2 de febrero de 2010
Bienvenido a casa
Ya estás con nosotros y has superado con creces todas las espectativas que había en torno a tí.
Has nacido mediante una cesárea, y aunque mamá tarde algo más en recuperarse, tú has llegado precioso, con una carita redonda y mofletuda y unas manos grandotas, muerto de hambre buscando sin cesar el pecho de tu mami. Eres un bebé rollizo, con más de cuatro kilos de peso, sano y guapísimo, y todos nos sentimos felices.
Ahora, a crecer y a mirarte en el espejo de tu familia para ser una persona de bien.
Te prometo darte todos los caprichos que me pidas, pero tiene que ser un secreto entre los dos, para que tus papás no se enteren.
¡Bienvenido a casa!