Hoy nos fuimos a un lugar muy importante para los australianos: Botany Bay. Es la bahía donde llegó en su día el Teniente (luego Capitán) Cook, a bordo del Endeavour y descubrió Australia.
Pero antes pasamos por Little Bay.
Hay un campo de golf.
La Pequeña Bahía es un sitio tranquilo, con la playa en forma de media luna.
Nada que ver con las otras playas de olas que habíamos visto otros días. Muy cerca está el barrio con este nombre.
Aquí pusieron un hospital para infecciosos y sirvió luego, cuando los europeos vinieron en uno de los desembarcos con el virus de la gripe, en 1919. Hay muchas tumbas por debajo de lo que es el parque.
Es la última de las playas de la costa sureste de Sídney, y sus aguas son las más claras.
Llegamos a La Perouse, pequeña península en la entrada norte de Botany Bay y destaca por su antiguo fuerte. Bare Island tuvo diversos usos, entre ellos, sirvió de retiro a veteranos de guerra. Ahora se utiliza para exponer artesanía aborigen, aunque estaba cerrado el día que fuimos y no pudimos pasar. Se comunica con la península mediante una pasarela de madera.
Justo detrás del islote se ve la entrada sur de la bahía, que fue donde desembarcó Cook, y hay un obelisco y una inscripción que lo recuerda.
Si algo me he traído claro de Sídney, es que las bahías encierran dentro otra, y otra... A la izquierda el monumento a La Perouse.
La península lleva el nombre del navegante francés Jean François de La Perouse, que tocó tierra aquí el 26 de enero de 1788. El Capitán Arthur Phillips y la primera flota de convictos había llegado unos días antes a Botany Bay.
Luis XVI había encargado a La Perouse explorar el Pacífico en busca de Terra Australis (Tierra del Sur), inspirado en los viajes de James Cook.
El monumento a La Perouse es un obelisco erigido en 1825 por los franceses frente a la bahía de Frenchmans.
Además de la inscripción en el monumento, hay varias placas de militares franceses.
Mi Antonio meditando frente a la bahía de Frenchmans.
Bare Island, donde se celebra los domingos un mercadillo aborigen.
¡Uy! Parece que está cerrada la puerta.
Vista de La Perouse desde Bare Island. Justo enfrente se ve la Torre de la Aduana, desde donde se vigilaba el contrabando.
El cartel del mercadillo que no vimos.
Los peces que se pueden o no se pueden pescar. Esta zona es un paraíso para los buceadores.
Sitio donde se guardan los barcos, en la playa de Frenchmans.
Museo de La Perouse. En él hay mapas, instrumentos científicos, reliquias recuperadas de los pecios franceses...
ROSE BAY
Los pelícanos son casi el símbolo de Rose Bay. Esta bahía lleva el nombre del secretario de hacienda George Rose.
A partir de 1938 los hidroaviones aterrizaron en Rose Bay, siendo este el primer aeropuerto internacional de Sídney.
En 1945 un hidroavión Catalina llegó con supervivientes, y los habitantes de Sídney quedaron horrorizados por el aspecto que presentaban. El famoso restaurante Catalina de Rose Bay lleva el nombre de ese hidroavión..
Junto a Rose Bay hay un parque.
Hablar en Sídney de parques es algo obvio. Los hay por todas partes.
Placa conmemorativa de la línea aérea australiana Qantas.
Desde el puerto de Rose Bay, la empresa Sydney Seaplanes ofrece vuelos panorámicos. También trasladan a restaurantes en playas o en islas,
Tienen una amplia oferta de destinos y duración de los vuelos. Hacen también viajes a Las Montañas Azules y ellos se encargan incluso de la comida. Tienen muchos tipos de tours.
Y aquí tenemos a los simpáticos pelícanos del puerto.
Desde Rose Bay se puede ver Pont Piper, la zona residencial más cara de Australia. Para hacernos una idea, en 2011 se pagaba en una de sus calles el metro cuadrado, a 38.000 DA.