Exterior de la estación São Bento.
Nos gusta siempre alquilar apartamentos en lugar de ir a hoteles. Nos sentimos más independientes. La situación y el tipo que escogimos tuvo mucho que ver en el éxito de la visita a Oporto.
Estábamos en Largo dos Loios y a la izquierda podíamos ver las torres de la Catedral de Oporto.
Desde el apartamento se veía por encima de los edificios la aguja de la Torre de los Clérigos. Llegamos con un tiempo criminal, pero se arregló enseguida.
Era un piso con mucha iluminación. Algo parecido a un loft, en el que se había puesto de forma estratégica una especie de L que distribuía perfectamente el espacio. Como se puede ver, la cama estaba en el interior de la L.
En este lateral estaba la cocina, con muchas más cosas de las necesarias para pasar una semana. De todas partes salían armarios y cajones. Incluso una tabla de plancha.
En la parte frontal, un armario y cajones.
La cocina, que se podía cerrar también.
Teníamos muy cerca varios supermercados que nos facilitaban la compra de bebida, fruta o lo que necesitáramos.
En la parte trasera estaba el baño.
Un apartamento con muchísima luz.
Una siesta y nos vamos a descubrir la ciudad.