Como cada año, los guineanos que vivieron en Bata se han reunido en Madrid un fin de semana.
7 de mayo de 2011
Un día en La Granja de San Ildefonso (Segovia)
Comimos con ellos el viernes, y el sábado les acompañamos al Real Sitio de La Granja de San Ildefonso. Un día que amenazaba lluvia a raudales, y que no cayó hasta que nos subimos al autobús, ya de regreso.
Este pueblecito se encuentra a 76 km de Madrid y a 11 de Segovia.
Nos esperaba en la rotonda nuestra guía, Cristina, y con ella cruzamos ya la Puerta de la Reina, también llamada Nueva, que tiene una inscripción en su parte anterior y posterior: MDCCLXXXIV Reinando Carlos III. Está hecha con forma de arco de triunfo.
Doblamos por la primera esquina a la derecha y enfilamos la Calle de los Infantes donde se encuentra el Parador de Turismo.
Llegamos hasta la Puerta de Segovia, que es la entrada principal al pueblo y que se encuentra frente a la Colegiata de la Santísima Trinidad. A la izquierda, el cuartel de guardias de corps, y a la derecha las caballerizas reales. El cuartel se utiliza ahora como sala de congresos y las caballerizas son apartamentos de alquiler.
El escudo.
Al lado de la Puerta de Segovia hay un plano del pueblo y la información correspondiente. Le he hecho una foto, porque está bastante mejor explicado de lo que podría hacerlo yo.
Dejo también aquí un enlace que lleva a la página del Ayuntamiento, donde además del plano, si nos vamos desplazando con el ratón por él, explica los edificios más importantes.
Desde esta puerta se puede ver ya la Colegiata, donde se encuentran los restos de Felipe V y de Isabel de Farnesio.
Como hacía bastante frío nos metimos a una cafetería a tomar chocolate. Las paredes están llenas de fotos de la familia real española a lo largo de su historia.
En el vestíbulo del palacio se puede ver una maqueta que ayuda a entender la distribución del espacio. La Colegiata se sitúa justo detrás y la parte que vemos, que es la que da a los jardines, es la entrada principal.
Empezamos la visita por la antigua Sala de Damas, que ahora se utiliza como espacio para exposición de tapices de Patrimonio Nacional. La mayoría son flamencos y en gran número fueron propiedad de Carlos I. Son de gran tamaño, pero uno es un pequeño trozo, porque algunos fueron troceados y vendidos.
Pasamos a la Sala de Retratos, donde se encuentra una copia del cuadro que hay en el Museo del Prado, pintado por Van Loo, "La familia de Felipe V". Con anterioridad puse la referencia a esta pintura.
Seguimos por el Comedor del Rey, con una mesa preciosa de marquetería plegable. Aquí nos explica la guía, que los cuadros tienen todos una marca para identificar a su dueño. Los de Isabel tienen la flor de lis, y los de Felipe un aspa. Aquí se encuentra la serie pictórica de los sentidos y dos aguamaniles que son dos figuras cuyas cabezas son los tapones. Los suelos son de mármol de distintos colores, colores que se repiten con distintas formas en todas las estancias.
Sala de la Chimenea. Son raras en este palacio ya que era un lugar para pasar el verano. Eran dependencias privadas del rey. Aquí hay una lámpara preciosa de La Granja. A lo largo de todas las salas se pueden ver lámparas de dos procedencias: española y francesa. En la española el metal se usa únicamente como soporte, y en la francesa como adorno. Son realmente espectaculares.
En esta sala se encuentra un oratorio portátil que perteneció a Fernando VI, un reclinatorio y cuadros religiosos.
Hay dos pintados en cristal por Lucas Jordán, hechos con la ayuda de un espejo, o sea, pintados al revés, para que quede la pintura por dentro.
Habitación de los reyes. Aunque no era muy habitual en la época, dormían juntos. La cama es italiana con telas bordadas a mano. La ventana da directamente a los jardines y está en la parte principal de la fachada.
Junto al dormitorio real, se encuentra el Gabinete de la Reina, o Sala de la Cama de Repuesto. A veces la reina descansaba sola en esta cama de estilo manuelino, que perteneció a Bárbara de Braganza, mujer de Fernando VI.
Sala de Lacas diseñada por Filippo Juvara, con biombos chinos en las paredes. Hay tibores y un arca lacada negra.
Sala de Música. En ella se encuentra un piano, un reloj de pared y un escritorio. La alfombra, de la Real Fábrica, es preciosa, con los tonos a juego con la decoración.
Los reyes compraron a Cristina de Suecia una colección de esculturas, que se exhiben en estas salas.
Y como el hambre apretaba, nos fuimos a comer. Había judiones, cordero, cochinillo, chuletones........lo que le gustara a cada cual, y cómo no, el ponche segoviano.
Después de la comida había que bajar un poco las calorías y nos fuimos a andar. Aparte, también teníamos que hacer tiempo hasta las cinco y media que abrían las fuentes. Los jardines del Punto y Medio nos dejaron asombrados con las secuoyas, araucarias, cedros y otros árboles exóticos.
Plaza de los Dolores, con su iglesia. En esta plaza se encuentra el Ayuntamiento, que era el antiguo hospital.
Miguel y Antonio señalando el letrero donde pone que en esta ciudad murió Dn. José Patiño, ministro de Marina, Hacienda e Indias. Si es que las cabras siempre tiran al monte, jejejeje......
Antonio frente a la cascada. Esto es lo que veían los reyes desde su dormitorio.En primer lugar, la fuente de Anfitrite, mujer de Neptuno, y en la parte de arriba, las Tres Gracias. Tras ella, el Costurero de la Reina.
Otra de las fuentes. Aprovechando la bajada de aguas de la sierra, se construyó un lago al que llama Mar, y ahí se almacena el agua que surte a las fuentes. No se accionan con bombas, sino con la presión natural de los desniveles. El color de las figuras se debe a la pintura. Son de plomo y barnizadas en color bronce. Esta fuente es la de Los Vientos.
Existen en los jardines 26 fuentes, pero solo tienen agua ocho de ellas. Nosotros vimos cuatro en funcionamiento.
Vimos alguna fuente más, y dimos por terminada la visita.
Volvimos al autobús y enseguida comenzó a llover, pero ya no importaba. Habíamos pasado un día muy feliz con ellos.