Bienvenidos a El mirlo de papel

Soy Varech y ando por la Red desde hace un tiempo, lo cual me produce a veces quebraderos de cabeza aunque la mayoría de las ocasiones me satisface.

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25 de agosto de 2011

La Batalla de Trafalgar

No quedaría la entrada anterior completa, sin ampliar los hechos que llevaron a este desastre. Acabo de leer el libro "Cabo Trafalgar", de Pérez Reverte, y he llegado a una conclusión en cuanto a la forma de plantear la narración por este escritor: fue una lucha encarnizada, cruel e inmerecida, y no me ha gustado el tono burlón y jocoso del lenguaje que ha utilizado, pero... quizás haya sido ese desenfado a la hora de describir semejante tragedia, lo que me ha llevado a acabarlo en un plis plas. Intentaré explicar las causas que nos llevaron a ella: Por el tratado de San Ildefonso, España se había comprometido a luchar junto a la flota francesa. Napoleón, en su afán expansionista, quería invadir Gran Bretaña, y pensó en una maniobra de distracción para alejar a los barcos ingleses, mientras él estaba preparado en Calais para entrar en la isla. Pero las cosas no le salieron nada bien: partió la flota combinada hacia las posesiones británicas en las Indias Occidentales, para que la escuadra inglesa fuera detrás a defender el territorio y dejara libre el Canal de la Mancha, pero los ingleses se percataron de la jugada y dieron la vuelta. Hubo enfrentamientos en la Batalla de Finisterre al encontrarse allí las dos flotas, y Villeneuve, desobedeciendo las órdenes de Napoleón llevó la escuadra a Cádiz, encontrándose la Armada Inglesa en Gibraltar en esos momentos. El Emperador le había ordenado salir de Cádiz, dirigirse a Cartagena en busca de refuerzos, y partir hacia Nápoles, pero los ingleses habían ya bloqueado la salida. Como era conocida la ineptitud de Villeneuve para esta empresa, Napoleón mandó un sustituto a petición de Godoy, quien había recibido las quejas de los marinos españoles, y al almirante francés le faltó tiempo para ordenar la salida, porque sabía de su mala reputación entre la gente de mar y quería hacer méritos ante el Emperador. El tiempo, como el estado de los barcos, no eran propicios para hacerse a la mar, y los españoles le aconsejaron que sería mejor dejar en el puerto todo el invierno la flota inglesa para que se fueran debilitando, pero el francés se empecinó y, el 19 de octubre de 1805 salieron los barcos de Cádiz. La flota aliada se componía de 33 barcos y la inglesa de 27 . La batalla tuvo lugar el 21 de octubre de 1805. En Francia, como consecuencia de la Revolución, muchos aristócratas fueron ajusticiados, y entre ellos sus mejores marinos, pertenecientes a familias nobles, por lo cual hubo que reclutar a gente que no estaba preparada, incluso para muchos fue su bautismo de mar. Por otra parte, en España teníamos buenos barcos pero faltos de mantenimiento, motivo por el que algunos de los capitanes sufragaron de su bolsillo la pintura y el arreglo de las naves para no pasar vergüenza ante los franceses. Pero la tripulación era de lo peor. La epidemia de fiebre amarilla que había azotado Andalucía causó innumerables bajas, y hubo que sustituir a la gente curtida en la mar por mendigos, soldados de infantería y campesinos. Uno de los generales comentó: "Llenamos los buques de una porción de ancianos, de achacosos, de enfermos y de inútiles para la mar". Los mismos oficiales estaban muy pesimistas ya que no atravesaban el mejor momento para una confrontación.
Gravina mandaba la flota española, pero siempre subordinado al francés, cosa que no se entendía, ya que tenía mucha más experiencia y conocimientos que Villeneuve. La flota inglesa estaba compuesta por verdaderos hombres de mar, con muchos años de experiencia y con unos barcos en perfecto estado. Al mando iba el almirante Nelson. Las batallas navales se solían hacer con los buques dispuestos en línea (evitaré términos náuticos), ofreciendo al enemigo uno de los lados del barco que era donde iban los cañones, el otro navío se ponía en paralelo, y a darse cañonazos para desarbolar al otro y causarle el mayor daño posible. Pero Nelson sorprendió a los aliados por su forma de atacar: estos estaban colocados en línea, como la cuerda de un arco, formando la zona de fuego, la vanguardia y la retaguardia, y la escuadra británica avanzó hacia el centro de esta línea en dos columnas paralelas. Se la jugaron pero les salió bien. Teóricamente un navío que se acercara perpendicular a una línea de batalla, recibiría mucho fuego enemigo, pero tendría menos blanco y los barcos podrían disparar sólo por el lado que tuvieran a la vista, con lo cual los daños serían menores, y mientras podría colarse entre los aliados y cogerlos entre dos fuegos como así sucedió. Disparaban tres veces más rápido que los españoles. Cuando Villeneuve vio a los ingleses, se debió de acordar de todos los santos y ordenó virar para volver a Cádiz, ante la incredulidad de los españoles, pero el que manda manda, y el poco viento hizo que dieran la vuelta muy lentamente, que casi chocaran unos con otros, descompusieran la línea y que en definitiva dejaran grandes claros que aprovechó Nelson para meter sus barcos y poder luchar así varios contra uno, rodeándolos y rindiéndolos.
Era más o menos medio día. Los aliados que estaban en la vanguardia no apoyaron a los barcos que estaban en dificultades, a pesar de la orden de dirigirse a la zona del fuego. Villeneuve, como vio la cosa muy negra, mandó un mensaje a todos los capitanes de los barcos, diciéndoles que hicieran lo que quisieran, con lo que el caos ya fue total.
Dumanoir, al mando de la agrupación empezó una retirada y huyó con su barco y tres más, todos franceses, sin prestar auxilio a los otros. Al poco de empezar la contienda murió Nelson, y ordenó mientras le recogían que le taparan la cabeza para que la tripulación no supiera que había sido herido y se desmoralizara. El cadáver fue conservado en un barril de coñac para evitar su deterioro en la travesía hasta Londres. Los cañonazos rompían maderas y piezas que saltaban como metralla sobre la tripulación que moría, era herida o mutilada. Los abordajes también fueron terribles en cuanto a bajas, y cuando un palo caía, arrastraba a los marineros que estaban en él teniendo que echarlo al mar para desprenderse del lastre que suponía para la embarcación No daban abasto a bajar gente a la enfermería, y las naves que fueron hundidas se llevaron a todas esas personas al fondo del mar. Quizás si Gravina hubiera tenido la flota combinada bajo su mando, habría podido variar el rumbo de los acontecimientos, ya que pensó cerrar "la cuerda del arco" por la vanguardia y la retaguardia y así envolver a los ingleses, pero Villeneuve desestimó esa táctica.
Algunos barcos volvieron a Cádiz en tan mal estado que no aguantaron el mal tiempo y se hundieron, como el Santísima Trinidad, a quien llamaban "El Escorial de los Mares". Un barco de cuatro puentes y 136 cañones. Cuando el Bucentaure se rindió todo el fuego enemigo se dirigió hacia este buque emblemático y fue apresado y remolcado hasta Cádiz como gran trofeo por parte de los ingleses, orgullosos de haber abatido el barco más grande que se hubiera construído nunca, pero no soportó el mal tiempo y se hundió. A las seis y media finalizó la contienda.
España perdió 7 de los 15 barcos con los que contribuyó a esta batalla y murieron en ella entre otros, Gravina, Alcalá Galiano y Churruca. El balance total en la Armada española fue de1.025 muertos y 1383 heridos. Las playa de Cádiz se llenaron de cadáveres y despojos de los navíos hundidos, y los lugareños socorrieron por igual a heridos franceses, españoles e ingleses. España dejó de ser la primera potencia marítima, ostentando ese honor a partir de aquí Inglaterra.
Podéis pinchar en este video http://youtu.be/Rroa7Ks05vo

