Amparo, espero que te acuerdes de mí cuando te tomes los churros, jajajajaja...
Comimos en Los Ranchos, un restaurante de comida nicaragüense. Todo buenísimo y, lo mejor, la compañía.
Los chips de plátano fue una de las cosas que más me gustaron.
Volvimos a casa y estuvimos tranquilamente charlando hasta la hora de irnos al aeropuerto. La despedida no fue triste porque nos llevamos un montón de recuerdos y de situaciones muy felices juntos.
Finalmente volamos hacia Madrid haciendo escala en Londres, en un viaje estupendo.