Como no puedo dormir y estoy harta de dar vueltas en la cama, pues la cabeza gira y gira, y girando girando, no sé por qué, he venido a dar con este artilugio que mi madre tenía requetelimpio en algunas esquinas de mi casa.
La mayoría ni sabrán para lo que servía, pero a los de mi edad seguro que no se les escapa lo que es. Ni práctico ni higiénico. Sencillamente asqueroso: una escupidera.
Que sí, que antes, en las casas ponían esto para una necesidad, tanto de los de la casa como de los de fuera, que no estaba mal visto escupir en casa ajena, siempre que el producto se echara aquí. Ahora por ejemplo voy de invitada, y a ver la cara que se le pondría a mi anfitriona, si le pidiera algo donde poder escupir. Sí, claro, muy fácil. ¿Un kleenex? ¿Y si no se hubieran inventado aún?
Antes todo el mundo tenía en las casas estos delicados objetos, que cumplían las expectativas pero con efectos secundarios realmente asquerosos.
Oye, que si lo que estoy escribiendo hiere tu sensibilidad, lo dejas y punto.
En especial escupían los hombres, no sé el porqué, y se ve que la mujer lo adiestraba para que escupiera en casa ajena libremente, en lugar de hacerlo en el "moquero", y así se evitaba ella tener que lavarlo. Pido desde ya mismo un monumento al inventor de los pañuelos de papel, porque lavar un moquero no estaba pagao. Primero había que ponerlo en remojo para ablandar la sustancia.
Yo ya sabía la forma de escupir de los que frecuentaban mi casa. A saber: por gravedad, por impulso o por miopía, y les ponía más a mano, la más conveniente, porque las había con el agujero receptor del escupitajo más o menos grande, y algunas lo tenían muy pequeño, seguramente porque la hizo un hombre y no tenía que limpiarla después.
Por gravedad: pues dentro de lo que cabe, muy bien, facilitando el trabajo del ama de casa.
Por impulso: ¡Cabrones! Que es como si escupieran con spray, con lo cual, no te librabas del "sfumato" que te tocaba limpiar.
Por miopía, que los pobres no tenían ninguna culpa, pero la mayoría de las veces no acertaban.
Yo sabía quién había estado en mi casa el día anterior, sin necesidad de preguntarlo.
Se solían vaciar, en las casas limpias, una vez al día para poder manejar el producto. Yo creo que el loctite lo inventaron a raíz de un escupitajo seco.
A ver, ya te dije antes que si te sentías mal no siguieras leyendo.
En fin, que era un objeto útil pero asqueroso, y que estaba presente en casas, restaurantes, oficinas, bancos, hospitales... Era algo muy normal.
Ahora no las hay pero doy una idea a los ayuntamientos, ya que en versión desechable, las podrían poner por las calles, que un resbalón con un escupitajo es más peligroso que con caca de perro. La caca se ve y el gapo no.
Bueno, pues creo que he contribuido humildemente a conocer un utensilio ya olvidado, a Dios gracias.