22 de agosto de 2011

Carlos IV en Madrid




El reinado de este monarca trajo a Madrid y por consiguiente al país, uno de los periodos más bochornosos de la historia de España.
Era el séptimo hijo de Carlos III y Mª Amalia de Sajonia. Su padre adivinó bien pronto la escasez de carácter que tenía y planificó su boda con una mujer a la que le sobraba, como fue Mª Luisa de Parma, aunque luego tuviera que arrepentirse de tal elección, por los escándalos que ésta protagonizó. Eran primos por ambas ramas familiares. La política la llevaban a cabo los ministros Floridablanca y luego Aranda, hasta que Godoy entró en escena.
De los 14 hijos y 24 embarazos que tuvo la reina, parece ser que ninguno era del rey. Por la cámara real desfilaron muchos amantes, aunque el favorito fue Godoy, a quien Mª Luisa encumbró hasta tal punto que era quien gobernaba el país. Carlos IV era un títere en manos de su mujer y de su primer ministro, y aunque todo el mundo sabía de la infidelidad de la reina, él no se daba por enterado y seguía dedicándose a sus colecciones de relojes, a la carpintería y a otros trabajos manuales.
Según un emperador ruso, la soberana estaba "ajada por los partos y las enfermedades, de tez verdosa y casi sin dientes, reemplazados por piedras preciosas que la causan innumerables molestias en las comidas, que siempre hace en solitario".
En estos momentos, en Francia se vivía la Revolución Francesa.
Godoy firmó el tratado de San Ildefonso con Napoleón, por el cual España se comprometía a realizar una política militar conjunta con los franceses frente a Gran Bretaña, que amenazaba a la flota española en sus viajes a América.
En 1807, el heredero Fernando se amotinó en El Escorial y pidió a su padre que renunciara a la corona española, aunque este hecho no se llevó a cabo y padre e hijo lograron reconciliarse.
En marzo de 1808 se produjo el Motín de Aranjuez. Por el tratado de Fontainebleau (Godoy no quiso luchar contra Napoleónl y prefirió aliarse con él) se permitía pasar al emperador francés hacia Portugal, a través del territorio español, pero Godoy se dio cuenta de la doble intención y se llevó a los reyes a Aranjuez para huir desde allí hasta que se repusiera la monarquía en España.
Los madrileños estaban hartos de los escándalos de la reina, y de que el rey no hiciera nada por solucionar los problemas que tenía el país, con Napoleón ya en España, así que pidieron que abdicara en su hijo.
El 22 de marzo de 1808 entró Fernando VII en Madrid y fue aclamado.
Carlos IV estaba exiliado, Fernando VII rey, y España llena de franceses.
El ejército francés iba tomando posiciones: 10.000 soldados en la Glorieta de San Bernardo, al mando de Mariscal Joaquín Murat; la artillería de la Guardia Imperial alrededor del Retiro; la caballería y mamelucos a la entrada de Recoletos; la Guardia Imperial de Marina, en el Cuartel del Conde-Duque; 20.000 soldados en el Pardo; 20.000 en Aranjuez, Toledo, El Escorial y accesos a Guadarrama......................................en total unos 55.000 hombres. Madrid tenía entonces 175.000 habitantes.
La conciencia nacional frente a la invasión francesa, desencadenó los enfrentamientos en Madrid que dieron lugar a la Guerra de la Independencia.
Cuando el príncipe Francisco de Paula iba a subir a la carroza camino del exilio, muchos madrileños se agolpaban frente a la Puerta del Príncipe en el Palacio Real, y pudieron ver cómo se resistía y lloraba, lo que soliviantó los ánimos a los que sólo les faltaba el último empujón para levantarse contra los franceses, y se dirigieron hacia la Puerta del Sol, sin armas, aunque luego, al enterarse de que en el Cuartel de Monteleón las había, se encaminaron hasta allí para conseguirlas.
Este cuartel estaba a favor de los madrileños, al mando del teniente Ruiz y de los capitanes Daoiz y Velarde. Resistieron al ejército francés durante 3 días y luego el cuartel fue incendiado, muriendo estos militares. También murió en este asedio Manuela Malasaña.
La represión francesa se produjo el 3 de mayo de 1808 (los fusilamientos). La dirigió el general Grouchi desde la Casa de Correos, y se fusiló a los madrileños sin juicios previos.
Napoleón envió una misiva a Fernando VII instándole a solucionar los problemas con su padre. Marchó el rey a Bayona y allí fue obligado a devolverle la corona a Carlos IV, pero éste en un acto bochornoso, la tomó de su hijo y se la entregó a Napoleón.
Entonces Napoleón se sintió con plenos poderes para gobernar sobre España y mandó a su hermano José I.
El 20 de julio de 1808 entró José Bonaparte en Madrid y el 25 fue proclamado rey de España, y por más que lo intentó, el pueblo de Madrid no lo aceptó. Mandó entonces Napoleón un ejército de 250.000 hombres que se instalaron en el Buen Retiro, en el Palacio del Duque de Pastrana y en el Puerto de Somosierra, para doblegar la voluntad de los madrileños, pero no lo consiguió.
José I llevó acabo algunas reformas: levantamiento de productos en el estanco, especialmente del vino, de ahí su apodo de Pepe Botella, aunque él era abstemio.
Derribó monasterios para airear el casco urbano: Sta. Ana, que da lugar a la plaza; de los Mostenses; San Martín, en la actual plaza de este nombre; Sta. Bárbara; Afligidos, en la plaza de Cristino Marcos; San Juan, en la plaza de Ramales; San Gil, en la Plaza de Oriente; Santo Domingo, en la plaza de este nombre.
Por estos derribos, ha pasado a la historia como "el rey plazuelas".
Fue abolida la Santa Inquisición.
Reinó durante 5 años y se marchó en 1813 dejando Madrid en ruinas. En ese mismo día (1 de abril de 1813) entraron los aliados ingleses y el Duque de Welington derribó la Real Fábrica de Porcelanas del Retiro, para que no compitiera con la porcelana inglesa.
Desapareció el Palacio del Buen Retiro, del que sólo quedó el Salón de Baile (Casón) y el del Trono (lo que fue Museo del Ejército).
Se constituyen en 1812 las Cortes de Cádiz ("La Pepa").
Carlos IV y Mª Luisa de Parma nunca regresaron, ya que su hijo Fernando VII se negó a ello, y murieron exiliados, en Italia.
Durante este periodo, tuvo lugar también el desastre acaecido a la armada española en Trafalgar, como consecuencia del Tratado de San Ildefonso.
Goya fue pintor de cámara de Carlos IV e inmortalizó a la familia real en un cuadro magnífico que se halla expuesto en el Museo del Prado en Madrid. Fue la primera obra de Goya en entrar en esta pinacoteca y en 1834 fue tasada en 80.000 reales.
Parece que se pintó frente a un espejo para que los protagonistas supieran de antemano cómo iban a quedar. Goya hizo varios estudios de los personajes y luego los juntó, para evitar así sesiones largas de posado. Se hizo en Aranjuez.
Los cuadros de atrás le dan profundidad a la escena, y si se miran los pies, sólo se adelantan los del rey y los del heredero, permaneciendo los demás en segundo plano.
Goya se pintó a la izquierda, al igual que lo hiciera Velázquez en Las Meninas
La reina en el centro, porque Goya la consideraba la más poderosa, pasa el brazo a la infanta MªIsabel y coge de la mano al infante Francisco de Paula.
A la izquierda, adelantado y de azul, Fernando VII, a quien coge por la cintura su hermano Carlos Mª Isidro (guerras carlistas).
La mujer que tiene el rostro vuelto, en esa parte del cuadro, es la futura Princesa de Asturias, mujer de Fernando VII, pero entonces aún no se conocía su identidad.
Detrás, María Josefa de Borbón, hermana del rey.
A la derecha, la infanta Mª Luisa y su marido el duque de Parma, con el pequeño Carlos Luis.
Antonio Pascual, hermano del rey, junto a la infanta Carlota Josefina, hija mayor de los reyes.
Adelantado, Carlos IV.
Los retrató tal como eran, por fuera................y por dentro.
Fernando VII regresó como rey a España el 22 de marzo de 1814.

