que las personas allí retratadas fueran a parar a una tienda de cosas viejas. ¡Qué pena!
A mí, que me encanta hacer álbumes de todo tipo y tener a mano los recuerdos de los míos, me dolió en el alma lo que vi porque no me gustaría que mis cosas rodaran por ningún sitio.
Recuerdo que mi madre, cuando murió mi abuela, sacó la caja de las fotos y una a una las fue rompiendo para que no fueran a parar a manos ajenas. Entonces no lo entendí, pero cuando contemplé en la tienda ese álbum de boda por el suelo, supe que mi madre tenía razón.
Le doy mucha importancia al conocimiento de mis antepasados, y de hecho tengo un buen trabajo, o al menos a mí me lo parece, encaminado a que mis hijos, mis nietos y los que vayan viniendo, sepan cómo eran, pero con la mayoría de fotos sueltas que hay en la caja, esa que todos tenemos, haré lo que mi madre hizo, porque la historia que acompaña a cada retrato no merece ser tirada por los suelos.

10 de diciembre de 2012

Adán, Eva, y sus circunstancias




Hoy, pensando en la creación del mundo, he ido a parar irremediablemente a la primera pareja que lo pobló, los abueletes Adán y Eva.
Y he pensado en las tribulaciones que tendrían los pobres y en las mil contradicciones en las que incurrirían, seguramente por falta de información.
Cuando Adán estaba dando una vuelta por el paraíso, que debía de ser algo parecido a un resort, de pronto sintió algo así como un alien que salía de una de sus costillas y atónito debió de contemplar cómo aquel amasijo de músculos y huesos iba tomando forma.
._ Hola, soy Adán. ¿Quién eres tú?
._ Pues creo que soy Eva.
¡Hala! Ahí la tienes, báilala. Dios le dijo que para que no estuviera solo le daba una compañera, pero no le explicó los pormenores de la moza en cuestión. Además les ordenó: "Creced y multiplicaos".
Y empezaron a charlar por señas, porque todavía no se habían inventado los idiomas, y a estudiarse mutuamente:
._ ¡Anda! Somos casi iguales - dijo Adán para romper el hielo.
Entonces Eva, mucho más observadora, que para eso era mujer, apuntó con su dedo índice hacia algo que colgaba de forma inocente un poco más abajo del ombligo. Juntos le dieron vueltas y vueltas sin saber para qué podría servir aquello. Lo subían, lo bajaban, pero no fueron capaces de resolver el enigma.
Pasaron el día juntos y les entraron ganas de orinar ¡Claro, lo que colgaba servía para hacer eso!
._ Lo siento Eva, pero tú no vas a poder hacerlo porque no tienes una cola como la mía - le dijo Adán jactándose.
Entonces observó que a ella no le hacía falta lo que él tenía para hacer pis y que lo podía hacer tan ricamente por un agujerito que tenía. Esto a él no le gustó mucho pero no tuvo más remedio que reconocerlo.
Cuando hicieron caca vieron que a los dos les salía por el mismo sitio, así que eso no produjo ningún roce.
Adán sentía herido su orgullo masculino al comprobar que el trocito de carne que tenía más que ella no le servía para nada, mientras Eva le mirada indiferente.
De pronto vino Dios y les dijo que no comieran del árbol del bien y del mal, que era un manzano, porque si lo hacían los expulsaría del paraíso.
Se quedaron un poco atónitos, sin saber bien a qué se refería con lo de las manzanas. A ver, se podían comer las peras, los cocos, las naranjas... pero   Dios no les dejaba coger la fruta que más les gustaba.
Una tarde en que Eva estaba autoexplorándose, porque no tenía nada que hacer y estaba super aburrida, se dio cuenta de algo.
._¡Adán, Adán, ven... corre!!!!!  Traducido debió de ser algo así: uuuuhhhh, aggggg rrrrrr, pero chillando.
Vino lo más rápido que pudo saltando pedruscos y matojos, y la vio espatarrada.
._ ¿Qué ocurre?
._ Acabo de darme cuenta de que tengo un agujero más que tú.
._ ¡Imposible!
._ ¿No te lo crees? Pues mira, aquí está.
Y Adán miró. Efectivamente tenía un agujero más, pero ni él ni ella daban con el quiz de la utilidad del agujerito. Se pusieron a tontear, y tonteando tonteando, se percataron de que el rabito-colgante se empezaba a enderezar y a hacerse grande.
Se asustaron y empezaron a correr despavoridos hasta que todo volvió a su sitio, pero ya se quedaron mosca, sobre todo Adán, que se había puesto muy nervioso.
Así fueron transcurriendo los días, y un día a Eva le entraron unas ganas locas de comerse una manzana, así que se dirigió hacia el árbol. Él trato de disuadirla, pero ella era muy cabezota y no le hizo caso.
._ ¡Aaaahhhhhh! ¡¡¡¡Socorro, que hay una serpiente!!!!!
._ Te está bien empleado por desobediente. Anda, vamos a distraernos un poco con tu agujerito y mi colita, a ver si les damos alguna utilidad.
Y cuando estaban tan entretenidos, apareció Dios acompañado de un ángel con una espada, y los echó del paraíso.
¡Pero si no se habían comido la manzana! ¡Hay que tener un poco de flexibilidad!
Y yo me pregunto para qué le puso el agujerito de más a Eva y el muelle percutor a la colita de Adán, si no quería que lo usaran. Además, por qué otra vía se podrían multiplicar?
Y lo que me fastidia es que seamos las mujeres las paganas de esta historia. ¿Acaso Eva jugó en solitario? ¡Noooooooooo! Pues entonces, culpa repartida, porque ahora nos tocan los dos castigos: muchas mujeres se ganan el pan con el sudor de su frente y encima paren, o parían, con dolor.
Las injusticias empezaron cuando empezó el mundo.