Tengo dos nietos, y como ahora la casa nos viene algo grande al quedarnos solos, una de las habitaciones la he transformado en un cuarto de juegos, del que no hay quien les saque.
Lo incluyo en manualidades, puesto que todo está hecho a mano.
¿Lo más bonito? Por supuesto, mis niños cuando están dentro, pero aparte de ellos, la caja de la persiana que mediante un trampantojo la he convertido en un acuario.
La cenefa del estor es un estarcido de delfines.