Su nombre significa "tierra del sur". Es el sexto país más grande del mundo, con una superficie de 7.686.850 kilómetros cuadrados y se encuentra en Oceanía. Una gran parte es desértica o semi árida, siendo las zonas más fértiles sureste y suroeste.
Es una Monarquía Constitucional Federal Parlamentaria y su capital es Camberra.
La reina Isabel II es la Jefa del Estado Australiano y recibe el trato de Reina de Australia.
En un principio, el territorio estaba habitado por aborígenes australianos y los primeros descubridores fueron portugueses y españoles, que no se percataron de que era un nuevo continente. Se han encontrado cascos de soldados españoles del siglo XVI.
El primero en desembarcar en las costas orientales fue el navegante británico James Cook, que llegó en 1769 a Nueva Zelanda.
En 1770 la expedición del Endeavour, mandada por James Cook, navegó y cartografió la costa oriental y desembarcó en Botany Bay. Luego, en el Estrecho de Torres, reclamó formalmente para Inglaterra la costa oriental australiana y la llamó Nueva Gales del Sur.
Existía una superpoblación penal británica, así que en 1787 partieron once barcos hacia Botany Bay con 1.500 personas. De allí se trasladaron a Port Jackson, actual Sídney. La fecha del desembarco, 26 de enero de 1788 es el primer día de la nación australiana y se conmemora cada año.
La población fue creciendo y en enero de 1901 se formó la Confederación de Australia y sigue perteneciendo a la Comunidad Británica de Naciones.
No se puede tratar la historia de este país sin hacer mención a los aborígenes.
Cuando en el siglo XVIII llegaron los ingleses, la población indígena se estimaba entre 300.000 y 750.000 personas repartidas en 250 naciones, concentradas sobre todo en el sur y en el este.
En 1770 el Capitán Cook tomó posesión de las dos terceras partes de Australia, en nombre de Inglaterra, basándose en el principio de "terra nullius" o lo que es lo mismo, tierra sin dueño, algo completamente falso.
Cuando desembarcó la flota de once navíos con presos deportados, estos fueron autorizados a fundar la primera colonia británica, expulsando a los aborígenes de sus tierras. Pero como la cultura de este
pueblo estaba ligada a la tierra, al abandonarla no pudieron mantener las prácticas sociales y
espirituales. La desestructuración de la sociedad aborigen provocó grandes hambrunas.
Al año siguiente de la llegada de los primeros colonos, una epidemia de viruela acabó con la vida del 90% de la población darug, que habitaba la región.
Las enfermedades europeas que los colonos traían, acabaron con la vida de miles de aborígenes y con ellos también descubrieron el alcohol, el tabaco y el opio.
Entre 1788 y 1900, las enfermedades, pérdida de tierras y violencia, redujo la población un 90%.
Los nativos no aceptaron la colonización, lo que dio lugar a guerras y masacres.
Secuestraron a los niños mestizos (las generaciones robadas), en un intento de conseguir una raza británica pura, y los internaron en misiones. Luego se vieron relegados a los lugares más inhóspitos y
trabajaron para los blancos.
Sobrevivieron hasta el siglo XX en reservas y zonas controladas, con desplazamientos limitados por
la ley. Trabajaban a cambio de comida, alojamiento y ropa.
En alguna ocasión tuvieron derecho a voto, que luego les fue arrebatado. En 1962 pudieron votar y en 1967 el gobierno quiso integrarlos en la población australiana, con los mismos derechos que los blancos. Según el Primer Ministro australiano John Howard, el maltrato a los indígenas es el capítulo más sombrío de la historia de Australia.
Hoy honramos a los pueblos indígenas de estas tierras, las culturas más antiguas constantes en la historia humana.
Reflexionamos, en particular, sobre los malos tratos que sufrieron las GeneracionesRobadas - En este capítulo manchado de nuestra historia nacional.
Poco a poco la población aborigen se fue recuperando, pero en el siglo XXI estas comunidades siguen presentando graves deficiencias sanitarias y económicas. Están en desventaja en educación, empleo, sanidad y presenta altas tasas de pobreza y delincuencia.
La impresión que me dio al verlos era, que para el gobierno australiano, significaban una fuente de ingresos por su peculiaridad. Nada más.
Existe mucha información sobre la historia de los aborígenes y la colonización británica, y yo os animo a buscarla y leerla.