19 de abril de 2011

El Madrid de Carlos III

Era hijo de Felipe V y de Isabel de Farnesio. A la muerte de su hermanastro Fernando VI, le sucedió en el trono español, dando a su madre una de las mayores satisfacciones, ya que ésta deseaba poner al frente de la corona española, a un hijo suyo. A la sazón era rey de Nápoles.

En 1737 conoció a Mª Amalia de Sajonia y se casaron en 1738.

Disfrutó de una etapa de éxitos por el descubrimiento de las ruinas de Pompeya y Herculano, y por la victoria sobre las fuerzas austriacas, e hizo suyo el lema de los enciclopedistas: felicidad, igualdad y libertad.

Cuando llegó a España dejó atrás 25 años de intensa vida política y satisfacciones familiares. Dejó como rey de Nápoles a su hijo Fernando.

El 17 de octubre de1759 llegó a Barcelona con su mujer y sus asesores.

El 9 de diciembre entró en Madrid sin recibimiento oficial al Buen Retiro, por la puerta secundaria. Fue muy distinto de sus predecesores.

Lo que encontró al llegar le dejó estupefacto: una ciudad sucia y maloliente, llena de excrementos lodos y basuras.

Según Fernán Núñez:


"La villa tenía una porción de carros o cajones bajos, sin ruedas, que en lugar de ellas tenían unos maderos redondos, tirados por una mula, que dirigía el que iba de a pie, y así se iba arrastrando todo lo grueso de la inmundicia. Este paseo, que generalmente se hacía de noche, iba precedido por gentes con hachas, que marchaban delante, a los lados y detrás de los carros y enseguida de éstos venían muchos hombres en una fila, con escobas, que iban barriendo lo que ellos no podían arrastrar. Esta pestífera comitiva cuya fetidez, como puede creerse, se anunciaba desde muy lejos, se dirigía a a varias alcantarillas, sumideros grandes que había en varios puntos de la villa, cuyas casas inmediatas estaban infectadas de sus hálitos.
Si Don Quijote se hubiera encontrado de noche este pestífero y lúgubre acompañamiento, es probable creyese que todas las parcas del abismo venían a caer sobre él, y que hubiese ensuciado su lanza contra aquella inmunda comitiva para deshacer un entuerto que seguramente ya había ocasionado más de cuatro".
Este curioso procedimiento de limpieza había sido bautizado con el nombre de "la marea".

No tuvo en este tiempo contacto con la nobleza, por lo que causó el descontento entre los Grandes de España.

Isabel de Farnesio se llevaba bastante mal (ya vimos antes el carácter tan difícil de este personaje), con su nuera Mª Amalia de Sajonia, que por entonces enfermó.

Carlos III sentó unas bases de mando de estilo distinto; prescindió de colaboradores españoles y se trajo de Italia a Esquilache, Grimaldi y Sabatini. Hizo una política ilustrada de transformaciones. Mientras tanto se sentía muy triste por la enfermedad de su esposa.

El 27 de noviembre de 1760 muere Mª Amalia y Carlos III no se volvería a casar. Madrid era una corte triste, sin fiestas ni ópera, en suma una corte aburrida. La moral del palacio se volvió muy rígida.

Entró solemnemente en Madrid y Ventura Rodríguez dibujó los arcos y templetes de madera y estuco para el recibimiento, formando un gran escenario teatral. Fue la bienvenida oficial al primer monarca de la Ilustración. Abrió las puertas del palacio a la nobleza, desilusionada por su falta de comunicación.

Tuvo diferentes actuaciones en el plano internacional, y en el nacional mejoró bastante los servicios: se crearon canales de conducción y se hicieron alcantarillados. Se empedraron las calles y se pusieron farolas de aceite. En 1764, la mayor parte tenía iluminación, pero la noche madrileña era peligrosa por la escasez de luz. La vestimenta española, con sombrero y capa largase hizo peligrosa. Hubo un decreto de cambio en la forma de vestir: casaca capa corta y tricornio (traje militar de los Borbones).

