En la cafetería de Recoletos, fueron desgranando una a una su historia, ante el asombro de la gente que para entonces formaba un corro alrrededor de ellas, pusieron un libro de firmas para que las dejaran allí los que estaban de acuerdo con sus reivindicaciones, convocaron a escritores actuales de cuentos infantiles para comparar argumentos, y se dispusieron a plasmar en un acta las conclusiones a las que habían llegado. También habían invitado a la Ministra de Cultura, pero como los niños no votan en las elecciones, se pasó por el forro la invitación.
12 de abril de 2009
Conclusión APROCUSE
Todas estuvieron de acuerdo en que sus padres no se portaron bien con ellas: el que no era gilipollas era un calzonazos, y las madres eran unas ignorantes, además de tener poca salud, porque se morían enseguida de parto o por enfermedad, por lo que ellos, que debían tener muñones en vez de manos, tenían que casarse rapidito, para nada, porque las madrastras les hacían cascar al poco tiempo de la boda, dejando a nuestras protagonistas al libre albedrío de estos malvados personajes.
Lo primero que hay que cambiar es ésto: que sus padres se comporten como tales.
De la preparación de las niñas también habría mucho que hablar, porque ahora con el canto, la música, la danza, y todas las chorradas que les enseñaban, sólo podrían optar a salir en concursos de la tele. Por lo menos, que les pongan la UPB (Universidad Popular del Bosque), para sacarse aunque sea el Graduado Escolar, y les enseñen algo más que las LPS (Labores Propias de su Sexo).
Y a los príncipes, ¿no se les podría dotar de otra neurona para que hiciera contacto con la que tienen y por lo menos pudieran pensar? Están de estos tontos panolis hasta el moño, y encima se tienen que casar con ellos y fingir que son felices. En lugar de decir "El príncipe cabalga a lomos de su corcel", habría que decir: "El tonto el haba cabalga a lomos de su corcel"
Otra cosa que no entienden: si hoy a los niños se procura no asustarles con hombres del saco y otras estupideces por el estilo, por qué razón seguimos a vueltas con el lobo ?
¿Y las hadas madrinas? Éstas se han sacado el título en la tómbola de la feria del bosque, porque todas las cosas las dejan a medias. No hay más que recordar lo mal que quedaron con lo de Cenicienta y la Bella Durmiente. Las hadas malas están mejor formadas, porque son más poderosas.
¿Y las brujas? ¿Qué pasa, que había más personas brujas que normales? ¡Fuera las brujas!
Nuestras protagonistas quieren dejar claro que no están contentas con el papel que desempeñan en estas historias, y que quieren aparecer en ellas menos lelas de lo que aparecen. Que se las considere inteligentes además de buenas, que están hartas de que todos se aprovechen de su bondad. Han decidido matricularse y recuperar el tiempo perdido, en la UPB. Caperucita estudiará Ingeniera de Caminos, para dejar de pasar de una vez por el puñetero bosque; Rapunzel, Medicina, especialista en traumatología, para tratarse las cervicales; Blancanieves, Arquitectura, para hacer casas de tamaño normal, con gateras para los enanos; La Bella Durmiente, hará unos cursos con Estivil sobre los trastornos del sueño, y La Cenicienta estudiará Podología, que con tanto zapato de cristal tiene los pies destrozados de cortes y no gana para tiritas.
Además harán deporte para no estar tan fofas y débiles, tomarán el sol para no parecer muñecas de arroz, aprenderán artes marciales para no tener que depender de nadie que les riegue el florero, y en definitiva, darán un rumbo nuevo a su vida.
Con el apoyo de los escritores de hoy día, que no utilizan el tremendismo en los cuentos, abren el libro de firmas.
Yo firmo. ¿Y tú?