23 de marzo de 2010

Madrid huele a torrijas


Se nota que llega la Semana Santa, porque en todas las panaderías hay bandejas repletas de este delicioso postre, tan barato y tan fácil de hacer, por lo que no entiendo los precios que alcanzan, cuando las materias primas son tan básicas.
Al pasar por los hornos huele a torrijas, y los jugos gástricos se ponen en movimiento.
Os dejo esta receta, que no contiene leche y es apta para los que no toleran la lactosa. Si se quiere se puede sustituir el agua por la leche.


Ingredientes:

Una barra de pan de torrijas
Agua tibia con tres o cuatro cucharadas de azúcar, canela molida y unas gotas de esencia de limón
Tres o cuatro huevos, dependiendo del tamaño
Aceite para freir, mejor de girasol
Azúcar
Miel

Preparación:
Se corta la barra en rebanadas y se remojan en el agua, pasándolas a una rejilla para que escurran. Que el pan resulte jugoso. Si la corteza está seca, pues la remojamos un poco más.
Se pone el aceite abundante en las sartén y cuando esté caliente se echa allí una cáscara de huevo, para que haga menos espuma al freir las torrijas.
Se pasa el pan que teníamos escurriendo por el huevo y se echa a la sartén, a fuego medio, para que no se nos quemen. Se van sacando a un plato.
Aparte, en un cazo ponemos miel rebajada con algo de agua, y cuando está ya bien líquida, vamos empapando las torrijas y pasándolas a una fuente.
Conforme las saquemos de la miel, les echaremos por encima un poco de azúcar, para fijarla.
Ponerlas en un recipiente más bien hondo, para que estén empapaditas y jugosas.