25 de enero de 2012

Música de banda


Son las fiestas de Alcobendas. La Virgen de la Paz. Me he ido a ver la procesión con los niños para que se distrajeran un rato, y como siempre me he emocionado al paso de las bandas de música.

Tengo la suerte de ser de una tierra donde llevamos la música en la sangre y donde los niños, desde muy pequeños, estudian solfeo y aprenden a tocar algún instrumento, incorporándose a las formaciones musicales con un entusiasmo digno de elogio. No les pesan las horas de ensayo. Da gusto verles en los pasacalles y en los conciertos.
Mi hermana se casó con un músico, hijo a su vez de otro, y sus hijos y sus nietos, también lo son. Sé que desde donde se encuentre se sentirá muy orgullosa de ellos.
Seguramente esto influirá también en que me sienta muy ligada a esta actividad, y que sea capaz de ir detrás de una procesión disfrutando de las piezas que tocan, casi mezclándome con ellos, y pensando una vez más que no hay ningún sistema de audio comparable a esa música tan directa y tan cercana.
La foto es del templete de mi pueblo, y recuerdo que los domingos ponían sillas en esa plaza de La Glorieta para sentarse y escuchar el concierto y os dejo una actuación de La Filarmónica de Callosa de Segura, en una actuación del certamen de bandas de murcia. La música en Levante, se siente muy dentro.
' [