En 1787 entró Floridablanca. El 71% de la población se dedicaba a las tareas del campo y el 12% eran fabricantes, artesanos y menestrales. Existía una gran desigualdad social y sólo la nobleza accedía a los cargos.

Campomanes promulgó la ley de la libertad del comercio del trigo. Subió el pan.

La Iglesia se sentía inquieta ante la Ilustración, y Carlos III prefería a los Franciscanos Descalzos, antes que a los Jesuitas, expulsando a éstos últimos de España y de las colonias españolas, el 27 de marzo de 1767

Los italianos que vinieron con el rey tuvieron una posición relevante, como Esquilache, ministro de la guerra y de hacienda, pero los madrileños le odiaban. Vivió rodeado de gran lujo en la Casa de las 7 chimeneas.

Al perder distintas posesiones en el Caribe, España sufrió un gran desastre económico y se esfumaron las reservas de oro de Fernando VI. Bajó el poder adquisitivo en toda Europa. En 1766, en Semana Santa, el pueblo estaba descontento, el clero no quería la Ilustración y los militares estaban maltrechos por las derrotas. En este clima se produjo el 23 de marzo el motín de Esquilache. El pueblo exigió que el rey saliera al balcón, pero no salió. Se desplegó la guardia valona y un sacerdote habló con Carlos III, pero éste partió para Aranjuez por una puerta trasetra, triste por el rechazo del pueblo, que le exigía: 1º El destierro de Esquilache. 2º Que no hubiesen ministros extranjeros. 3º Salida de la guardia valona. 4º Abolición de la Junta de Abastos. 5º Firma del rey en la Plaza Mayor.

Separó del poder a Esquilache, bajo el precio del pan, y retiró la guardia valona. Aranda presidió el primer Consejo de Castilla aplastó la revuelta.

Se hizo una política de acercamiento a los hombres de la Ilustración Española. Se logró un ejército permanente en la tradición borbónica.

Se creó la Sociedad Económica Amigos del País, y las tertulias. Nobles y clero formaban parte de las asociaciones (Sociedad Vascongada, Caballeritos de Azpeitia). Se recuperaron La Habana y Versalles y hubo buenas cosechas, lo que mejoró la economía de los más débiles.

Se hizo un plan para mejorar las vias de comunicación (sistema radial) de carreteras.

Hasta entonces, los tapices tenían temas construmbristas y a partir de ahora se eligen temas de actualidad. Entonces es cuando Goya alcanzó gran fama como cartonero, al representar escenas típicas de Madrid.

Hizo reformas en los palacios y se terminó la Puerta de Alcalá por el arquitecto Sabatini, en estilo barroco romano. Fue impulsor de la creación de jardines, pérgolas, etc. Acercó la naturaleza al viejo Madrid, siendo su obra urbanística más importante el Paseo del Prado, inspirado en el eje de la Caserta, con fuentes, cascadas y estanques. Quería que fuera el marco idóneo para los encuentros de la nobleza. Ventura Rodríguez ideó las fuentes a lo largo del paseo: dos en los extremos y una en el centro. La más cercana a Atocha, dedicada al dios Apolo y a las cuatro estaciones. La segunda dedicada a Neptuno, dios del Mar, la que tardó 10 años, y la tercera dedicada a Cibeles, diosa de la Tierra, hecha por Francisco Gutierrez y los leones de Roberto Michel.

Carlos III fue calificado como el mejor alcalde de Madrid. No era una lumbrera, pero comparado con los anteriores, la balanza se inclinaba a su favor.

Tomó algunas medidas: restricciones temporales del clero (separación iglesia-estado), y limitación de las explotaciones monacales. Ley de desamortización.

Recortó los poderes del Santo Oficio y logró eliminarlo.

Los hijos de los nobles accedían entonces a los puestos de sus padres y se llamaban masteristas. A partir de este momento los colegiales empezaron a acceder a estos cargos, arrebatándoles la posición.

