Las Montañas Azules es un parque natural, Patrimonio de la Humanidad, que se encuentra a 50 Km al oeste de Sídney. En coche se tarda aproximadamente dos horas y media en llegar.
Si estás pensando ir, estaría bien que vieras este reportaje porque puede ayudarte.
Llegamos a Katoomba, la ciudad principal de las Montañas Azules y sede de la administración del parque.
El centro comercial. Estaba a punto de actuar un grupo aborigen. Pues en el baño, una chica con la misma pinta de aborigen que yo, se estaba llenando el cuerpo de pintura de colores para empezar el baile.
Abrigados, porque hace frío a pesar de ser verano, nos vamos hacia el mirador Echo Point.
Es el mirador más concurrido de todos los que hay. Desde aquí se ve muy bien el Valle Jamison y Las Tres Hermanas. Hay baños, tienda de recuerdos y un centro comercial.
Mi Antonio no tardó ni un minuto en sacar la cámara.
Las rocas conocidas con Las Tres Hermanas. Hay una leyenda aborigen que cuenta el porqué del nombre, pero me parece tan peregrina, que me la ahorro.
Debajo de donde estábamos nosotros había un segundo mirador.
El parque tiene una extensión de más de un millón de hectáreas de paisaje de bosque, en una meseta de piedra, profundas gargantas y pendientes.
Venimos muy decididos a bajar por la Escalera Gigante.
Por el sendero hay algunos animales de bronce que los niños tienen que descubrir.
La Escalera Gigante.
Por ahí andamos.
Un cartel avisa de que el paso a Las Tres Hermanas está cerrado. De todas formas nosotros solo pensamos llegar hasta aquí, porque la escalera baja hasta el valle y no estamos por la labor. Aún así nos hartamos de escalones.
Lucía haciéndose un selfie.
Desde la Escalera Gigante se ve el mirador Echo Point.
El tono azul en la distancia es por dispersión de Mie, que ocurre cuando la radiación ultravioleta se dispersa dentro de la atmósfera.
Ahora nos vamos al Scenic World, unas atracciones muy solicitadas por los turistas.
Este es el plano del Scenic World. Del mirador Echo Point (1) nos fuimos en coche a la estación principal (2). Allí cogimos el Railway y bajamos hasta el punto 3. Los niños y yo hicimos el recorrido de vuelta hasta la estación, pero Antonio y Manolo se fueron paseando (Walkway) por un sendero rodeado de plantas tropicales, donde se ven los vestigios de la mina. Llegaron al punto 4 y subieron al Cableway hasta la estación central donde estábamos esperándolos (5).
Entonces nos montamos todos en el Skyway y volvimos a Katomba (6)
La estación central Scenic World. A la izquierda el Cableway, en el centro con los pivotes rojos, el Railway, y a la derecha, en amarillo, el Skayway. La foto está tomada desde el sendero.
RAILWAY (Tren)
Aprovecha las vías de un tren minero (pero nuevas, jajaja). Con una inclinación de 52 grados es el tren panorámico más empinado del mundo. Desciende 310 metros.
Se puede elegir la inclinación del asiento para hace más excitante el viaje.
Aquí se puede ver la pendiente que hay.
Una vez llegamos abajo, los niños y yo hacemos el camino de vuelta en el tren porque no tenemos ganas de andar, pero ellos se van por la pasarela, que es el camino elevado más alto de Australia.
En las fotos se puede ver la vegetación tan espectacular.
CABLEWAY (funicular)
Es el más grande de Australia, con una capacidad para 84 pasajeros. Desciende 545 metros hasta el Valle Jamison, y vuelve luego a la cima del acantilado.
Llegando a la estación central. Ahora toca probar el Skayway.
SKAYWAY (funicular)
Vamos a montar en él. A 270 metros de altura, atravesamos los acantilados.
El suelo de cristal hace muy emocionante la travesía.
El Capitán y su apéndice particular, que es la cámara.
Un paisaje bellísimo.
Hay muchos senderos para recorrer en el parque.
Y caminos que llevan a las distintas cataratas.
Es la hora de comer y nos vamos a Leura, un pueblo al lado de Katoomba y aprovechamos para admirar el paisaje desde otro mirador.
Aquí se ve muy bien el azul de las montañas.
Después me llevaron a un sitio precioso, aunque no tenía nada que ver con lo que habíamos visto.
El Hydro Majestic Pavillion, cerca del hotel Hydro Majestic, en Great Western Hwy. Una tienda de recuerdos, antigüedades, comida y bebida de esta región... Para quedarse allí mucho rato viéndolo todo.
Y ya nos volvimos a Sídney. Fue un día para recordar.