He empezado los álbunes de scrappbooking de Lucía y de Daniel. Como a los mayores se los hice, pues los pequeños también tendrán un recuerdo de su abuela Carmen. Las fotos corresponden al de Daniel, ya que tengo más a mano las fotos, pero en breve estarán los dos listos para encuadernarlos.
Los que conocéis esta técnica, ya sabéis que es laboriosa, pero que compensa por el resultado.
Excepto la primera hoja, el resto están fotografiadas dentro de la bolsa, porque no quiero que se estropeen de meterlas y sacarlas. Cuando estén terminados, ya los pondré de forma más bonita.
Los papeles son de un muestrario infantil de una tienda de papeles pintados. Todo un hallazgo puesto que hay muchísimas cosas para poder recortar y mezclar.
El scrappbooking es un vicio como otro cualquiera, y resulta apasionante tener delante dos hojas vacías, que poco a poco se van llenando a nuestro gusto.