Al volver, nos dijo que había entablado allí amistad con una señora valenciana muy simpática, aunque no hablaba castellano, pero que aún así conversaron animadamente, y ésta le comentó que se había confesado en francés, pero que como era muy parecido al valenciano no había tenido problemas. Cuando el sacerdote le preguntaba algo y ella no le entendía, pues decía "güí".
La Iglesia que teníamos cerca de casa era católica pero para una feligresía polaca, y los sacerdotes hablaban polaco, aunque alguno también dominaba el francés pero con un acento rarísimo.
Bueno, pues al otro día volvió mi suegra decidida a confesarse, faltaba más.
Cuando dos personas no hablan el mismo idioma, los gestos juegan un papel muy importante a la hora de entenderse, pero en un confesionario se hace harto difícil, ya que la rejilla y la oscuridad no ayudan mucho al entendimiento.
La escena fue más o menos así, con la salvedad de que el cura iniciaría la confesión en polaco, y cuando advirtiera que no le entendían pasaría al francés.
Cura.- Je vous salue Marie. (Ave María)
Ella.- ¿Es a mí? Buenos días.
C.- ¿Estce que tu ne parles pas français? (¿No hablas francés?)
E.- Confesar... yo…confesar.
C.-¿ Comment t’appelles-tu? (¿Cómo te llamas?)
E.- CON—FE—SAR.
C.- Je suis ici pour t’écouter. (Estoy aquí para escucharte)
Pausa… más pausa... y el cura esperando...
E.- Güí. Mire, es que he venido a ver a mis hijos y quiero aprovechar para confesarme.
C.- ¿As-tu fait dernièrement le malheur à quelqu’un? (¿Has hecho últimamente el mal a alguien?)
E.- Güí
C.- ¿Te sens-tu orgueilleuse de cela, ma fille? (¿Te sientes orgullosa de eso, hija mía?)
E.- Güí
C.- ¿Quel âge as-tu? (¿Qué edad tienes?)
E.- Güí, mire, yo soy española, de Callosa de Segura, provincia de Alicante.
C.- ¿Dis-tu beaucoup de mensonges? (¿Dices muchas mentiras?)
E.- Güí
C.- ¿As-tu commis des actes impurs? (¿Has cometido actos impuros?)
E.- Güí y además quería decirle que soy viuda
C.- ¿Te repens-tu de tes péchés? (¿Te arrepientes de tus pecados?)
E.- Tengo tres hijos y dos están en Argelia
C.- Ma fille, je t’acquitte de tous tes péchés (Hija mía, yo te absuelvo de todos tus pecados)
Pausa...
C.- C’est tout. Bonjour (Es todo. Buenos días)
Pausa…
E.- ¿Me va a poner penitencia?
Más pausa…
Y en vista de que mi suegra seguía allí, el sacerdote salió del confesionario para decirle con gestos, que cediera su sitio a otra persona, porque ya habían terminado, a lo que ella respondió que aún no le había dicho: “Ego te absolvo pecatis tuos”.
Eso sí que lo entendió el sacerdote y le repitió en latín lo que ya le había dicho en francés, con lo cual se volvió a casa tan satisfecha.
Si es que el latín es mucho más fácil. Ande va...