19 de abril de 2011

El Madrid de Carlos III

Era hijo de Felipe V y de Isabel de Farnesio. A la muerte de su hermanastro Fernando VI, le sucedió en el trono español, dando a su madre una de las mayores satisfacciones, ya que ésta deseaba poner al frente de la corona española, a un hijo suyo. A la sazón era rey de Nápoles.

En 1737 conoció a Mª Amalia de Sajonia y se casaron en 1738.

Disfrutó de una etapa de éxitos por el descubrimiento de las ruinas de Pompeya y Herculano, y por la victoria sobre las fuerzas austriacas, e hizo suyo el lema de los enciclopedistas: felicidad, igualdad y libertad.

Cuando llegó a España dejó atrás 25 años de intensa vida política y satisfacciones familiares. Dejó como rey de Nápoles a su hijo Fernando.

El 17 de octubre de1759 llegó a Barcelona con su mujer y sus asesores.

El 9 de diciembre entró en Madrid sin recibimiento oficial al Buen Retiro, por la puerta secundaria. Fue muy distinto de sus predecesores.

Lo que encontró al llegar le dejó estupefacto: una ciudad sucia y maloliente, llena de excrementos lodos y basuras.

Según Fernán Núñez:


"La villa tenía una porción de carros o cajones bajos, sin ruedas, que en lugar de ellas tenían unos maderos redondos, tirados por una mula, que dirigía el que iba de a pie, y así se iba arrastrando todo lo grueso de la inmundicia. Este paseo, que generalmente se hacía de noche, iba precedido por gentes con hachas, que marchaban delante, a los lados y detrás de los carros y enseguida de éstos venían muchos hombres en una fila, con escobas, que iban barriendo lo que ellos no podían arrastrar. Esta pestífera comitiva cuya fetidez, como puede creerse, se anunciaba desde muy lejos, se dirigía a a varias alcantarillas, sumideros grandes que había en varios puntos de la villa, cuyas casas inmediatas estaban infectadas de sus hálitos.
Si Don Quijote se hubiera encontrado de noche este pestífero y lúgubre acompañamiento, es probable creyese que todas las parcas del abismo venían a caer sobre él, y que hubiese ensuciado su lanza contra aquella inmunda comitiva para deshacer un entuerto que seguramente ya había ocasionado más de cuatro".
Este curioso procedimiento de limpieza había sido bautizado con el nombre de "la marea".

No tuvo en este tiempo contacto con la nobleza, por lo que causó el descontento entre los Grandes de España.

Isabel de Farnesio se llevaba bastante mal (ya vimos antes el carácter tan difícil de este personaje), con su nuera Mª Amalia de Sajonia, que por entonces enfermó.

Carlos III sentó unas bases de mando de estilo distinto; prescindió de colaboradores españoles y se trajo de Italia a Esquilache, Grimaldi y Sabatini. Hizo una política ilustrada de transformaciones. Mientras tanto se sentía muy triste por la enfermedad de su esposa.

El 27 de noviembre de 1760 muere Mª Amalia y Carlos III no se volvería a casar. Madrid era una corte triste, sin fiestas ni ópera, en suma una corte aburrida. La moral del palacio se volvió muy rígida.

Entró solemnemente en Madrid y Ventura Rodríguez dibujó los arcos y templetes de madera y estuco para el recibimiento, formando un gran escenario teatral. Fue la bienvenida oficial al primer monarca de la Ilustración. Abrió las puertas del palacio a la nobleza, desilusionada por su falta de comunicación.

Tuvo diferentes actuaciones en el plano internacional, y en el nacional mejoró bastante los servicios: se crearon canales de conducción y se hicieron alcantarillados. Se empedraron las calles y se pusieron farolas de aceite. En 1764, la mayor parte tenía iluminación, pero la noche madrileña era peligrosa por la escasez de luz. La vestimenta española, con sombrero y capa largase hizo peligrosa. Hubo un decreto de cambio en la forma de vestir: casaca capa corta y tricornio (traje militar de los Borbones).

En 1787 entró Floridablanca. El 71% de la población se dedicaba a las tareas del campo y el 12% eran fabricantes, artesanos y menestrales. Existía una gran desigualdad social y sólo la nobleza accedía a los cargos.

Campomanes promulgó la ley de la libertad del comercio del trigo. Subió el pan.

La Iglesia se sentía inquieta ante la Ilustración, y Carlos III prefería a los Franciscanos Descalzos, antes que a los Jesuitas, expulsando a éstos últimos de España y de las colonias españolas, el 27 de marzo de 1767

Los italianos que vinieron con el rey tuvieron una posición relevante, como Esquilache, ministro de la guerra y de hacienda, pero los madrileños le odiaban. Vivió rodeado de gran lujo en la Casa de las 7 chimeneas.

Al perder distintas posesiones en el Caribe, España sufrió un gran desastre económico y se esfumaron las reservas de oro de Fernando VI. Bajó el poder adquisitivo en toda Europa. En 1766, en Semana Santa, el pueblo estaba descontento, el clero no quería la Ilustración y los militares estaban maltrechos por las derrotas. En este clima se produjo el 23 de marzo el motín de Esquilache. El pueblo exigió que el rey saliera al balcón, pero no salió. Se desplegó la guardia valona y un sacerdote habló con Carlos III, pero éste partió para Aranjuez por una puerta trasetra, triste por el rechazo del pueblo, que le exigía: 1º El destierro de Esquilache. 2º Que no hubiesen ministros extranjeros. 3º Salida de la guardia valona. 4º Abolición de la Junta de Abastos. 5º Firma del rey en la Plaza Mayor.

Separó del poder a Esquilache, bajo el precio del pan, y retiró la guardia valona. Aranda presidió el primer Consejo de Castilla aplastó la revuelta.

Se hizo una política de acercamiento a los hombres de la Ilustración Española. Se logró un ejército permanente en la tradición borbónica.

Se creó la Sociedad Económica Amigos del País, y las tertulias. Nobles y clero formaban parte de las asociaciones (Sociedad Vascongada, Caballeritos de Azpeitia). Se recuperaron La Habana y Versalles y hubo buenas cosechas, lo que mejoró la economía de los más débiles.

Se hizo un plan para mejorar las vias de comunicación (sistema radial) de carreteras.

Hasta entonces, los tapices tenían temas construmbristas y a partir de ahora se eligen temas de actualidad. Entonces es cuando Goya alcanzó gran fama como cartonero, al representar escenas típicas de Madrid.

Hizo reformas en los palacios y se terminó la Puerta de Alcalá por el arquitecto Sabatini, en estilo barroco romano. Fue impulsor de la creación de jardines, pérgolas, etc. Acercó la naturaleza al viejo Madrid, siendo su obra urbanística más importante el Paseo del Prado, inspirado en el eje de la Caserta, con fuentes, cascadas y estanques. Quería que fuera el marco idóneo para los encuentros de la nobleza. Ventura Rodríguez ideó las fuentes a lo largo del paseo: dos en los extremos y una en el centro. La más cercana a Atocha, dedicada al dios Apolo y a las cuatro estaciones. La segunda dedicada a Neptuno, dios del Mar, la que tardó 10 años, y la tercera dedicada a Cibeles, diosa de la Tierra, hecha por Francisco Gutierrez y los leones de Roberto Michel.

Carlos III fue calificado como el mejor alcalde de Madrid. No era una lumbrera, pero comparado con los anteriores, la balanza se inclinaba a su favor.

Tomó algunas medidas: restricciones temporales del clero (separación iglesia-estado), y limitación de las explotaciones monacales. Ley de desamortización.

Recortó los poderes del Santo Oficio y logró eliminarlo.

Los hijos de los nobles accedían entonces a los puestos de sus padres y se llamaban masteristas. A partir de este momento los colegiales empezaron a acceder a estos cargos, arrebatándoles la posición.

