27 de febrero de 2009
El Asnam
Fue mi primer contacto con Argelia.
Es una ciudad situada a 200 km. al oeste de la capital, que en 1980 sufrió un terremoto de grado 7'3 en la escala de Richter, a causa del cual murieron unas tres mil personas.
Llegué allí invitada por la empresa constructora en la que trabaja mi marido y aunque estuve sólo una semana, me sucedieron cosas que las recordaré siempre.
Me sentí muy arropada desde el primer momento por las mujeres argelinas que trabajaban en el campamento, las cuales me regalaron algunos vestidos árabes, e incluso me vistieron como ellas.
Me contaron que seguían produciéndose terremotos con regularidad, y que cuando ésto sucedía, saltaban por las puertas y las ventanas de las casas inmediatamente, hacia la calle. Incluso me dijeron que en el modo de ladrar de los perros, notaban cuando se acercaba un nuevo seísmo.
Mi marido fue testigo de algo espeluznante: estando en el comedor de la obra, escucharon un ruido atronador, y vieron que el suelo se iba levantando formando como una ola que se acercaba, y que al pasar por donde ellos estaban sentados, les levantó la silla del suelo.
En la foto, estoy acompañada de las tres mujeres que trabajaban en la limpieza de las viviendas del campamento, y la que hay a mi derecha es la viuda que nos invitó a cenar.