24 de septiembre de 2012

Tercer día en París


Después de un suculento desayuno, ya que la mañana se presentaba andarina, cruzamos a Rívoli para llegar por esta calle a la Plaza del Ayuntamiento de París. El paseo mañanero fue muy agradable por la temperatura, y porque esta calle me encanta.

L'Hotel de Ville, como se llama, es un palacio renacentista que en 1871 sufrió un incendio y fue reconstruido entre 1873 y 1882



En su fachada hay 108 nichos con personajes de la historia de Francia y su plaza se utiliza muy a menudo para eventos, tales como conciertos o exposiciones. Precisamente estaban preparando una. Bajo del reloj, en las tres cornisas se puede leer "Égalite, Fraternité, Liberté".

Esta foto es de internet (de libre dominio), y da una idea de lo grandioso que es el palacio.

Esta es una vista de la parte que da al Sena.


Del Ayuntamiento seguimos por la Rue Rénard hasta el Centro Georges Pompidou y esto fue lo primero que vimos: es difícil de describir la sensación que se siente al ver todo este tinglado de tubos y de hierros de colorines, especialmente si se mira desde una calle no demasiado ancha. Parece que se te vienen encima.

Con todos mis respetos para los arquitectos, he de decir que me parece una tomadura de pelo.

Una de las bonitas salidas de aire. El Georges Pompidou es obra (para bien y para mal) de Renzo Piano y Richard Roger. Lo digo mayormente por si alguien quiere encargarles la decoración de su casa de la playa.
El Museo Nacional de Arte Moderno de París fue inaugurado no sin algún soponcio de los presentes, el 31 de enero de 1977, y alberga una de las mayores colecciones del mundo.
Es el tercer sitio más visitado de París (no me extraña).
Aquí estoy en la plaza, que tiene mucha vida y se hacen actividades relacionadas con el centro.

Delante de la fuente de los inocentes, un poco más arriba del museo. Era un antiguo cementerio y la fuente estaba adosada a una de las paredes de la iglesia. Al derruir esta, hubo que hacer la parte que faltaba para que quedara el templete cuadrado.
Y nos vamos bajando por la Rue Rambutean hasta la Plaza de los Vosgos.

Como se puede ver, se encuentra el el distrito 4 de París.

Esta estatua de Luis XIII se encuentra en el centro y fue el cardenal Richelieu quien mandó ponerla aquí, aunque no es la primitiva ya que esta fue destruida durante la revolución.
Está aquí este señor porque la plaza se inauguró en 1612 para celebrar su boda con Ana de Habsburgo, aunque nunca vivieron aquí.

Una vista de los soportales.

No, no me he subido a un helicóptero para hacer la foto, pero es que se ve muy bien y no me he podido resistir.
Fue el primer ejemplo de ordenamiento urbano en Europa. Aquí vivieron por ejemplo, Víctor Hugo y Richelieu.

De allí nos fuimos a la Plaza de la Bastilla. La columna de Julio.
Luego nos fuimos andando hasta el apartamento para comer.

Voy a bajar por una quiche y unos macarrons.

Y después de la comida, la siesta estupenda que nos sentó de maravilla.
Por la tarde nos pusimos muy guapos y tomamos en la Plaza del Louvre el 72, que nos llevó hasta...¡Montparnase! Con dos meses de antelación habíamos reservado una cena en el piso 56 de la torre.
Llegamos y el ascensor se tragó literalmente en pocos segundos, muy pocos, los 56 pisos.

Empezaba a anochecer y los colores grises se mezclaban con los rojizos del cielo y de la Torre Eiffel iluminada. Felicito al fotógrafo, o sea a mi Antonio, porque hizo una foto preciosa.

La vista que teníamos no podía ser más bonita. Cenamos de primero foie y de segundo carne. Tomamos de postre una tabla de quesos, que más que tabla era un tablón, y de beber vino blanco.
Es una sensación preciosa tener París a los pies.

A la izquierda la Torre Eiffel y a derecha Los Inválidos. La ciudad de la luz, haciendo honor a su nombre.
Cuando terminamos tomamos un taxi y nos marchamos al apartamento.
Mañana seguiremos descubriendo París.