Se organizaron en Madrid ordenanzas municipales por Teodoro Ardemans, arquitecto mayor del ayuntamiento.

Reformas de higiene y sanidad de la ciudad. Se hicieron en las casas pozos negros y se creó el sistema de recogida de basura.

Se pavimentaron las calles.

Se regularon las medidas entre aceras y calzadas.

Se creó el alumbrado público y se instalaron 4.408 farolas en Madrid

Se estableció un camino de postas

El decreto de Esquilache prohibió los juegos de azar, el uso de armas, el uso de sombreros chambergos y el uso de las capas largas. Se instauró la policia municipal para vigilar el cumplimiento de la orden de vestimentas. Allí habia también sastres para actuar "in situ".

Se impuso el servicio militar obligatorio (Quinta, viene de que en el censo de hombres sólo hacían la mili los que les tocaba el 5).

La bandera y el himno nacional son de este tiempo.

Se creó el Banco de San Carlos, futuro Banco de España y se emitió por primera vez papel-moneda.

Se renovó el armamento; Madrid quedó dividida militarmente en ocho cuarteles, y el territorio español en 31 provincias.

El Corregidor, figura que viene desde los Reyes Católicos, pasó a llamarse alcalde y adquirió ya una cierta autonomía municipal.

La nobleza era una nobleza asentista, que vivía de lo que producían sus tierras, su ganado, etc. No trabajaba y vivía de las rentas.

Se incrementó una desigualdad social muy fuerte y ésto repercutió en la economía española, que se retrasó con respecto a otros países. El salario de un jornalero era de 5 ó 6 reales diarios, y una libra de carne costaba 2 reales, y dos libras de pan, 2 reales.

Madrid tenía ahora 200.000 habitantes. Todo entraba y salía por las puertas de las murallas. En estas puertas estaba el puesto de la Junta de Abastos y del Peso y Repeso Real. Controlaban el peso de los productos y el precio, y equilibraban el abastecimiento de Madrid..

Se impulsaron las industrias manufactureras: las Reales Fábricas de Tapices, de Cristales, Porcelanas, Jabones, Lejías, Naipes, Tabacos, Platerías de impulso privado (Platerías Martínez).

Los gremios peligrosos se alejaron de la ciudad (cueros, forjas, etc.) Se situaban en Génova, Barquillo, etc. en el barrio de los chisperos (por lo de las chispas). Los alfareros también se fueron y estaban en la zona de Lavapiés. Existían entonces 100 gremios.

Era el tiempo del barroco: Hospicio de Madrid, actual Museo Municipal. Era un barroco castizo: Pedro de Ribera, Churriguera.

Se trajeron arquitectos extranjeros: Juvara, Sachetti, Sabatini (los tres intervieneron en el Palacio Real), que trajeron un estilo barroco clasicista italiano. Bonavía hizo San Miguel, y el Teatro de los Caños del Peral. Marquet hizo la Casa de Correos.

Sabatini fue el arquitecto favorito de Carlos III, y realizó varias obras en Madrid. Terminó el Palacio Real: la escalera de entrada, el ala de la calle Bailén y los jardines. La Puerta de Alcalá y la Plaza de Toros de Madrid y el Jardín Botánico, que murió antes de acabarlo y lo finalizó Villanueva.

Sabatini impuso unas normas urbanísticas: ejes de acceso que ordenaban la ciudad. Ejes con forma de tridente, y que al juntarse hacen forma de rombo, como el Paseo de las Acacias. Las urbanizaciones se hacía hacia el río.

Patrocinado por el Conde de Aranda, el arquitecto Ventura Rodríguez hizo el Salón de Prado, cerrado por una valla, para que pasearan las clases nobles, mientreas las clases populares lo hacían por fuera.

Se hizo el eje del Prado: Gabinete de Ciencias Naturales, Jardín Botánico, Observatorio , y el acondicionamiento de las puertas de acceso a la ciudad.

Madrid era una ciudad permanentemente en obras.

29 de noviembre de 2010

El Madrid de Luis I y Fernando VI

Fernando VI

Bárbara de Braganza

Luis I



Tras la abdicación de Felipe V le sucedió su hijo Luis I, primogénito de su matrimonio con Mª Luisa Gabriela de Saboya, y fue jurado Príncipe de Asturias en los Jerónimos.
Se casó con Luisa Isabel de Orleans, a la temprana edad de quince años. Ella tenía doce y no era muy querida por los españoles por sus extravagancias (¿No sería que era una niña?), pero sin embargo le cuidó con gran esmero cuando éste enfermó de viruelas, contagiándose ella también.
Su reinado no tuvo ninguna repercusión, ya que se dedicaba a dar fiestas, gobernándose el país desde la Corte paralela que tenía su padre en la Granja.
Murió a los diecisiete años, sin descendencia, volviendo su mujer a Francia.
Retoma Felipe V las riendas del gobierno, abdicando al poco tiempo en otro de sus hijos.

Fernando VI, tercer hijo de Felipe V y de Mª Luisa Gabriela de Saboya, muerta a los cinco meses después de que le trajera al mundo.
Tanto él como su hermano Luis, vivieron muy unidos, ya que su madrastra, Isabel de Farnesio, maquinaba constantemente fechorías para obstaculizar que fueran coronados reyes. Tanto es así, que convenció a su marido para que no preparara a Fernando militarmente, con la excusa de que era enfermizo y moriría pronto.
La profunda unión que tenía con su hermano, hizo que sufriera mucho con su temprana muerte, y se volvió hipocondríaco.
Isabel de Farnesio eligió para Fernando la mujer con la que debía contraer matrimonio: Bárbara de Braganza, que era fea, gorda y comilona, pero muy culta. La reina hizo la vida imposible al nuevo matrimonio, por lo que al morir Felipe V, el nuevo rey la desterró al palacio de La Granja.
De carácter débil, vivió dominado por las mujeres: primero su madrastra, y luego su mujer, que era de armas tomar.
Su reinado fue tranquilo y sin conflictos, muy fructífero para Madrid. Comenzará muchas cosas que posteriormente las llevará a su fin su hermano de padre, Carlos III.
Es un periodo de transición: los austríacos siguen reivindicando el trono de España, pero él se mantiene al margen. Fue formado en las ideas de la Ilustración. Le ayudó en su gobierno el Marqués de la Ensenada ,y dirigió junto con él la política del país.
Adoptó medidas que posibilitaron la penetración de la Ilustración. Fundó la Academia de las Artes de San Fernando.
Se creó el arsenal; se levantó un censo catastral "el censo de Ensenada"; se comienzan a explotar minas nuevas, por parte de los extranjeros; se crearon depósitos de abastecimientos nuevos: depósito de la calle Alcalá (manzana del Palacio de Linares); se organizaron las redes viarias y se pusieron mojones para la numeración; se ponen carteles y letreros a las carreteras; se facilitan los caminos con la capital; se crea el Gabinete de Historia Natural, y el Colegio de san Fernando, que luego se llamará de San Ildefonso; se pavimentan las calles con lascas sencillas; se prohíbe que los animales anden sueltos por la calle; se construye la primera plaza de toros de Madrid, muy cerca del Palacio de Linares, y es cuadrangular, pues la redonda no llegará hasta Carlos III, que tenia una concepción de las plazas de toros parecida a los circos romanos; se levantó la primera planimetría de Madrid: 7049 casas agrupadas en 557 manzanas (se numeraba por manzanas).
Madrid tenía entonces 140.000 habitantes.
Se creó el conjunto de las Salesas Reales, fundado por Bárbara de Braganza, que comprende el Palacia de Dña. Bárbara, el convento y la Iglesia de Sta. Bárbara. Menos la Iglesia, lo demás pertenece ahora al Ministerio de Justicia. Es de estilo rococó y aquí están enterrados Bárbara de Braganza y Fernando VI, que se profesaban un gran amor.
Se levantó el Botánico de Migas Calientes, primer jardín botánico que tiene Madrid y estaba en los viveros de la Villa, cerca del parqe sindical Puerta de Hierrro; se tapia El Pardo, que era más amplio que ahora, y la puerta que daba acceso a esta finca es la conocida como Puerta de Hierro: se levantan las escuelas de San Antón y la Iglesia de San Marcos.
Basílica de San Francisco el Grande, que rivaliza e medidas con la de San Pedro y San Pablo, en Roma. Es de estilo barroco y la hizo un arquitecto franciscano. La construcción de la cúpula creó problemas que finalmente resolvió Sabattini. Tiene una planta insólita, única en Madrid.
Se hace la Iglesia de San Miguel, el Museo Municipal, el Cuartel del Conde Duque, el Puente de Toledo, la fuente de la Fama, la Puerta de Alcalá, la Casa de las 7 chimeneas, el Palacio de los Duques del Infantado, el Palacio de Buena Vista (actual Cuartel General del Ejército), el de Medinaceli (hotel Palas), Palacio de los Duques de Abrantes (Instituto Italiano), Palacio de Villharmosa (Museo Thyssen), Palacio de Ugena (Cámara de Comercio), Casa de la Aduana (Ministerio de Hacienda), Museo del Prado, Jardín Botánico, Observatorio Astronómico, Iglesia de Caballero de Gracia, Palacio Real y algunas cosas más.
Al morir su esposa se sumió en una profunda tristeza que le provocó la locura y se recluyó en Villaviciosa de Odón, en Madrid.
Mientras, Isabel de Farnesio lo preparó todo para que su hijo Carlos III viniera a España como rey, y hasta ese momento, ella fue la regente.
Fernando VI y Bárbara de Braganza no tuvieron descendencia.




