Esta escala sería una maravilla si se pudiera ver con tiempo suficiente, pero como era algo que no podíamos cambiar, lo aprovechamos al máximo.
Una vez en Gdynia hay cuatro posibilidades de viaje: coger la excursión completa del barco, el autobús que pone el barco para llevar y traer a la gente, coger un taxi, contratar una agencia, o ir en tren. Al ser una carretera con mucho tráfico y los coches bastante viejos, nosotros no nos atrevimos ni al taxi ni a la agencia, así que nos quedaban las opciones del barco o el tren. Pero.............había que llegar hasta la estación que está más o menos a kilómetro y medio o dos kilómetros del puerto. Hay autobuses que llegan hasta allí, si mal no recuerdo era el 137.
Al final nos decantamos por hacer "Gdansk a su aire", o sea, el autobús que nos dejaba allí y luego nos recogía. Durante todo el trayecto una persona estuvo explicándonos todo lo que debíamos de saber para ver bien la ciudad, la historia del sitio............en fin, que 29 euros por persona no nos pareció muy caro para el servicio que tuvimos. Una vez que llegamos, estuvo un rato con nosotros en la Puerta Verde, y quedamos en vernos allí a una hora determinada.
Era la escala más ajustada de tiempo de todo el crucero: llegamos sobre las dos y media de la tarde, y a las siete y media era la hora especificada del "todos a bordo". Si tenemos en cuenta que se tarda unos tres cuartos de hora en llegar, pues se puede entender que nos quedáramos con muchas ganas de seguir admirando esta ciudad tan peculiar.
Por otra parte, fue el único sitio donde tuvimos un tiempo criminal. Llovió, ¡Qué digo! Jarreó casi todo el tiempo y menos mal que llevábamos una cámara de fotos con funda, porque habría sido imposible sacar las fotos que sacamos. Mi cámara de video, del agua se estropeó y cuando la llevé a reparar me llevaron 300 euros ni más ni menos.
Con esto quiero decir, que quizás las fotos no sean todo lo bonitas que nos hubiera gustado que fueran, pero no se podían hacer de otra manera.
Bueno, pues vamos a empezar, o mejor dicho a continuar, porque me he enrollado mucho.
Gdansk forma parte de una tri-ciudad llamada Trójmiasto junto con Sopot y Gdynia, y es la capital de la provincia de Pomerania.
Perteneció primero a Prusia y después a Polonia. Cuando Hitler la reclamó en 1939, se produjo como consecuencia la invasión alemana de Polonia y comenzó la 2ª Guerra Mundial.
Fue destruída en un 90% durante la contienda entre las tropas soviéticas y alemanas, pero ha sido restaurada en su totalidad, conservando los edificios emblemáticos y las fachadas de las casas, el mismo aspecto que tenían en origen.
La moneda del país es el zloty y su equivalencia es aproximadamente, de dos zlotys por euro. Un pelín menos, pero yo me apañaba contando así. A lo largo de la calle Dluga, hay oficinas de cambio que llaman KANTOR.
Se cree que el nombre le viene por el rio Gdania, y cuando perteneció a Prusia, se llamó Danzig.Fue la cabeza de protestas llevadas a cabo por los obreros para mejorar sus condiciones, que contribuyeron a la caida del comunismo en Europa.
Lech Walesa, un electricista, fundó el sindicato Solidaridad, con más de 10 millones de miembros.
Es la capital del ámbar, resina fósil, que procede de la exudación hace 40 ó 60 millones de años, de una conífera, en el caso del Baltico el abeto Pieza Succinífera, que al salir del tronco atraía con su olor los insectos atrapándolos. Es de los más apreciados del mundo, por su alto contenido en ácido succínico (del 5% al 8%).
Su color puede ser amarillo, rojizo, pardo, blanquecino, trbio o transparente.
Del árbol cayó a la tierra y luego pasó al mar, donde flota y es arrastrado hacia las orillas. Su nombre procede del árabe y significa "lo que flota". De hecho, para saber si es auténtico, se sumerge en agua salada, y si flota es bueno.
El 80% del ámbar que hay en el mundo, procede del Mar Báltio.
La primera foto es de la ciudad, después de la destrucción. Pertenece a la página http://sabaoth.infoserve.pl/danzig-online/1945.html
Hay muchas más fotos, que ponen los pelos de punta.
Desde el autobús se ve la estación donde tenéis que parar si venís en tren. Se ve bien el nombre.
Y nos dejó el autobús en la Puerta Verde, llamada así por el puente que le da acceso, y que de verdad, las aguas aquí tienen ese color de verdín. Es de estilo manierista holandés, y se edificó como residencia real, pero sólo una vez se utilizó para ello. 
