16 de noviembre de 2010
Encuadernaciones Baile
Ayer volví a esta tienda con mi amiga Gudea, y otra vez disfrutamos en el taller con las explicaciones del cabeza de familia que es Manuel, y que solícito atendía a todas mis preguntas que no eran pocas. Luego "secuestramos" por un rato a Chelo, su mujer, que nos conquistó con su serena simpatía y su sincera mirada.
¿Pero de qué les conozco?
Como suele decirse, el mundo es un pañuelo.
Hace más de diez años aproximadamente hice en Alcobendas un taller de encuadernación, que es de las cosas más útiles que he hecho en mi vida y que me vició en esto de los papeles. La profesora encargó el material a una tienda llamada Baile, tienda en la que seguí comprando ya de forma particular, durante años, y donde me atendía una señora muy educada y muy profesional. Eran los tiempos en los que esta tienda se encontraba en la calle Calvo Asensio.
La madrina de mi hija es funcionaria de la Biblioteca Nacional de Madrid, y un día hablando de estas cosas, me comentó que Manuel Baile trabajaba allí y que era un gran artesano. Ahí quedó la cosa hasta que un día, al ir a comprar más materiales, me encontré con que la tienda estaba cerrada, y mi comadre me dió la nueva dirección en Fernando el Católico, por la glorieta de Quevedo.
Bueno, pues un día este familiar me comentó que durante una conversación con su compañero de trabajo, por casualidad y hablando de las vacaciones, le dijo que habían estado en mi pueblo, porque su mujer era también de Callosa de Segura. Empezamos a darnos datos y resulta que conocíamos a su familia.
Tantos años yendo allí a comprar, y sin saber que éramos paisanas.
Ahora ya nos hemos visto varias veces fuera de la tienda y les apreciamos mucho, porque son muy buena gente.
La foto se la he robado a Gudea, que fue quien nos la hizo, con el álbum de fotos preciosísimo que me regalaron.