30 de septiembre de 2010

Felipe V


Felipe V, duque de Anjou, también llamado el "animoso", fue el primer rey de la dinastía borbónica en España, sucediendo a su tío-abuelo Carlos II.
Nació en Versalles y era nieto de Luis XIV y de Mª Teresa de Austria, hija a su vez de Felipe IV.
Formado en las ideas de la Ilustración, fue recibido en Madrid con gran entusiasmo, aunque tardó un tiempo en acostumbrarse a la austeridad de la corte española. Se sentía mal en el Alcázar y fue transformando poco a poco a la manera francesa las residencias reales.
No fue un rey muy apreciado debido a los trastornos mentales que padecía, ya que unas veces estaba eufórico y otros la melancolía se adueñaba de él, pero ahora sabemos que padecía de ciclotimia bipolar, y de ahí ese comportamiento tan irregular. Las tropas , si el monarca estaba deprimido no se movían, pero cuando se recuperaba avanzaban y lograban victorias. No obstante fue muy leal a España.
Hizo una política de reformas y de centralización: decretos de Nueva Planta, que impuseron el modelo jurídico, político y administrativo castellano, en los territorios de la antigua corona de Aragón. Sólo Navarra y las Vascongadas conservaron sus fueros . Así, el Estado se ordenó en provincias gobernadas desde Madrid. Se crearon las Secretarías de Estado y cortes únicas.
Reorganizó el ejército: guardia de alabarderos, guardias de corps y guardias valones. El Cuartel del Conde Duque fue la sede de la guardia de corp.
Redujo los gastos de la corte y organizó el sistema de hacienda.
Se trajo a 60 ayudantes y a la Princesa de los Ursinos, más tarde gobernanta del Palacio Real.
Se crearon las reales fábricas manufactureras: vidrios, porcelanas, tabacos, tapices, tejidos, alfombras, etc, algunas todavía en activo en la ciudad de Madrid.
Creó las Reales Academias, a imitación de las francesas: de la Lengua, Medicina e Historia.
También entonces se empezaron a poner de moda las tertulias en los cafés, las reuniones literarias, musicales, etc.
Su primera esposa fue Mª Luisa Gabriela de Saboya, y cuando ésta falleció contrajo segundas nupcias con Isabel de Farnesio. Tras sus matrimonios, la corte va dejando poco a poco las referencias francesas y se italianiza.
Fue el primer rey que permitió la entrada al paritorio de los médicos, ya que antes sólo podían acceder las matronas a este lugar.
Debido a su trastorno bipolar, fueron sus mujeres las que se ocuparon de hacer las preguntas en las audiencias, y desempeñaron un buen papel como consortes de un rey mermado de facultades, especialmente Isabel de Farnesio, inteligente y calculadora.
Fomentó el desarrollo artístico y cultural. Es el tiempo del barroco.
De esta época nos ha quedado la Iglesia de Sta. Bárbara, la de San Miguel, el Cuartel del Conde Duque, el Palacio de Santoña (actual Cámara de Comercio), Teatro de los caños del Peral, que ya no existe, donde se encuentra ahora el Palacio Real, Teatro del Príncipe, donde antes estaba la corrala y donde se encuentra hoy el Teatro Español, Real Fábrica de Tapices de Sta. Bárbara, el Monte de Piedad, que se fundó entonces y que conserva la portada, Puerta de Toledo, Iglesia de San Cayetano, el Hospicio Municipal, hoy Museo Municipal, la biblioteca del Palacio del Alcázar, El palacio de Riofrío, el de La Granja y otros palacios.
El palacio de la Granja fue su refugio cuando la melancolía hacía presa en él. Lo construyó a imitación de Versalles, y allí se retiraba a cazar, a pescar y a recuperarse. Isabel de Farnesio le traía al castrati Farinelli para que se distrajera con su canto y dejara de lado la depresión, aunque no siempre lo conseguía.
En 1731 un incendio destruyó casi la practica totalidad del Alcázar y comenzó la construcción del Palacio Real. Se empezó a construir en 1738 y el primer monarca que lo habitó fue Carlos III.
Felipe V abdicó en Luis I, hijo de su matrimonio con Mª Luisa Gabriela de Saboya, pero murió muy joven, por lo cual tuvo que volver a reinar, aunque en esta etapa se rodeó de ministros españoles como Patiño, Campillo, o Ensenada.
Volvió a la ley sálica que prohibía a las mujeres acceder al trono, siempre que hubiese descendientes varones.
Murió el 9 de julio de 1746, sucediéndole Fernando VI, hijo también de su matrimonio con Maria Luisa Gabriela de Saboya, y su cuerpo, así como el de su esposa Isabel, se encuentra enterrado en el Palacio de La Granja de San Ildefonso, por expreso deseo del monarca.
Su reinado de 45 años, es el más largo de la monarquía española.

"Nunca abandonaré España mientras tenga vida, antes bien perecería luchando por cada trozo de su suelo a la cabeza de mis tropas"

Aquí os dejo un video que explica muy bien el cuadro de arriba, "La familia de Felipe V"
https://www.youtube.com/watch?v=PqfR5OCuOcY

22 de junio de 2010

La Guerra de Sucesión




No es mi intención dar una clase de historia, pero creo que sin unas pinceladas muy concretas, no se va a entender muy bien lo que pretendo explicar.Anteriormente dije que Carlos II era una persona enfermiza desde su nacimiento. Pues bien, como creyeron que no viviría mucho, no se preocuparon de educarlo para ser rey, pero el pobre vivió al final casi cuarenta años, dependiendo primero de su madre y luego de sus esposas. También su hermanastro Juan José de Austria tuvo sobre él una gran influencia.Al no tener descendencia, se pensó en las tres personas que podrían tener derecho a la corona española: una, descendiente de la hija de Felipe IV María Teresa, que era Felipe de Anjou, y las otras dos, descendientes de la otra hija del mismo rey, Margarita Teresa (la de "Las meninas"),José Fernando de Baviera y el Archiduque Carlos.Voy a poner los árboles genealógicos, hechos por Carmen Sanz Ayán, que aclaran mucho todo este enredo. Hay que pinchar para ver más grande las imágenes.


El del Archiduque Carlos, nieto de Ana María, e hijo de Leopoldo I, Emperador de Austria, pero de su tercer matrimonio, esta vez con la hermana de la segunda mujer de Carlos II.




El árbol de Felipe de Anjou, bisnieto de Ana de Austria (la de "Los tres mosqueteros), y nieto de María Teresa, dos infantas españolas.



