Una de esas recetas BBB (bonitas, buenas y baratas). Inmejorables con un buen café.
Como es receta muy antigua, pues voy a poner las cantidades a lo antiguo, aunque a algunos nos repatee eso de "harina la que admita". Tranquilos, que más o menos he medido.
SIEMPRE doble cantidad de harina que de manteca de cerdo. Esto es lo más importante.
Ingredientes:
250 g manteca de cerdo
500 g de harina normal (esa es la cantidad que a mí me ha admitido)
2 huevos XL. Hay que separar una clara para pintarlas luego
150 g de azúcar
1 copita de anís o de aguardiente. Una copita, no un copazo, jejejeje...
1 cucharadita de canela molida
1 sobre de levadura química
Ralladura de limón
40 almendras crudas
Preparación:
La manteca, que estará a temperatura ambiente, la batimos hasta que quede suave. Agregamos el azúcar y seguimos batiendo. Podemos hacerlo con la mano. Añadimos los huevos, primero uno y luego la yema del otro. Seguimos incorporando el anís, la canela y la ralladura de limón.
La harina, junto con la levadura, se agrega en tres o cuatro veces, y se amasa hasta que la mezcla sea homogénea. En cuanto se tenga así, hay que parar de amasar, porque salen más crujientes. Se mete la masa al frigorífico al menos treinta minutos.
Antes de formarlas encendemos el horno, arriba y abajo a 200 grados.
Con esta cantidad salen 40, así que formaremos cuarenta bolitas lo más iguales que podamos.
Cada bolita la chafamos un poco en la palma de la mano y la ponemos ya en la bandeja, sobre papel de horno o sobre siliconas. Como se quiera.
Yo pongo unas quince por bandeja.
Entonces, con el nudillo del dedo índice, hacemos un hueco en cada una, donde ponemos la almendra.
La clara que tenemos reservada la batimos ligeramente para que espume y pintamos con esta espumita todas las galletas. Las rociamos generosamente con azúcar y ya están listas para meterlas al horno.
Aproximadamente 15 minutos, pero a los diez, aconsejo mirarlas porque ya se sabe que cada horno es un mundo.
