14 de abril de 2018

Ciudad Rodrigo (Salamanca)


Llegar por la noche a Ciudad Rodrigo es todo un espectáculo. Los monumentos religiosos y los innumerables palacios que se reparten por toda la ciudad, muy hermosos a la luz del día, adquieren por la noche un halo de misterio que nos hace imaginar cómo sería este lugar en la edad media.

Sus murallas acogieron los palacios de muchos nobles que rivalizaban en defender la Corona de España, y de ello dan cuenta los blasones que adornan las fachadas.
Se encuentra a 86 km de Salamanca, capital de la provincia y a 25 km de la frontera portuguesa.
En 1994 fue declarada Conjunto Histórico Artístico, por su muralla, palacios e iglesias.
Su gentilicio es: mirobrigenses
En la foto, la Capilla Cerralbo, junto al Parque del Buen Alcalde.


Nos alojamos a cien metros de esta entrada a la ciudad histórica, así que lo tuvimos muy fácil para recorrerla a pie. Entramos por la Puerta de Amayuelas.


Palacio de Velasco, en la Plaza Amayuelas


Por encima de estos muros destaca la cúpula de la Capilla Cerralbo


Catedral de Santa María


Plaza del Obispo Mazarrasa, con un lateral de la capilla.


Como era Semana Santa, nos encontramos con las  procesiones



Iglesia de la Orden Tercera


La Casa Consistorial en la Plaza Mayor


Casa de los Herrera Maldonado


Parque de Artillería


La Plaza Mayor, rodeada de edificios medievales


Palacio de la Marquesa de Cartago


Y como el estómago nos iba pidiendo guerra, pues nos fuimos al Sanatorio, sitio que nos habían recomendado encarecidamente y que no nos defraudó. La especialidad son los morros rebozados y los comí por primera vez. El bar, por dentro, está lleno de fotografías.





En el bar queda poco sitio donde poner algo. Y como estábamos muy cansados, nos fuimos a dormir.


Ahora volvemos a ver los edificios con la luz del día. El Palacio Velasco.


Y la original Plaza del Buen Alcalde, que parece sacada de un pueblo andaluz.


En la Plaza Mayor se encuentra la antigua Audiencia, ahora hotel, que fue prisión real


También en la Plaza Mayor, el Palacio Cerralbo. No se pueden ver por dentro ya que son casas particulares o edificios de oficinas.


La Plaza Mayor vista desde el Ayuntamiento


Casa de los Vázquez, actual sede de Correos. Una curiosidad: algunas casas tienen los escudos torcidos y eso quería decir que esa familia tenía hijos bastardos.


Correos por dentro


Hospital de la Pasión


Puerta del Parque de Artillería


El Alcázar, de Enrique II de Trastámara, actual Parador de Turismo de Ciudad Rodrigo. Destaca la Torre del Homenaje. Siglo XVI


Salones del parador


Desde la Torre del Homenaje, hay preciosas vistas. El río Águeda con el puente medieval



Se puede ver la ciudad, y los dos edificios religiosos más importante. A la derecha la Capilla Cerralbo y a la izquierda la Catedral de Santa María.


Toda la ciudad está rodeada por una muralla, con un perímetro de 2 kilómetros y 5 puertas


Palacio de los Águila


Palacio Conde de Montarco


Casa de los Condes de Alba


Puerta del Conde


Toda la ciudad está llena de edificios muy interesantes. Al fondo, Correos.


Casa Cueto Caraveo


En la Plaza Mayor se estaba tan ricamente


Cañones junto al Ayuntamiento


Capilla Cerralbo. Mandada edificar por el primer Marqués de Cerralbo, cardenal Francisco Pacheco de Toledo, virrey de Nápoles, embajador de Roma y arzobispo de Burgos. El quería ser enterrado en la girola de la Catedral de Santa María, pero como el Cabildo se lo negó, levantó esta capilla, frente a la catedral, tan grande y tan cerca, para que le hiciera sombra.


En la capilla de la izquierda, según se mira hacia el altar, hay una estatua orante del XVII Marqués de Cerralbo, aquí enterrado. En Madrid se puede visitar su casa-palacio.


La capilla por dentro. Se llama también Parroquia del Sagrario


Aquí se ve bien la cercanía de los dos templos.


Catedral de Santa María. Puerta de las Cadenas


Parte del claustro


Claustro





Puerta del Perdón

En la Fachada de la Puerta del Perdón se pueden ver todavía los impactos de los cañonazos en la Guerra de la Independencia.
Y con el Monumento a los Heroicos Defensores, en la Plaza Herrasti, nos despedimos de Ciudad Rodrigo