A la derecha del puente, se puede ver la calle Pobreze que es un paseo marítimo a lo largo del río Motlawa. Al final sobresale la famosa grúa. El edificio más alto es el Museo Arqueológico, al comienzo de la calle Mariacka, en la Puerta de Santa María, la que se ve con las dos torrecillas más pequeñas.
Las casas al otro lado del puente.
Y pasamos a través de la Puerta Verde hacia la calle Dlugi Targ (Mercado Largo), con sus características fachadas de estilo flamenco y alemán.
Edificios al comienzo de Dlugi Targ.
Es una de las ciudades más bonitas que he visitado. Aquí se ve la torre del Ayuntamiento.
La Casa Dorada. En la parte superior tiene las estatuas de Cleopatra, Edipo, Aquiles y Antígona. Aquí vivió Judyta Seyman y dicen que algunas noches se ve en los vestíbulos de la casa su figura envuelta en una luz.
El hotel Radisson y al lado una estrechísima fachada decorada con gran gusto.
La Puerta Verde desde Dlugi Targ.
La Casa de Artur, visitable, tras la Fuente de Neptuno. Según la leyenda, el Rey del Mar, cansado de que le tiraran monedas de oro, clavó su tridente partiéndolas y esparciendo las partículas de oro, dando así lugar a la bebida típica de Gdansk, el licor Goldwasser.
El edificio del Ayuntamiento, también visitable. Está rematado por una estatua de Segismundo II. Aquí se encuentra el Museo de Historia de la Ciudad.
Aspecto de la calle, con la Puerta Dorada al fondo. Sobresale por encima de ella la Torre de la Prisión.
Muy cerca de esta puerta, en el número 12, se encuentra la Casa Uphagen (la roja), una de las más famosas de la calle. Aquí estoy grabando.
Otra muestra de las casas de los comerciantes y ricos burgueses. 
La Puerta Dorada, de estilo italiano, donde se puede leer: "Los pequeños Estados crecen en armonía, y los Estados grandes caen en la discordia".A la derecha de la puerta, aunque no se ve, se halla la Residencia de la hermandad de San Jorge, la más antigua de Gdansk, que tenía sus encuentros en la Casa Artur.
Esta foto no es mía. Es de R. Martín, de un foro de cruceros. tuvimos muchas dificultades como ya he dicho, para hacer fotografías, y ésta creo que ilustra muy bien lo que quiero explicar.
Cerca de la Puerta Dorada, y perpendicular a Dluga, otra calle también con mucho encanto. A la izquierda se puede ver una de las torres del Arsenal. Es un edificio precioso con la fachada de estilo flamenco.
Y yo sigo grabando contra los elementos, las fachadas multicolores. Ni una igual a otra.
Bajamos por la calle Piwna hacia la Iglesia de Santa María, el edificio de ladrillo más grande de Europa. Dentro tiene entre otras muchas cosas interesantes, un reloj astronómico. Naturalmente, el tiempo (el cronológico y el meteorológico.........jejej...) nos impidió visitarla. Se puede apreciar la gota en la cámara.
Calle Chlebnicka. Todo digno de ser fotografiado.
En la Igesia de Santa María empieza la calle Mariacka, la má comercial de Gdansk, y donde más ámbar se vende. Todas las casas tienen sus peldaños para subir y a mí fue la que más me gustó.
Todo con unos detalles cuidadísimos. Se me acaban los adjetivos.
Como me quería llevar un recuerdo, entramos en esta tienda. Yo iba decidida a llevarme un pedrusco de ámbar sin pulir. Los que tienen animalitos me dan yuyu. Pero en vista del precio y de que no llevaba suelto, opté por comprarme un huevo.
¿A que es precioso?
El final de la calle Mariacka, con la Puerta de Santa María. A la derecha se ve la torre del Museo Arqueológico, Casa de la Sociedad de Historia Natural.
De aquí desembocamos de nuevo en el paseo del río, frente a la Isla de los Graneros, parte del Museo Marítimo Central, como también lo es el buque Soldek, el primero construído por Polonia en los astilleros de Gdansk en 1948.
La grúa, Zuraw, es una máquina enorme dentro de un edificio de madera del siglo XV. También forma parte del Museo Marítimo.
Detalle de la vieja grúa.
En la orilla de enfrente se pueden ver muchos barcos atracados.
Y finalizada la visita, mi Antonio posando en el puente, calado el pobre.
A la hora convenida nos encontramos con la guía, que nos condujo al autobús, y de vuelta al barco.
