Es un palacio del siglo XV mandado edificar por Enrique III, pasando a ser más adelante la vivienda de un contador de Carlos I. Se encuentra en lo que fue el arrabal de San Martín, hoy plaza del mismo nombre, está dedicado a las advocaciones de San Francisco de Asís y Santa Clara y habitan en él monjas de clausura.
A este convento venían a ingresar muchachas pertenecientes a la nobleza, y podían traer una dote al convento, hecho por el cual hay en él piezas muy valiosas.
Aquí vivieron Carlos I y su esposa Isabel de Portugal, naciendo en este lugar su hija menor, Juana. El rey quería que el príncipe Felipe (Felipe II), viviera en su propio palacio, por entonces El Alcázar.
Juana de Austria se casó con Juan Manuel de Portugal, y al enviudar volvió a España, fundando en 1559 Las Descalzas Reales. Está enterrada aquí junto a su su hermana María, emperatriz de Austria, quien también ingresó como religiosa. Junto a ellas, se encuentra también la sepultura de una hija de esta última, sor Margarita de la Cruz, quien prefirió el convento a casarse con su tío Felipe II. Finalmente fue su hermana Ana de Austria la que se casó con el rey.
Hubo otra sor Margarita de la Cruz, que ingresó a los cinco o seis años de edad y era hija de un bastardo de Felipe IV, Juan José de Austria.
La escalera es del Renacimiento, de la escuela de Toledo. Única en el mundo. Las pinturas barrocas datan de 1684 y promovió su realización Sor Ana de Orojea, protectora de pinturas barrocas.
Se pintó en cuatro etapas: 1ª- Claudio Coello pinta el techo "El Renacimiento de los Cielos. 2ª- Pereda a Felipe IV con su familia en un palco. 3ª- También Pereda, el Cristo Crucificado, y por último Jiménez Donoso pinta el resto. Hay unos trampantojos pintados por Federico Ricci.
El claustro alto está formado por treinta y tres capillas, y cada religiosa tiene una asignada hasta que muera, encargándose de su limpieza y mantenimiento. Están todas cuidadísimas. No voy a enumerarlas todas, pero algunas destacadas son la del Cristo Yacente , de Gaspar Becerra, la de la Virgen de Guadalupe, o la de la Virgen de la Paz.
Los vestidos los hacen las monjas.
Otro aspecto del claustro.
Juana de Austria, fundadora de Las Descalzas Reales.
Sala Capitular. En ella se elige a las abadesas. Las paredes son del siglo XVII y representan la vida de San Francisco de Asís. Hay dos obras muy valiosas en esta sala, hechas por Pedro de Mena: un Ecce-Homo y una Dolorosa, ambas de una sola pieza.
También hay una talla de Magdalena Arrepentida de Gregorio Fernández, director de la escuela de escultura de Valladolid.
Este cuadro está en el Salón del Candilón y en él aparecen retratadas las dos hijas de Felipe II: Isabel Clara Eugenia, la mayor y preferida de su padre, que al casarse con el archiduque Alberto llegaría a ser Gobernadora de los Países Bajos y a quien se debe que en España haya magníficos tapices flamencos. A su lado, Catalina Micaela, quien se casó con Carlos Manuel I de Saboya. Este cuadro es importante, ya que en una esquina se pintó El Alcázar, y lo podemos ver tal como era.
En la sala del Candilón, se vela a las religiosas que mueren, y se enciende un candil grande que hay en el centro. Hay un pequeño altar con una talla de Santa Clara, hecha por Gregorio Fernández.
Aquí se encuentran colgados los cuadros de la familia: hijos e hijas de Felipe II, Sebastián de Portugal (hijo de Juana de Austria), Juan de Austria (hermanastro de Felipe II), Juana de Austria (hermana de Felipe II), Leonor y Catalina (tías de Felipe II), o María de Portugal (primera de las cuatro esposas de Felipe II), entre otros.
Si tenéis la buenísima idea de visitar este convento, ya que todo él es una joya, os aconsejaría que llevarais un árbol genealógico de Felipe II para enteraros bien de quién es cada cual.
Capilla de La Anunciación. Antes estaba aquí el cuadro de Fra Angélico, pero se trasladó al Museo del Prado.
La Sala de los Tapices. El techo es del siglo XVI y XVII. Hay una colección de 20 tapices, de los que sólo se exponen 10, todos referentes al triunfo de la Eucaristía. Están hechos sobre cartones de Rubens, que acabó la colección en 1630. En Semana Santa los exponen todos. Como ya he dicho antes, Isabel Clara Eugenia fue la que los trajo, y por eso hay un cuadro de ella, pintado por Van Dick.
También hay otros cuadros religiosos, vitrinas con casullas y otras con objetos religiosos, la colección de Niño Jesús, del siglo XVI, y unos jarrones florentinos pertenecientes a Felipe II