Nos llevó Pepe a visitar la destilería de su amigo Brian Rivera, algo que fue muy interesante. Nos explicó cómo y con qué se hace el ron y sus distintas variedades y, claro está, hicimos una cata.
Logotipo de Miami Club Rum
La cata. Poquito a poquito, pero al final bebí bastante.
Yo, que no soy muy bebedora de ron, quedé flipada con el sabor del que hay en esa botella con malla. Ríquísimo y entra de maravilla, lo que no sé si es bueno o malo, je je...
Brian Rivera explicando las bondades de su ron en su local de Wynwood, donde organiza tours.
Luego nos fuimos a Stonica, la empresa de la familia.
Un local grande con una exposición de revestimientos de paredes y suelos, impresionante.
Esta fue la que más me gustó
Y luego nos fuimos a comer a Miyako Japanese. La mejor comida oriental que he probado.
Todo súper rico
De postre tomamos donuts thailandeses, un sabor que tengo que experimentar en casa porque estaba, estaba... como dicen algunos, de muerte lenta. Son donuts con forma en espiral, espolvoreados de azúcar glas y servidos sobre leche condensada. Se van mojando en ella y el disfrute está servido.
Por la tarde estuvimos en casa porque nos hacía falta descansar.
Mañana iremos a los Everglades.