El de José Fernando de Baviera, bisnieto de Ana María y nieto de Margarita Teresa, primera mujer de Leopoldo I, Emperador de Austria.



Ya hemos visto que los tres podrían ser herederos de la corona española, pero Carlos II eligió a José Fernando de Babiera, cosa que no sirvió de mucho porque murió muy joven.Descartado éste, quedaba el Borbón y el de la casa de de Austria.La segunda esposa de Carlos II, Mariana de Neoburgo (hermana de la madre del Archiduque Carlos), veía con muy buenos ojos el ascenso de su sobrino al trono español.Desde fuera se veía con cierto recelo la unión de Francia y España, por el poder que pudiera ostentar, aunque se pactó que el que fuera rey de España no pudiera serlo de Francia.A los borbones les apoyaron los españoles y a la casa austríaca le apoyó Inglaterra, Portugal y Holanda.Luis XIV no respetó algunos de los acuerdos, dando lugar a una guerra europea pero dentro de España. La Corona de Aragón apoyaba al Archiduque Carlos, y Castilla a Felipe V.Madrid fue testigo principal de las batallas y de la entradas y salidas de uno y otro pretendiente al trono. Cuando estaba bajo el mando del Archiduque, los madrileños tuvieron que dar un donativo para gastos militares, además de entregar las armas de fuego, y de no poder hablar con los partidarios de FelipeV, bajo amenaza de muerte.Pero Madrid, que siempre ha sido mucho Madrid, no se amilanó y le acosó hasta echarle, recibiendo con agrado a Felipe V.La guerra duró 12 años y terminó con el tratado de Utrech, en el que España cedió Menorca y Gibraltar. Menorca volvió a se renegociada por Carlos III y la recuperamos, pero Gibraltar......................ahí sigue en poder de los ingleses.Así fue a grandes, pero que muy grandes rasgos, la Guerra de Sucesión, y repito, no ha sido mi intención dar una clase de historia, sino aclarar un poco el lío familiar para que se entendiera el por qué un Borbón ciñó la corona española.

23 de mayo de 2010

Felipe IV y Carlos II



La historia de Madrid, por ser la capital, está muy ligada al devenir del monarca de turno.
Recordemos que estamos en la época de los Austrias, que fueron Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Para que no se nos olvide, una regla nemotécnica buena: si miramos nuestros dedos de una mano, el meñique y el pulgar serían Carlos y los otros tres dedos, Felipes, pero además salen en el orden correcto (anular = II, corazón = III, índice = IV).
Felipe IV se casó, según el pacto de las princesas, con Isabel de Borbón, y más tarde con Mariana de Austria. Entre las dos trajo al mundo más de doce hijos de los que sobrevivieron tres: Maria Teresa, futura esposa del rey de Francia Luis XIV, por cuyo matrimonio entró en España la dinastía borbónica, Margarita Teresa y el futuro Carlos II.
Su reinado estuvo sumido en una profunda recesión, debido entre otras cosas, al despilfarro de la política exterior llevado a cabo por su valido el Conde Duque de Olivares, en quien había delegado los asuntos de estado, al igual que lo hiciera su predecesor.
Hizo en Madrid la cuarta y última cerca, que quedó hasta el siglo XIX. Se creó para control fiscal de los abastos e imposición. Impidió la expansión horizontal de Madrid hasta que se derribó, y se acometieron los primeros ensanches. El crecimiento vertical dió lugar a las corralas.
Puertas: Alcalá, Bilbao, Princesa, Segovia, Toledo y Atocha. No queda ninguna.
Portillos: Recoletos, Santa Bárbara, Fuencarral, Conde Duque, San Bernardo, San Vicente, Las Vistillas, Embajadores y Valencia.
Promulgó las ordenanzas de Torrija, que regulaban las actuaciones urbanísticas en la Villa y Corte..
Durante su reinado, Madrid se convirtión en uno de los principales focos culturales de Europa y aquí estaba, además, la mayor parte de la colección pictórica del rey.
La importancia cultural de la ciudadera muy difícil de superar, por los escritores, pensadores, políticos, y artistas que se reunieron en la capital.
En 1656, Pedro Texeira hace un plano, que es la primera visión aérea de Madrid. El original se encuentra en el Museo Municipal.
En esta época existe un gran centralismo. Se rebelaron Portugal y Cataluña y había gran rivalidad con Madrid. Comienza la disgregación del Imperio Español.
En 1622 el Papa Gregorio XV canoniza a San Isidro, y Lope de Vega es el cronista de los actos en la Plaza Mayor.
Se construye el Palacio del Buen Reriro. Delimitado por el Prado de Atocha, Alcalá, Menéndez Pelayo y el sitio donde ahora está la estación de Atocha.
Esta finca pertenecía al Conde Duque de Olivares, y Felipe IV se la compró . Se llamó así porque de vez en cuando el rey se retiraba a unas habitaciones para hacer ejercicios esprituales. Del palacio queda lo que fue el Museo del Ejército hasta hace bien poco, que era el salón del trono, en la tipología de los austrias. Lo decoró Velázquez y allí pintó muchos de los cuadros que ahora se exiben en el Prado.
Quizás cuando vemos en el Prado algunos de los retratos ecuestres, nos parezca que los caballos son algo "culones", pero es que los pintó así, para que desde lo alto se viesen perfectos.
Otra parte es el Casón del Buen Retiro, que era el salón de baile. La bóveda es de Lucas Jordán, y representa el triunfo de la monarquía española.
La puerta del palacio estaba donde está ahora la entrada del hotel Ritz.
Había allí una estatua de Felipe IV, que ahora está en la Plaza de Oriente. Se celebraban en este palacio fiestas y en el estanque juegos de agua. Los jardines fueron privados hasta el reinado de Isabel II.

Los ricos de entonces padecían frecuentes ataques de gota, debido a la cantidad de carne que consumían, mientras despreciaban las verduras, que las comían preferentemente los pobres. Existían los figones y mesones, donde comían los pudientes, mientras los pobres se tenían que conformar con los llamados "bodegones de puntapié", especie de tenderetes, en los que por las esquinas, se ofrecía comida a las clases más desfavorecidas.

Se hizo el Colegio de María de Córdoba y Aragón, actual Senado.
El Palacio de la Zarzuela, residencia de los monarcas actuales.
El Palacio de la Moncloa.
La Cárcel de Corte, actual Ministerio de Asuntos Exteriores.

El Convento de San Plácido, donde se produjo una anécdota digna de contarse: Se había enamorado el rey de de Sor Margarita, y quedó en que iría por la noche a verla y a.........lo que fuera. Como la pobre estaba tan agobiada y no sabía por dónde salir, se le ocurrió a la Madre Superiora del convento, hacerla pasar por muerta, y cuando el rey fue a su encuentro, se la vió dentro de un ataúd, entre cuatro cirios. Dicen que el rey se arrepintió tanto, que como desagravio ordenó a Velázquez pintar su famosísimo Cristo.

La Casa Consistorial es también una edificación de esta época. Se puede visitar los lunes.
Conjunto de Monserrat, en San Bernardo.
San Felipe el Real, donde se encuentra ahora la Plaza de Pontejos.

La Capilla de San Isidro, donde empieza a notarse ya el barroco en la decoración. En esta capilla comienza un tipo de construcción de cúpulas llamadas "encamonadas" o cúpulas falsas. Al no necesitar de materiales pesados, se podían hacer más altas y mas decoradas y los lucernarios más bonitos.

El Corral del Príncipe, donde ahora se encuentra el Teatro Español. Los hombres acudían a las representaciones con chalecos de cuero porque siempre andaban riñendo. Las mujeres presencian las obras desde "la cazuela", y surgen los acomodadores y las apretadoras, que son las que se encangaban de recoger las abultadas faldas de las damas para que cogieran en las sillas.