Se organizaron en Madrid ordenanzas municipales por Teodoro Ardemans, arquitecto mayor del ayuntamiento.

Reformas de higiene y sanidad de la ciudad. Se hicieron en las casas pozos negros y se creó el sistema de recogida de basura.

Se pavimentaron las calles.

Se regularon las medidas entre aceras y calzadas.

Se creó el alumbrado público y se instalaron 4.408 farolas en Madrid

Se estableció un camino de postas

El decreto de Esquilache prohibió los juegos de azar, el uso de armas, el uso de sombreros chambergos y el uso de las capas largas. Se instauró la policia municipal para vigilar el cumplimiento de la orden de vestimentas. Allí habia también sastres para actuar "in situ".

Se impuso el servicio militar obligatorio (Quinta, viene de que en el censo de hombres sólo hacían la mili los que les tocaba el 5).

La bandera y el himno nacional son de este tiempo.

Se creó el Banco de San Carlos, futuro Banco de España y se emitió por primera vez papel-moneda.

Se renovó el armamento; Madrid quedó dividida militarmente en ocho cuarteles, y el territorio español en 31 provincias.

El Corregidor, figura que viene desde los Reyes Católicos, pasó a llamarse alcalde y adquirió ya una cierta autonomía municipal.

La nobleza era una nobleza asentista, que vivía de lo que producían sus tierras, su ganado, etc. No trabajaba y vivía de las rentas.

Se incrementó una desigualdad social muy fuerte y ésto repercutió en la economía española, que se retrasó con respecto a otros países. El salario de un jornalero era de 5 ó 6 reales diarios, y una libra de carne costaba 2 reales, y dos libras de pan, 2 reales.

Madrid tenía ahora 200.000 habitantes. Todo entraba y salía por las puertas de las murallas. En estas puertas estaba el puesto de la Junta de Abastos y del Peso y Repeso Real. Controlaban el peso de los productos y el precio, y equilibraban el abastecimiento de Madrid..

Se impulsaron las industrias manufactureras: las Reales Fábricas de Tapices, de Cristales, Porcelanas, Jabones, Lejías, Naipes, Tabacos, Platerías de impulso privado (Platerías Martínez).

Los gremios peligrosos se alejaron de la ciudad (cueros, forjas, etc.) Se situaban en Génova, Barquillo, etc. en el barrio de los chisperos (por lo de las chispas). Los alfareros también se fueron y estaban en la zona de Lavapiés. Existían entonces 100 gremios.

Era el tiempo del barroco: Hospicio de Madrid, actual Museo Municipal. Era un barroco castizo: Pedro de Ribera, Churriguera.

Se trajeron arquitectos extranjeros: Juvara, Sachetti, Sabatini (los tres intervieneron en el Palacio Real), que trajeron un estilo barroco clasicista italiano. Bonavía hizo San Miguel, y el Teatro de los Caños del Peral. Marquet hizo la Casa de Correos.

Sabatini fue el arquitecto favorito de Carlos III, y realizó varias obras en Madrid. Terminó el Palacio Real: la escalera de entrada, el ala de la calle Bailén y los jardines. La Puerta de Alcalá y la Plaza de Toros de Madrid y el Jardín Botánico, que murió antes de acabarlo y lo finalizó Villanueva.

Sabatini impuso unas normas urbanísticas: ejes de acceso que ordenaban la ciudad. Ejes con forma de tridente, y que al juntarse hacen forma de rombo, como el Paseo de las Acacias. Las urbanizaciones se hacía hacia el río.

Patrocinado por el Conde de Aranda, el arquitecto Ventura Rodríguez hizo el Salón de Prado, cerrado por una valla, para que pasearan las clases nobles, mientreas las clases populares lo hacían por fuera.

Se hizo el eje del Prado: Gabinete de Ciencias Naturales, Jardín Botánico, Observatorio , y el acondicionamiento de las puertas de acceso a la ciudad.

Madrid era una ciudad permanentemente en obras.