25 de julio de 2018

Edamame (Apto Montignac)


Un aperitivo asiático al alcance de cualquiera, por su precio y por la facilidad para encontrarlo en cualquiera de las tropecientas tiendas chinas que hay en cada ciudad.
Son unas pequeñas vainas parecidas a los guisantes, pero hablamos de soja tierna. Su preparación es muy sencilla y se puede servir en multitud de recetas. A las ensaladas de quinoa, taboulé o cuscús, le va de maravilla, sacada de sus vainas, claro.


Yo he comprado una bolsa de 1/2 kilo, congelada, y me ha costado 1'90 euros. En las tiendas del Sr. Roig (sí, esa) creo que está la bolsa de 400 gr a 1'50 euros.
Se pone agua a hervir y cuando está fuerte se echan. Se tienen de 3 a 5 minutos, según guste. Se escurren y se ponen con lo que se quiera o donde se quiera. La forma más sencilla es poner en una sartén con un poco de aceite, semillas de sésamo y polvo de ajo. Unas vueltecitas y echamos el edamame. Lo mezclamos bien (ojo, no freímos. Solo un poco de aceite), lo sacamos y le echamos sal en escamas.
Comerlo tal cual está en la foto es muy divertido, tipo pipas. Se introduce en la boca, se van apretando los granos para que salgan y se tira la vaina.
Es un producto apto para veganos, libre de colesterol y gluten, bajo en calorías y una excelente fuente de proteínas, hierro y calcio. Los beneficios de este alimento son enormes.
Pues nada, ya os he presentado el snack de moda. Probadlo, que merece la pena.
Si lo compráis en tienda china, os aconsejo que vayáis directamente a los congelados y lo busquéis, porque cuando al chino le digáis "edamame", os va a mirar con ojos flipados, de no tener ni idea. El que sepa chino, pues que lo pida, que seguramente lo entenderán.