Tras la muerte de Felipe IV, fue regente Mariana de Austria, hasta que Carlos II se hizo cargo del trono, aunque fue una persona enferma y débil. Padeció hidrocefalia.
Se casó dos veces y no tuvo descendencia. Su primera esposa fue Mª Luisa de Orleans y la segunda Mariana de Neoburgo.
Tomó una decisión muy importante: que su sucesor fuera Felipe de Anjou, nieto del Delfín de Francia Luis XIV. A partir de ese momento se instaura en España la monarquía borbónica.
En su época se hace el Puente de Toledo y la Ermita de la Virgen del Puerto.

Los Austrias nos trajeron primero el esplendor y luego la decadencia, pero no se puede negar que estuvieron siempre muy ligados a la historia de Madrid.

17 de mayo de 2010

Felipe III

FelipeII y Ana de Austria tuvieron un hijo, FelipeIII, que fue el primer monarca español que nació en Madrid, concretamente en El Alcázar en el año 1578.
Con este rey empiezan a delegarse las responsabilidades reales en los validos. El primero de este rey fue el Duque de Lerma, y el segundo el de Uceda.
Se casó con Margarita de Austria y fue coronado rey en el año 1598.
Debido a la influencia del Duque de Lerma, en 1606 trasladó la capitalidad a Valladolid, ciudad de donde era el Duque, y los madrileños, que no querían perder los privilegios que tenían al ser capital de España, pagaron 250.000 ducados al rey y 50.000 a su valido para que la restablecieran aquí, así como una vuelta a los impuestos y a la regalía de aposentos.
Madrid era entonces la primera potencia mundial.
Lleva a cabo una normativa que recogía las formas en el vestir, según las clases sociales.
Mobiliario: estrado o sala de recibir. Una zona protegida, el estrado para las mujeres que sentadas en cojines en el suelo cosían (las mujeres con la pata quebrada y en casa).
La zona destinada a los hombres estaba separada por una barandilla y se sentaban en sillas, mientras tomaban chocolate, producto exótico que venía de América, y que se daba en el estrado.
Se intenta poner límite a la demostración de riquezas familiares.
El alumbrado casero era el público, pues a través de las ventanas de las casas se iluminaba la calle. Había que normalizar la hora de encendido y apagado, su situación , etc.
Se ordena la Calle Mayor (antigua calle de Santa María), y se llama así porque es el trayecto más corto entre El Alcázar y la Plaza Mayor. Se tira el Arco de Santa María, se ensancha y se reordena.
Se abren los teatros, cerrados por decreto por FelipeII, abriendose a Madrid el Siglo de Oro.
Los autores alquilaban las corralas para las comedias, y surgen las rivalidades entre ellos.
Aparece la clá y los acomodadores, así como los patios de butacas.
Las comedias duraban todo el día y los entremeses se representaban en los descansos, mientras el público aprovechaba para comer..
Los mentideros eran los atrios de las iglesias, y en ellos se comentaba todo lo que sucedía en la capital.
Se realiza el primer alcantarillado en Madrid (en El Alcázar y algún convento). El resto continuaba echando a la calle las aguas residuales. Agua vaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!
Se fundan hospitales para extranjeros, que llevan el nombre de los países de origen (Portugueses, San José de los ingleses, etc). En el exterior no se fiaban mucho de la medicina española.
Se construyen edificios importantes:
El convento de La Encarnación, fundado por Margarita de Austria.
Convento de Las Carboneras, detrás de la Plaza de la Villa.
Palacio de Uceda, hoy Capitanía General.
Palacio de Santa Cruz, hoy Ministerio de Asuntos Exteriores
San Antonio de los Portugueses, en la Corredera Baja de San Pablo, de forma circular y decorada al fresco por Lucas Jordán. Aquí vive la orden mendicante del Santo Refugio, que da de comer a los pobres (la sopa boba).
La Plaza Mayor cobra el aspecto actual, aunque todavía permanece como plaza abierta.
Durante el reinado de este monarca, tiene lugar el Pacto de las Princesas, entre Felipe III y Luis XIII de Francia, por el cual: la hija de Felipe III, Ana de Austria, se casaría con Luis XIII, y la hermana de Luis XIII, Isabel de Borbón, se casaría con Felipe IV.
La estatua ecuestre de Felipe III se halla en la Plaza Mayor.
El cuadro que he puesto es obra de Juan Pantoja de la Cruz.

25 de abril de 2010

Muralla cristiana


A finales del siglo XI o principios del XII se construyó la segunda muralla en Madrid, llamada "la muralla cristiana", en el mismo estilo de la anterior, ya que son los mudéjares los que la edifican.
Arranca en la muralla árabe en el Palacio de los Malpica (cripta de La Catedral), y baja por la calle Segovia, y calle de los Mancebos, hasta Puerta de Moros, donde va paralela a la Cava Baja hasta Puerta Cerrada. La rodeaba un foso exterior, que una vez cegado dio nombre a las Cavas: Baja y de San Miguel. Sigue hasta la calle Mayor, donde estaba la Puerta de Guadalajara, y por Mesón de los Paños y la calle de la Escalinata, hasta la Puerta de Valnadú. Unos dicen que seguía hasta la de la Sagra, y otros que ya desde aquí, volvía hacia El Alcázar.
Un trozo de muralla en la calle de los Mancebos.

La reconquista de Madrid hizo que los moros se desplazaran hacia el sur, y los cristianos ocuparan la medina.
En el siglo XII Madrid tiene 5.000 habitantes, y está adscrita a la monarquía castellano-leonesa, aunque es una ciudad libre.
Se construyen los arrabales de San Millán, San Martín y San Francisco.
Alfonso X, en el año 1262 aplica el fuero real y divide la ciudad en tres departamentes rurales llamados sexmos: Vallecas, Hortaleza y Carabanchel.También se crean las collaciones o barrios.
En las Iglesias se recogían los impuestos.
En 1383 se produce un litigio entre la Iglesia y el Concejo por la posesión de los bosques y los pastos. El rey cede a la villa de Madrid todos los pies de árbol y la caza, y al Cabildo eclesiástico todos los pastos.
Para sellar el acuerdo y para memoria de todos, se acordó que el escudo de la Villa llevaría el oso con el añadido de un árbol y el escudo del Cabildo llevaría el mismo animal paciendo en unos pastos. Se modeló de nuevo el escudo al que se añadieron además del árbol una orla azul y sobre ella las siete estrellas de ocho puntas que antes estaban sobre el lomo del animal. El oso empinado indica la posesión del pie del árbol.

