O casi semana, porque sólo me marcho menos de cinco días, que prometen ser de vértigo a juzgar por todas la cosas que tengo que hacer y toda la gente con la que voy a estar.
Quiero ver a la familia, navegar, comer con los amigos, ver las procesiones, pasear por la playa, ir a un mercadillo de cosas de segunda mano que me chiflan (mi amigo Ricardo le llamaba Guarrerías Preciados), tomarme mi vermouth con almendritas fritas en la terraza del club mientras leo la prensa del día, ponerme al solecito en mi patio tumbada en la hamaca, la siesta.........................que no, que no me da tiempo a tanta cosa, que siempre voy corriendo.
Pero al menos llevo la intención de intentarlo.
¿Y qué me llevo? Ya estamos con lo de todos los años por estas fechas: ropa de verano y de invierno, por si. Por si qué? Yo nunca he ido de verano en el mes de abril y soy de Callosa de Segura, que está a 30 Km. de Torrevieja, pero como la costa está llena de extranjeros y van con pantalón corto, camisetas y chanclas, parece que nosotros ya tenemos la obligación de ir como ellos. Pues este año no pienso meter el pareo con la gabardina, ni el bañador con el jersey, ni las botas con las sandalias de playa. Me llevaré vaqueros y sudaderas y una camiseta de manga corta debajo, por si tengo calor, y me dedicaré a reirme de los que estén en la playa en bañador con la piel de galina y arrimaditos a un muro para que les proteja del viento, tan depilados y tan monos cogiendo ya bronce para el verano. Hasta la publicidad de productos adelgazantes incide en que para estas fechas ya podemos lucir palmito. Pues que lo luzcan ellos.
Piano, piano, va lontano. Cada cosa a su tiempo. Es primavera? Pues disfrutémosla con la ropa adecuada, según nos vaya pidiendo la temperatura.
Aprovecho para recomendaros las procesiones de Semana Santa de Callosa de Segura, que son preciosísimas, así como la representación que mis paisanos hacen de La Pasión.
Que lo paséis bien tanto si salís como si os quedáis en casa.