Enrique III el Doliente esablece una Casa de Parada en El Pardo, para cazar, que más tarde, con Carlos I se convertirá en el Palacio del Pardo.
Juan II (padre de Isabel la Católica), cede la ciudad por siete años a León V de Armenia.
Enrique IV, el Impotente, hijo de Juan II y hermano de Isabel, fija la monarquía en Madrid, aunque no será de forma definitiva hasta el rey Felipe II.
La mujer de Enrique IV, Doña Juana de Portugal, tiene relaciones con el valido Dn. Beltrán de la Cueva y nace Juana la Beltraneja en el Alcázar. Se celebró un torneo a orillas del Manzanares para lavar el honor de la reina y se creó con este motivo el Monasterio de los Jerónimos.
Aparecen los oficios madrileños: botineros, latoneros, botoneros, cuchilleros, veleros, curtidores, guarnicioneros, bordadores, etc.
Es un Madrid próspero al que llega gente sobre todo del norte.
Los Reyes Católicos crean una nueva normativa de ordenación urbana para la villa: los corregidores, la limpieza de las calles, la circulación de carruajes, ancho y largo de los huecos de las casas, utilización de las puertas de acceso a la ciudad, horario de encendido y apagado de las luces.....y crean también La Santa Inquisición.
Un personaje aparece en Madrid, que se convertirá en los pies y las manos de la reina Isabel: Beatriz Galindo, más conocida como La Latina. Humanista preceptora de Isabel y de sus hijos.
Traducía los textos clásicos en latín, y tenía gran facilidad para hablar esta lengua, por haberla practicado,pensando que su destino la llevaría a un convento de monjas.
Fundó entre otras, el Hospital de los pobres, o de La Latina, como se le conocía por el pueblo. La puerta de dicho hospital se encuentra ahora en los jardines de la facultad de arquitectura, en Madrid. Una de las zonas más castizas de la capital lleva su nombre.
En Madrid hay aproximadamente 12.000 habitantes.
Se realizan entre otras, las obras de La Capilla del Obispo en la Plaza de la Paja, y el Palacio de los Lujanes en la Plaza de la Villa. También la Casa de Cisneros, con fachada a la calle Sacramento.
Carlos V realiza la primera parte del Palacio del Pardo, en lo que fue la Casa de Parada establecida aqui por Enrique III.
FelipeII amplía el Alcázar y trae definitivamente la corte a Madrid, hecho que tendrá consecuencias buenas y malas para los madrileños: hay un aumento de la población (50.000 habitantes) y de normas de convivencia, más suciedad y subida de impuestos.
La tradición de las posadas y tabernas en las Cavas, viene desde entonces, ya que los comerciantes se situaban a las afueras de la muralla, para pernoctar y entrar en la ciudad con el día.
Los arquitectos que trabajaron para FelipeII fuero: Juan Bautista, Juan de Herrera y Francisco Gómez de Mora. El estilo herreriano, "tipo austria", es el que va a ser el representativo de esta época: construcciones alargadas, con techos de pizarra, ventanas en mansarda y chapiteles.
Francisco Gómez de Mora creó la normativa del trazado de las calles, pavimentación, saneamiento, iluminación y todas las demás normativas. Se distribuyen las alturas de las casas y los huecos de las fachadas.
Se crea la Junta de Policía y Ornato. Se hace otra nueva cerca. Puertas: Toledo, Atocha, Alcalá, Sol, Fuencarral, Sto. Domingo. Portillosd: San Francisco, Lavapiés, Montera, Hortaleza, San Bernardo.
Se necesita un mayor abastecimiento de agua y se amplían las redes. Se construyen las primeras presas: Granjillas en El Escorial, y El Embocador, en Aranjuez.
FelipeII se ocupó de los trayectos: vehículos de Postas con tracción animal. Esto da lugar a una red de mesones por toda la península, donde repostaban. A Madrid llegan por eso mercancías de toda España. Estos vehículos eran contratados a nivel de impuestos por "Los portazgos", donde estaban las Juntas de Pesos y Repesos.
Se establecen varios impuestos: la sisa, que consistía en dar una parte del salario para el concejo, la corona y la Iglesia; las alcábalas, que eran un incremento sobre el precio de los productos; el diezmo, que era la décima parte de los beneficios.
Hay también un impuesto de esta época muy curioso que era el de "regalía de aposentos": como el traslado de la Corte a Madrid había traído a tantísima gente, literalmente no se cabía en la ciudad, y entonces se acordó que las casas que tuvieran dos plantas, cedieran la de arriba para alojar a los funcionarios del rey. Y cómo no, los madrileños supieron ingeniárselas para evadir esta regalía, construyendo lo que llamaron "casas a la malicia", que consistían en que a la calle sólo se veía una planta, mientras, que por el patio se veían dos, con lo cual, se libraban del impuesto.

Se construyen en esta época muchas edificaciones importantes, la mayoría de ellas conventos, por lo que se dice que el Madrid de FelipeII es un Madrid conventual.

Se compra a los Vargas la Casa de Campo (la entrada a esta finca estaba donde está ahora la Puerta de Hierro, que hizo más tarde Fernando VII).

La Hermana de FelipeII, Doña Juana de Austria, funda el convento de las Descalzas Reales.

Se edifica El Escorial.

18 de abril de 2010

Los orígenes de Madrid

Hoy empiezo uno de los temas que más me gustan, y espero saber contagiar a los que queráis leerlo, de todo lo bueno que dentro de mí despierta esta ciudad, que sin ser la de mi nacimiento, se ha convertido en parte de mi vida. Aquí vivo y aquí han nacido mis hijas y mis nietos. ¡Qué privilegio!
No pretendo que se convierta en una clase de historia, aunque será necesario hilar de vez en cuando los acontecimientos populares con los hechos históricos.

Existen restos en Madrid desde 100 años AC.
Según la fueron poblando los distintos habitantes, le dieron un nombre: los griegos la llamaron Mantua, que significa origen o principio; los romanos, Miacum, que quiere decir fuego; los visigodos , Matrice, o matriz; y por último los árabes la denominaron Magerit, o Mayrit, que significa agua.

Hay unos lemas, que hablan de su origen: "Fuí sobre agua edificada, mis muros de fuego son". En aquel entonces en Madrid había muchos riachuelos y aguas subterráneas, que todavía existen, y como la muralla estaba edificada con pedernal, al recibir las flechas enemigas saltaban chispas, que de lejos y con el sol simulaba al fuego, pues de ahí el lema.
Existe otro: "Madrid, la osaria, cercada de fuego y fundada sobre agua", haciendo también alusión a los osos que poblaban la zona.

Durante la invasión musulmana, las tropas, en su avance, ponían enclaves para la defensa, y Madrid fue uno de ellos, aunque en realidad era una especie de atalaya para la defensa de Toledo, que era más importante entonces.

En el siglo IX el Emir Mohamed I fundó Madrid como uno más de los puntos fronterizos para la defensa.

En el siglo X existe ya una pequeña ciudad (almudaina), con un castillo moro, un zoco, una mezquita y viviendas; todo ello rodeado por una muralla con sus puertas de acceso. Hecha con pedernal y verdugados de ladrillos , con 150 torres y puertas acodadas, para dificultar los ataques, en las salida a los caminos más importantes, y que luego se convirtieron en las calles principales de la ciudad.

El castillo estaba situado aproximadamente por la parte trasera de lo que hoy es el Palacio Real, arrancaba la muralla en la Cuesta de la Vega, parte de lo que hoy es la calle Segovia, Cuesta de los Mancebos, subía hasta la actual Calle Mayor, y volvía al castillo.

Existían 3 puertas importantes: Puerta de la Vega, Puerta de Sta. María, y Puerta de la Sagra.

Los árabes nos dejaron algo muy importante como fueron los viajes de agua, que eran unas conducciones subterráneas que aprovechaban las aguas del subsuelo y los desniveles de altura, para abastecer de agua a la ciudad. Las galerías eran de altura similar a la de un hombre, recubiertas de grava o de ladrillo y tenían una serie de poros abiertos al exterior.

En la Plaza de los Carros, existe aún uno de estos viajes, que se ha cubierto para protegerlo.

Después de una serie de intentos de Ramiro II, es Alfonso VI quien en el año 1083 logra tomar la ciudad, ayudado por los mozárabes, que treparon por las murallas "como gatos", y de ahí viene el apodo dado a los madrileños.

Desde este momento, aunque convivan judíos, mozárabes y cristianos, se habla ya de una ciudad cristiana.

La Mezquita es convertida en la Iglesia de Sta. María en el centro de lo que hoy es la C/ Bailén, frente a la Catedral de la Almudena y que se derribó cuando se remodeló esta calle. Existe allí, al lado de los restos hallados, que están bajo un cristal, una placa en la pared que lo indica.

En uno de los torreones de la muralla, apareció una virgen, en lo que era la almudaina o ciudad árabe, y se le llamó La Almudena. Se la llevó a la Iglesia y ésta pasó a llamarse Santa María de la Almudena, que es también el nombre de la actual Catedral de Madrid.

El Castillo moro se transforma también y se edificó un Alcázar, que sería residencia de los monarcas hasta el incendio acaecido en el año 1734. El primero en habitarlo fue Pedro I el Cruel, en el sigo XIV.

En el plano que pongo, se puede ver en naranja, la almudaina, en rosa, la medina y en amarillo el barrio mozárabe.
La mezquita se ve en verde en el centro de la almudaina, y en la muralla se ven las tres puertas. Ya se pueden entrever las calles principales.


Y nos quedamos en el siglo XII antes de que se construya la segunda cerca.